FEBRERO 2024

domingo, 20 de febrero de 2022

PEGARSE UN TIRO EN LOS PIES O ¿APRENDER ALGO?

 


Por Guillermo Ceballos Serra

Una de las palabras mas poderosas en la cultura estadounidense, es el calificativo (negativo) de loser (perdedor) utilizado para describir o insultar a alguien que no ha tenido éxito en su vida, ya que no ha conseguido el éxito profesional, familiar, determinados bienes materiales o destacarse en un ámbito determinado.

En alguna medida, es un corolario, no deseado, del concepto de “american dream”.  Es justamente, la incapacidad para cumplir el sueño americano a nivel personal.   Si bien el concepto está relacionado con la movilidad social ascendente y los bienes materiales, no es menos cierto, que podríamos rastrear sus orígenes a los Padres Peregrinos del Mayflower y sus sueños de libertad civil y religiosa, derechos civiles e igualdad.

Por ello el éxito y su contrafigura, el fracaso, están tan presentes en la cultura y en el mundo corporativo estadounidense.

Mas allá de esta poderosa tradición cultural, en la última década se ha ido abriendo una nueva tendencia que apunta a la revalorización del fracaso, originada particularmente en Silicom Valley. Donde las empresas realizan un impactante storytelling acerca de cómo sucesivos fracasos posibilitaron importantes aprendizajes, donde algunos de estos posibilitaron éxitos posteriores.

Así por ejemplo Stuart Firestein, en su libro Failure: Why Science Is So Succesful, desarrolla la idea de cómo el común denominador en la ciencia son los fracasos sucesivos y simultáneamente el único camino para lograr el éxito.

Los aprendizajes organizacionales a partir del fracaso son igualmente importantes a nivel individual. Obviamente los campos para el aprendizaje individual son múltiples, pero quisiera referirme a los aprendizajes que se desprenden de los fracasos en las entrevistas laborales. 

Si consideramos que por cada búsqueda laboral ingresa una sola persona, significa que, por diferentes razones, todos los demás postulantes fracasan puesto que no logran ingresar. En nuestras vidas laborales, si consideramos todas las veces que nos postulamos sin éxito, concluiremos que hemos “fracasado”. El tema es ¿Qué aprendimos de estos fracasos? Particularmente cuando hubiésemos podido ganar o avanzar a etapas definitorias.

La realidad es que muchas veces no podemos capitalizar ese fracaso simplemente porque no recibimos un feedback adecuado del reclutador porque nos devuelve una frase políticamente correcta, pero sin contenido o simplemente caemos en un limbo existencial donde el reclutador nos deja olvidados y después de un par de semanas de silencio interpretamos acertadamente que no avanzaremos.

Hay innumerable literatura sobre cómo prepararse para enfrentar una entrevista laboral. Si googleamos la frase “preguntas para entrevistas laborales”, podemos ver el comentario “Cerca de 13,900,000 resultados (0.69 segundos)”. Hay suficiente material sobre las preguntas mas frecuentas y respuestas más aceptables para hacer frente a un reclutador.

El problema no son esas preguntas, son los comentarios desafortunados que los postulantes que espontáneamente manifiestan y que conspiran contra el objetivo de obtener la posición buscada.

Las historias que describiré brevemente son reales, algunas ocurridas a buenos profesionales en un lapsus de falta de atención, otras dejando en evidencia que no son la persona indicada para la posición, pero todas tienen el objetivo el aprendizaje, surgidas de entrevistas y feedback de los reclutadores.

Tomaré casos de mandos medios.  Caso 1:  el postulante preguntado por el modo y características sobre cómo se trabaja en su área en su compañía actual, dice que se trabaja con tranquilidad “al punto que es buscado por quienes están cursando carreras universitarias ya que permite estudiar”. Imaginen que es lo que percibe el reclutador de la empresa que sabe que el sector donde pretende ingresar está “prendido fuego”.

Caso 2: El postulante para un rol de QA/Tester de TI manifiesta en la entrevista conmigo, que normalmente sus comentarios son mal recibidos por tu compañeros que no terminan de entender su función. Después de profundizar en el comentario y no encuentro una conducta recurrente sino una mala experiencia de su último empleo, agradezco su sinceridad y le explico que ese comentario puede preocupar y generar suspicacias en el reclutador y que, de no ser preguntado por ello, no sería oportuno mencionarlo. 

