Por Fabiana Gadow, CEO Korn Ferry Argentina
“No es la más fuerte de las especies la que
sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”. Esta frase de Charles Darwin grafica
uno de los ejes fundamentales de la gestión del líder en épocas disruptivas: la
capacidad de responder proactivamente a las circunstancias que se imponen.
El mundo en el que las organizaciones existen y
en el que operarán, se encuentra en cambio permanente profundizado hoy por el
COVID: en las relaciones entre los países, instituciones, empresas y
organizaciones, en los valores dominantes y en las normas que gobiernan a las
sociedades, en la naturaleza y la cultura de los negocios, en la forma en que
se realiza el trabajo, en las prioridades y en el sentido que se le otorga al
tiempo y a la vida en general.
La primera sensación es de caos. La reacción
natural es la parálisis. Las empresas, a través de sus líderes, deben
intervenir para movilizar a sus equipos hacia nuevas prioridades y horizontes.
Así las cosas, un asunto clave para los
ejecutivos es cómo mantener la estabilidad en sus organizaciones y a la vez
brindar respuestas de adaptación a estas fuerzas externas, necesitan
habilidades y formas de comprensión que no eran tan habituales años atrás.
Un estudio reciente de Korn Ferry da a luz las
competencias requeridas por los líderes ante este contexto a nivel global:
deben ser Líderes Auto-Disruptivos.
Parte de la opinión de más de 800 inversores
sobre su perspectiva hacia los líderes. El 67% cree que los que se encuentran
hoy en su pipeline no es acorde con el futuro del negocio. Pero al mismo tiempo
el 78% dice que los líderes son un factor decisorio al invertir; y el 83% que
un Líder excepcional es clave en tiempos disruptivos.
la investigación de Korn Ferry analizó el perfil considerado clave por los inversores, con los datos de los más de 150,000 participantes de las evaluaciones de ejecutivos que realiza la firma. Se encontró una alta correlación con 5 dimensiones que llevan que el líder disruptivo se “ADAPT”a:
1- Anticipar: contar con agilidad
analítica y proporcionar una visión clara
2- Direccionar: energizar a las
personas y generar sentido de contribución y propósito
3- Acelerar: gestionar el flujo de
conocimiento y procesos ágiles; usar abordajes “prototípicos” e interactivos
4- Partner: conectar stakeholders y
navegar organizaciones sin estructuras ni fronteras
5- Trust (Confianza): integrar y
potenciar lo diverso y focalizarse en individuos y relaciones
En síntesis, en un contexto de cambio y crisis,
se requieren líderes auto-disruptivos que combinen:
- fortalezas enfocadas en el futuro (permitiéndoles conducir con un propósito y anticipar realidades cambiantes);
- las fortalezas "tradicionales“ (permitiéndoles acelerar su estrategia);
- y habilidades colaborativas (poder asociarse con otros para construir fuertes relaciones simbióticas, construir confianza, y ayudarlos a contribuir desde lo que les brinda un sentido de propósito).
Su éxito residirá en su forma de ser en lugar
de su habilidad para hacer. ¿Están preparados a desaprender y modificar
mindsets, re-evaluando creencias y suposiciones? Según el estudio mencionado
solo el 15% de los líderes globalmente son auto-disruptivos. El gran desafío
será entonces para el 85% que urgentemente necesitará desarrollar las
competencias del futuro.
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