Lo cierto es que unos minutos después de haber tenido la entrevista en la empresa, el gerente me dice, que la persona cubría holgadamente todos requisitos técnicos, pero que hizo un comentario de la nada, sobre como sus puntos de vista eran mal recibidos por sus compañeros. El gerente agregó “tengo suficientes problemas técnicos como para agregar uno mas que me afecte la buena relación en el equipo”.

Caso 3: El postulante era jefe de un área que se postulaba para una posición gerencial. Le pido que describa como sería el jefe ideal con quien le gustaría trabajar (no cómo es él cómo líder, respuesta posiblemente preparada); en su respuesta enfatizó que debiera ser alguien que estuviera profundamente conocedor de los detalles de la operación en el día a día. Lamentablemente no mencionó en ningún momento algo relacionado a la estratégica del negocio y del sector.

Caso 4: Un postulante senior con el que tengo una muy buena entrevista, sólidos conocimientos técnicos, comenta varias iniciativas emprendidas en su posición actual, buen relacionamiento y que percibo apto para presentar a la organización. Coordinamos la entrevista, un rato más tarde envía un mensaje preguntando entre que calles era la dirección de la empresa. Omití mencionar que la empresa queda en pleno centro de CABA en una avenida importante. Obviamente fue informado al cliente. (El diablo está en los detalles).

Como se ve, se trata de cuatro situaciones muy diferentes. Caso 1: era un buen candidato, pero transmitió una impresión errónea sobre él mismo. Candidez e incontinencia verbal; Caso 2: Experiencia anterior traumatizante no resuelta; Caso 3: Falta de condiciones de liderazgo, expresamente verbalizadas; aquí aplica la frase de Marshall Goldsmith, “lo que te trajo hasta aquí, no te llevará allá. El Caso 4: Carencia real de iniciativa y emprendedurismo, (los casos que mencionó en la entrevista, en el mejor de los casos los acompañó, pero no fueron iniciativas propias).

Los dos primeros, podrían haberse evitado simplemente, no hablando sobre lo que no les fue preguntado. Cabe perfectamente la frase referida a pegarse un tiro en los pies. Los últimos dos casos, evidencian que se carece de las condiciones para la posición. No puede esconderse frente a un reclutador responsable, que lo detecta con facilidad. Lo interesante es que quien comete estos deslices, no se da cuenta de ellos. NO hay forma de mostrar lo que no se tiene ni ocultar aquellas cosas que nos son naturales.

Podemos, sin embargo, encontrar un común denominador, la búsqueda de empleo es mas que una o varias entrevistas, es un proceso que se inicia antes de la primer entrevista. Es una preparación continua de desarrollo personal que nos permitirá eventualmente acceder a la meta que aspiramos.  Excede la preparación de las respuestas a las preguntas de un reclutador. Es integral, es lo que permite abordar a un candidato un proceso sin temor a carecer de una respuesta preparada porque contesta naturalmente.

Sabemos que la búsqueda de talento y la búsqueda de empleo, no son procesos infalibles. Ambas cuentan con una buena dosis de aleatoriedad y error humano (de ambas partes), pero podemos aprender en el proceso.  

Nadie es un fracasado por no ser elegido en una búsqueda, simplemente porque puede haber mejores candidatos, mejor química con el entrevistador, no ser una empresa para uno o uno puede no ser el candidato adecuado para la empresa y eso no descalifica de manera alguna al postulante, lo importante es rescatar un aprendizaje de la experiencia. Es un camino de introspección que puede contar con la ayuda del feedback sincero del reclutador. Podríamos decir en este caso, que a veces se gana y a veces se aprende, ¿no son ambos triunfos?

UNIVERSIDAD DEL MUSEO SOCIAL ARGENTINO / WEBINAR: ORGANIZACIONES: CAMBIAR O DESAPARECER

 


Invito a los que pueda interesarle al webinar del próximo 24 de febrero de la Escuela de Negocios de la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA).

domingo, 13 de febrero de 2022

Q&A with Erik Brynjolfsson on Disruptive Technology and the Digital Economy

Erik Brynjolfsson es profesor de Jerry Yang y Akiko Yamazaki y miembro principal del Instituto Stanford para la IA centrada en el ser humano (HAI) y director del Laboratorio de Economía Digital de Stanford. También es Ralph Landau Senior Fellow en el Stanford Institute for Economic Policy Research (SIEPR), profesor por cortesía en la Stanford Graduate School of Business y el Departamento de Economía de Stanford, e investigador asociado en la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) .

Erik Brynjolfsson is the Jerry Yang and Akiko Yamazaki Professor and Senior Fellow at the Stanford Institute for Human-Centered AI (HAI), and Director of the Stanford Digital Economy Lab. He also is the Ralph Landau Senior Fellow at the Stanford Institute for Economic Policy Research (SIEPR), Professor by Courtesy at the Stanford Graduate School of Business and Stanford Department of Economics, and a Research Associate at the National Bureau of Economic Research (NBER).

LOS MEJORES TIPS DE LIDERAZGO DEL AÑO SEGÚN LOS REFERENTES DE HARVARD

 









Por Alejandro Melamed, General Director -  Humanize Consulting

Todos los días hábiles la publicación Harvard Business Review envía un newsletter a miles de ejecutivos en todo el mundo en el que incluye artículos cortos con las investigaciones más recientes y las recomendaciones de los profesores más reconocidos, a fin de liderar de la mejor manera a los equipos y a los propios líderes.

Asimismo, al cerrar cada año, hacen un análisis de cuáles fueron los de mayor tráfico e impacto y los presentan a modo de síntesis del ciclo.

Veamos cinco de los que han sido seleccionados del 2021 y cuáles son los principales hallazgos y recomendaciones.

1. Liderar en la incertidumbre

La incertidumbre es inevitable y cada vez se agudiza más, por lo que estar preparados para liderar a nuestros equipos a través de aguas turbias es fundamental. Ello requiere tener la mentalidad correcta. Hay 6 sugerencias concretas para lograrlo

· Abrazar la incomodidad de no saber. Pasar de una mentalidad de “sabelotodo” a una de “aprenderlo todo”. No necesitamos tener todas las respuestas sino las preguntas más potentes.

· Distinguir entre asuntos “complicados” (aquellos que son difíciles de entender, pero al dividir el problema en partes discretas y consultar con expertos, en general, encontramos la solución) y “complejos” (contienen muchos elementos interdependientes, algunos de los cuales pueden ser desconocidos y pueden cambiar con el tiempo de manera impredecible. Además, una acción o cambio en una dimensión puede impactar en resultados desproporcionados e imprevistos). Requieren diferentes enfoques.

· Evitar el perfeccionismo. Apuntar a la excelencia y al avance progresivo. Muy posiblemente cometamos errores y tendremos que demostrar nuestra capacidad de corregir según sea necesario.

· Resistir la tentación de sobre-simplificar y llegar a conclusiones demasiado rápido. Un enfoque disciplinado para comprender tanto la complejidad de la situación como nuestros propios prejuicios nos ayudarán a resolver.

· No hacerlo solo. Conectar con colegas que tienen problemáticas similares y perspectivas diferentes nos puede ayudar en diferentes situaciones.

· Utilizar el “zoom”. Tomar distancia prudencial de los problemas puede brindarnos una visión amplia y sistémica y puede revelar supuestos no examinados que de otro modo serían invisibles.

2. Cómo dar retroalimentación para mejorar, de forma remota

Uno de los desafíos más grandes que tiene todo gerente es brindar feedback. Si el mismo hay que darlo de manera virtual, se suele complejizar más aún.

Algunas claves para ser exitoso en esta dirección:

- Empezar con preguntar al propio colaborador su percepción

- Expresar apreciación por el otro antes de la crítica, para que sea más receptivo

- Transmitir intenciones positivas y que el objetivo es su mejora

- Aclarar y contrastar. Ser bien específico en el comentario y transmitir qué es lo que no queremos que se entienda

- Pedirle al colaborador que sintetice los puntos clave de la conversación

Al estar a distancia, sin vernos cara a cara, hacer este proceso de manera simple, directa y humana incrementarán las posibilidades de lograr los resultados esperados.

3. El arte de hacer seguimiento con amabilidad

En un contexto colaborativo como el que vivimos, todos necesitamos de los otros. Y cuando solicitamos algo para determinado momento, esperamos que se honre el compromiso. ¿Qué hacer cuando el otro no cumple? ¿Cómo realizar ese seguimiento sin herir a nuestro colega y lograr el resultado? No necesariamente el otro no quiere cumplir o hay una mala intensión de su parte. Para hacer ese seguimiento de manera apropiada se sugiere:

a. Evitar palabras o frases genéricas como “seguimiento” o “revisando” que pueden ser mal percibidas y retrasar más aún el proceso. Ser bien específico como por ejemplo “Próximos pasos en el proyecto X”.

b. Considerar el tono que usamos. Tratar de ser amable y educado.

c. Ser conciso y específico ofreciendo una opción accesible. Preservar la relación es clave y no romper puentes

4. Las estrategias simples para mejorar nuestra eficiencia

Si hay un tema del que se quejan permanentemente los ejecutivos de todas las empresas, es la falta de tiempo. La duración del día y de las horas laborables no las vamos a modificar, ni siquiera con los mejores trucos de productividad.

Sin embargo la investigación realizada sobre un grupo muy grande de personas de alto impacto, de diferentes profesiones e industrias, halló cuatro factores comunes que los ayudan a aprovechar al máximo su tiempo limitado.

· Organizar las reuniones por bloques. Se complejiza cuando uno tiene que interrumpir a cada rato su trabajo. Sin embargo, si uno puede concentrar todas las reuniones en ciertos horarios, tendrá también bloques para focalizarse en tareas de pensamiento y reflexión personal

· Aprender algunos “atajos de teclado” para reducir la utilización del mouse. Puede parecer algo marginal, sin embargo si sumamos todos los segundos que nos ahorramos cada vez, termina siendo un tiempo considerable

· Modificar el entorno para cambiar nuestros hábitos autodestructivos. Si invertimos mucho tiempo con el celular, dejarlo en otro lugar; si nos distraemos fácilmente, eliminar notificaciones de mensajes

· Leer el trabajo escrito en voz alta. Escuchar las palabras que escribimos acelerará y aclarará nuestro proceso de escritura.

Solo cuatro acciones, bien simples y accesibles, que pueden generarnos una mejor calidad de vida laboral.

5. Empezar el día con una práctica simple y saludable

Los tiempos que estamos viviendo son vertiginosos y hay una tendencia a perder la positividad y la motivación, incrementándose el agotamiento y la fatiga. Sin embargo hay un mecanismo para contrarrestar este fenómeno. Es un ejercicio de solo 2 minutos.

Cada mañana, al comenzar el día, hay que completar 3 oraciones bien simples (pero no fáciles). La recomendación es hacerlo antes de conectarse al celular o encender la computadora, se puede realizar en papel, en voz alta o mentalmente

· Hoy me centraré en ________.

· Hoy, estoy agradecido por ________.

· Hoy dejaré de ________.

La clave es ser bien específico en las respuestas; responder generalidades no contribuirá en nada. Estamos despiertos una media de 1.000 minutos al día. Si podemos invertir solo 2 de ellos para preparar nuestros cerebros y setearlos de modo positivo, estaremos contribuyendo a mejorar la calidad de los otros 998 minutos.

5 temas complementarios: liderar en la incertidumbre, retroalimentación a distancia efectiva, dar seguimiento amablemente, estrategias para ser más eficientes y preguntas para empezar el día positivamente.

Liderar a los demás y liderarnos a nosotros mismos. Independientemente del lugar geográfico en el que nos encontremos, el nivel jerárquico, el tipo de empresa y la industria en la que nos desempeñemos, los desafíos se asemejan. Incorporar las recomendaciones de los expertos, sin dudas, nos ayudará a ser más productivos, generar mayor impacto y disfrutar más del día a día. Somos lo que hacemos cada día. ¡Está al alcance de nuestras manos que ello sea posible!


APOCALIPSIS ZOMBI, LARGO PLAZO Y REGLAS DE DECISIÓN: EL MBA DE LAS CARTAS DE BEZOS A LOS ACCIONISTAS

 












Por Sebastián Campanario, es economista y periodista. Columnista del diario La Nación sobre innovación, creatividad y economía no convencional.

Hay cartas famosas de escritores a sus personas amadas: están las de Flaubert a Louise Colet, las de Sartre a Simone de Beauvoir, las de Kafka a Milena Jesensk. Hay otras que cambiaron el curso de la historia, como la correspondencia entre Roosevelt y Churchill durante la Segunda Guerra. Escritores como John Cheever mandaban hasta 30 cartas por semana y hay una derivación inesperada de esta “grafomanía” en uno de los episodios más graciosos de la serie Seinfeld, titulado justamente “Las cartas de Cheever”.

En el campo de los negocios, el género epistolar tiene una de sus máximas expresiones en las cartas que durante más de 20 años destinó Jeff Bezos a los accionistas de Amazon. Fue entre 1997, cuando la compañía comenzó a cotizar en bolsa, y 2020, el año en el que Bezos dejó el cargo de CEO. Los textos revelan la obsesión del empresario por el largo plazo, las decisiones rápidas y los altísimos estándares. Para quienes se dedicaron a diseccionar estas cartas, se trata de una suerte de MBA (posgrado en negocios) informal, con mucho pensamiento filosófico e ideas contraintuitivas.

Las cartas son una parte central de la biografía de Bezos Amazon Desatado que escribió Brad Stone, y el eje de hilos y discusiones en Twitter de los seguidores de esta cultura empresarial. “Junto con las de Warren Buffet a los accionistas, son las cartas con mayor riqueza conceptual que se hayan escrito en el terreno de los negocios”, afirma Mariano Ruani, un emprendedor que preparó clases sobre la filosofía de Amazon en el Instituto Baikal. En su núcleo de principios básicos, el líder de Amazon sostiene que no hay que preocuparse tanto por los competidores, ni por el corto plazo ni por hacer dinero para los accionistas: “Hay que focalizarse en el cliente y todas las demás piezas encajarán”.

Lo que sigue son algunas de las principales ideas que surgen de los textos del creador de una empresa cuya acción pasó en dos décadas de valer cinco dólares a miles de dólares. Y que días previos al cierre de esta columna tuvo la suba en su capitalización en una ventana de solo 24 horas más alta que haya experimentado jamás una empresa (más de 200.000 millones de dólares de incremento en su valor en un día).

El “océano azul” del largo plazo. Durante muchos años el empresario fue muy criticado porque Amazon no tenía ganancias, dado que se reinvertía todo en clientes, en bajar costos y precios para obtener el rédito a futuro. “Si hay una obsesión de Bezos, es con el largo plazo”, dice Ruani. En una de sus cartas planteó que si el horizonte de una compañía es de tres años se compite con muchas firmas, pero si las inversiones apuntan a repagarse en siete años, la competencia pasa a casi cero, en un océano azul donde muy pocas organizaciones están dispuestas a jugar. De hecho, esta fijación sobre el largo plazo es lo que lo lleva a pensar que su mayor contribución no será con Amazon, sino con Blue Origine, su iniciativa espacial con la que aspira a que nos traslademos a otros planetas.

Lo que no cambia. Como uno de los principales innovadores del mundo, Bezos está acostumbrado a que en las entrevistas le pregunten qué cambiará en el mundo de acá a diez años. Él responde que prefiere hacer foco en lo que no va a cambiar, que es una parte del futuro que se suele subestimar. Es también un área muy interesante porque permite anclar una estrategia de negocios a largo plazo. En el caso particular de Amazon, los clientes seguirán pidiendo más variedad de artículos, entregas más rápidas y precios más bajos ahora, en cinco o en diez años.

Bezos dice que, más que en lo que va a cambiar, prefiere hacer foco en lo que no va a cambiar, algo del futuro que suele subestimarse

Dos tipos de decisiones. En la categorización de decisiones del creador de Amazon hay opciones de “tipo 1″ y de “tipo 2″, y esto se menciona mucho en las cartas a accionistas. Las de tipo 1 son las irreversibles, de una sola puerta, y deben analizarse en detalle. Pero la mayor parte de las decisiones son de tipo 2 (reversibles) y deben tomarse rápido, con el 70% de la información que a uno le gustaría tener. Para Bezos, las grandes corporaciones cometen el error de tratar a las decisiones de tipo 2 como a las de tipo 1, esperan a tener el 90% de la información y ahí se vuelven muy lentas y pesadas.

Siempre el primer día. Es uno de los conceptos más conocidos de la mentalidad Bezos, algo que repitió varias veces al final de cada carta: “Siempre es el día 1″. Con ello se refiere a mantener la misma ambición y las ganas del primer día, la misma curiosidad de aprendiz que entra al campo del saber. “El día 2 es éxtasis, seguido de irrelevancia, seguido de un agudo y doloroso declive, seguido de muerte. Y por eso es por lo que siempre es día 1″, escribió a los accionistas. Cuando uno empieza es más sencillo tener esta aproximación, pero cuando se llevan varios años creciendo se vuelve mucho más complicado.

Regla del mínimo arrepentimiento. En 1994, cuando tomó la decisión de arrancar con Amazon, Bezos renunció a un trabajo muy bien pago en el área de inversiones. Su jefe le pidió que se tomara 48 horas para reconsiderar la definición, y él tenía dudas, hasta que se hizo la siguiente pregunta: cuando tenga 80 años ¿voy a arrepentirme de no haber hecho esto? Y ahí la respuesta surgió muy fácil, y también tiene que ver con la mentalidad de largo plazo. Desde entonces, trata de aplicar esta regla de “minimizar el arrepentimiento” en sus dilemas de negocios y en su vida personal.

El exCEO de Amazon aconseja mantener la misma ambición y las ganas del primer día, la misma curiosidad del aprendiz que entra al campo del saber

Gestión de desacuerdos. Otro de los conceptos más conocidos, desgranado en varias de las cartas es el de “comprometerse a pesar de no acordar” (en inglés: “disagree and commit”). En el camino de la innovación es muy difícil lograr un consenso total para la toma de decisiones, con lo cual hay ocasiones en que hay que acompañar y olvidarse del “te lo dije” más adelante. Está relacionado con el “sesgo de omisión” en economía del comportamiento, por el cual castigamos asimétricamente la toma de decisiones versus las “no decisiones”, que tienen los mismos costos y consecuencias (aunque menos visibles porque no hay responsables).

Aprovechar las crisis. En lo más intenso de la primera burbuja puntocom, la acción de Amazon llegó a valer 116 dólares y luego se desplomó a 5 dólares. Bezos comenzó su carta a los accionistas con la palabra “ouch!”. Pero pidió no marearse en el ruido de mercado de corto plazo y aprovechar la crisis, y lo mismo recalcó cuando llegó el Covid: “Cuando sucede algo muy malo hay tres opciones: dejar que eso te defina, te destruya o te fortalezca”.

Salvo, claro está, que esa crisis venga por un “apocalipsis zombi”. La empresa se da el lujo de incluir humoradas en sus documentos legales. En los términos y condiciones de un programa lanzado por Amazon Web Services en 2016 se cubre contra “una infección viral trasmitida por mordeduras o contacto con fluidos de cadáveres… y que pueda resultar en la caída de la civilización”.


Publicado en el diario La Nación (Argentina) el 13/2//2022



sábado, 5 de febrero de 2022

LA INTELIGENCIA YA ES ARTIFICIAL, ¿LA EMPATÍA TAMBIÉN?

 












Por Enrique Parborell, Director de Estrategia de Aceleración Digital en ESTRATEGA 

Según el diccionario de Cambridge, empatía es la habilidad para compartir los sentimientos o experiencias de otra persona. Es entender y sentir imaginando cómo sería estar en la situación de esa otra persona.

Pero me pregunto si las máquinas que no sienten emoción alguna, pueden capturar señales de su interlocutor e inferir con precisión lo que siente para decidir preguntar, recomendar, o accionar en consecuencia, logrando una empatía percibida por la otra parte...

¿A CUÁNTO ESTAMOS QUE LA TECNOLOGÍA EMULE NUESTRA HABILIDAD INTRÍNSICAMENTE HUMANA DE EMPATIZAR?

Veamos un par de ejemplos de películas que se han adelantado a presentar distopías (futuros que no deseamos o nos dan miedo que ocurran)

El 1er caso es el 4to capítulo de Black Mirror, fechado en Febrero de 2013, y llamado "Ahora mismo vuelvo". Desarrolla el caso de una joven esposa que pierde a su marido y contrata un servicio en Internet basado en Inteligencia Artificial, que crea un clon con toda la información pública digital que generó su marido durante su vida y que puede dialogar post mortem con su esposa como si aún estuviera vivo.

La empresa proveedora ofrece esto como "servicio básico", pero también ofrece un servicio avanzado que incluye un robot domiciliario con iguales características físicas que su marido. En fin...mis emociones me hacen cosquilleos en mi estómago ahora mismo al recordarlo...

El 2do caso fue lanzado curiosamente 1 año después, en 2014. La película llamada Trascendencia, con el actor Johnny Depp, desarrolla el concepto de "inteligencia colectiva" en Internet, y construye un avatar electrónico del actor que muere al principio de la película (no estoy spoileando, ocurre en los primeros minutos), quién habla, ve y contiene a su viuda esposa durante su momento de duelo, desarrollando un personaje artificialmente empático. Aclaro que mis cosquilleos continúan...

¿CUÁN CERCA ESTÁN ESTAS UTOPÍAS Y DISTOPÍAS EN CUMPLIRSE?

Están ocurriendo, pero en cuotas...

El concepto ya fue acuñado y se llama Empatía Artificial (o AE en inglés), y puede ser definido como la habilidad de modelos no-humanos para predecir el estado emocional de las personas a partir de expresiones faciales, voz o gestos, pudiendo predecir el estado emocional vía estímulos generados artificialmente. Sí, sí... entiendo que predecir no es igual que sentir...

Según Minter Dial, autor del libro Heartificial Empathy, describe la Empatía Artificial como la codificación de la empatía en las máquinas. Si la empatía es una habilidad que se aprende y se entrena interactuando con personas a lo largo de nuestras vidas... ¿entonces pueden aprender las máquinas a ser empáticas?

Soluciones basadas en el reconocimiento facial y de la voz, pueden identificar las emociones de un cliente llamando al call center o el nivel del operador para vender su producto o servicio, las cuales ya existen y asignan una carita feliz o triste al final de cada uno de los millones de contactos por día. También son realidad los robots dedicados al cuidado de la salud, los cuales veremos en los siguientes párrafos.

Les comparto algunos casos actuales de tecnologías y robots que son pioneros en la búsqueda de empatía artificial

Emoshape es una compañía de Nueva York que se dedica a proveer un servicio de "síntesis de emociones" basado en Inteligencia Artificial desde 2017, como un servicio de nube y vía un chip para ser usado por todas las organizaciones que hacen robots y deben integrar esta "habilidad artificial" de empatizar.

Pepper, un robot que hace contacto visual, baila, cuenta chistes, detectando emociones humanas. El mismo da la bienvenida en más de 140 locales de Softbank en Japón desde 2016. En 2018 se sumaron varios hospitales en Bélgica que implementaron estos robots en la recepción.

Paro, un robot con forma de mascota, que acompaña a niños internados en hospitales que precisamente no son "pet-friendly", brindando diversión y estimulación.

Otro caso es AV1, un robot de una compañía Noruega, que ayuda con las tareas en línea de los colegios a más de 8 millones de chicos que no pueden asistir a clases por enfermedades con tratamientos largos en Suecia, Dinamarca, Países Bajos e Inglaterra.

Y ni hablar de SAM, un robot en residencias para acompañar y asistir hasta a 25 adultos mayores, que recuerda horarios para tomar píldoras a cada uno y puede hablar con médicos proveyendo telemedicina a partir de situaciones que detecta anormales.

¿QUEREMOS ESTO?

Pocos conocen hoy a Lise Meitner... Es apenas la creadora de la fisión nuclear. Podríamos agradecerle de haber creado la tecnología que permite generar energía 100% limpia de una forma muy eficiente, una de las más usadas mundialmente para generar electricidad, aunque haya controversias en Europa de países a favor de la energía nuclear (Francia) y en contra (Alemania).

Pero también podemos asegurar que Lise no supuso que su invento sería utilizado para matar a más de 146.000 civiles en Japón.

Creo que debemos apoyar proyectos de innovación tecnológica con propósito, para ayudar al bienestar de las personas, para proteger la naturaleza de la alta huella de carbono.

El uso militar de la fisión nuclear claramente no seguía lineamientos éticos de hacer felices a las personas, aun queriendo justificar una paz futura, con una acción masivamente violenta y "reparadora" como lo expresaban algunos líderes de esa época.

Los avances tecnológicos son como el agua en las manos, se escurre indefectiblemente a través de los dedos. En lo que debemos trabajar es en un acuerdo global de Ética digital que involucre a todos los expertos en Inteligencia Artificial y Robots para que la empatía artificial no sea "un medio para bajar costos de las interacciones con humanos" o para, simplemente, reemplazar un abrazo o una pregunta desde nuestros corazones.

Todos, seamos líderes políticos o de organizaciones, empleados de las mismas, entrepeneurs o usuarios, deberíamos apoyar las tecnologías éticas con fines nobles para evitar las distopías futuras que tanto nos asustan. Y como siempre... la tecnología nunca es peligrosa, sino como la usamos.

 

Publicado en El Cronista 22/1/2022

FLASH LABORAL ARGENTINA - Enero 2022

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