AGOSTO 2025

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sábado, 25 de abril de 2020

MI VIDA, MÁS VUCA QUE NUNCA



Por Leila Moses, Lic. en Ciencias Politicas. Magister en Project Management.

Cuando Guillermo me invitó a escribir sobre mi experiencia reciente de mudarme al sudeste asiático, aparte de sentirme halagada, me asaltaron dos preguntas: la primera, me la hago siempre: ¿qué quiero transmitir? pero la segunda me agarró desprevenida. ¿Qué le interesa al lector sobre este tema? La experiencia no es transmisible per se.

Habiendo trabajado mucho en liderazgo, más en el sentido de servicio que en el sentido de ser jefe, en transformación, en motivación, etc. decidí concentrarme más en los aprendizajes que tuve y me sirvieron, que, en el relato de mi vida, que quizás muchos encontrarían aburrida.

Aún así, un poco de contexto debe ser necesario. Disculparán el caos, estos aprendizajes están en una secuencia por razones literarias más que biográficas.

1) Crecer. Cuando cumplí 30 años me dí cuenta que la vida tenía que tener más posibilidades que la que estaba viviendo. Me arremangué y terminé la carrera de mis amores. Hice un posgrado. Me relacioné con gente. Descubrí que cosas de las que hacía me gustaban y eran importantes para mí. Abrí todas las puertas que me pidió mi curiosidad. Cambié muchísimo, con altos y bajos. Y crecí profesionalmente, a pesar de mi carrera de grado, que muchos decían que no sirve para nada. Descubrí que podía aplicarme a mil cosas. No bajar nunca los brazos, no conformarse con una carrera que no deseamos, con un trabajo que no nos hace feliz.

2) Dejar el miedo atrás. Es normal sentir miedo, pero hay que aprender a salir de la parálisis. Miedo a equivocarse, miedo a decir algo y hacer el ridículo.  Primero que nada, aprendí a decir lo que pienso, y a cómo decirlo.  Porque la pregunta siempre es: ¿qué quiero generar en el otro? Yo no quiero una política amigo-enemigo, lo que quiero es inspirar. Si hablo con miedo, genero la cadena miedo-agresión. Si hablo sentenciosamente, genero la cadena crítica-fastidio-incredulidad, como los que hablan todo el tiempo de su éxito. Si disparo órdenes voy a anular al otro. Dejé la impulsividad atrás y empecé a trabajar la comunicación.

3) Reconsiderar los juicios. Aprendí a escuchar. ¿Qué es más importante? ¿ganar el debate o construir? ganar la pulseada de poder o cooperar? Parece una tontera pero en 39 años de relacionarme, en la vida, no sólo en el trabajo, he alternado entre el sofismo y la búsqueda de la verdad, como los griegos. El problema de ganar la pulseada es que hay un perdedor. ¿Queremos manejar nuestras relaciones con esta lógica de ganar-perder? ¿O queremos construir ética y humanamente con otros?

Se preguntarán qué tiene que ver todo esto con mi experiencia de irme al exterior, con la adaptabilidad, o con el liderazgo.  Pero les prometo que hay sentido.

Estos tres aprendizajes me llevaron a la mayor aventura de la vida humana, como dijo Agatha Christie: me casé. Muchos se estarán riendo, pero muchos casados en cuarentena estarán repensándolo. Convivir con otro sin miedo, repensando el impulso de ganar la contienda de quién saca la basura, explorando día a día como ser felices, es una vivencia extremadamente fuerte.

Bueno, una vez que te aventurás en un terreno te aventurás en todos, así que nos mudamos a Brunei. Acá nomás, a 16.000 km de toda la gente que amo, mi familia, amigos, dejando mi carrera profesional, mi voluntariado, mi piano. Sin imaginarnos que el mundo entraría en una crisis total.
Si tenía miedo antes de irme, no se imaginan el miedo que tengo ahora que no puedo volver.

LLegamos a Brunei, "the abode of peace", un pequeño, joven y rico país que se dedica mayoritariamente a Oil & Gas. Colonia inglesa hasta los 70, es un país musulmán, lo cual significa que rigen las prohibiciones regulares sobre el comercio de cigarrillos y alcohol (adiós vino). Aparte no llega yerba mate, se maneja a la izquierda, y necesitás auto para todo. Cuando me mudé de Bariloche a Buenos Aires sentí que era el mayor paso de mi vida. Ahora siento que era un paso de hormiguita.

Por suerte, es un país altamente tolerante, ya que su población es pequeña y contratan muchos chinos, filipinos, malayos, indios y nativos de lengua inglesa, por lo que la diversidad es altísima en cuanto a religión, raza, creencias, etc. De a poco fuimos encontrando donde, como, qué.
Culturalmente no es sencillo. Yo trabajé toda mi vida, y me fui especializando mucho en las cuestiones que me encantan: marketing, equipos, proyectos, agilidad, cambio organizacional, etc. Para descubrir que acá no hacen sentido aún. Y más allá de eso, será muy difícil para mí trabajar en dependencia ya que necesito un permiso especial.

NI hablar de que cuando terminamos de hacer nuestros papeles, mudarnos, etc. y empezamos a hacer amistades, entramos en modo pandemia.

así es que, en el medio de la adaptación, tuve que volver a empezar y pensar para dónde reconvertirme. Estamos aislados, así que internet es nuestra mejor fuente. Decidí explorar un poco de todo: me estoy certificando como profesora de inglés, estoy pensando qué otras certificaciones voy a hacer, retomé mi emprendimiento, escribo, leo (tengo mucho tiempo libre ahora), cocino, etc. No lo sé, quizás en este nuevo capítulo de mi vida sea dibujante o cocinera o asesora online.  Extraño algunas cosas de mi vida anterior por supuesto. Pero navegar este cambio me hace feliz. Experimentar, a ver si esto me sale, si lo disfruto, si quiero vivir acá o quiero probar en otro lado. Saltar al vacío te llena de posibilidades, y cada tanto hay que abrir el abanico.

Resumiendo:
4) Dejar el miedo atrás me ayudó a siempre abrir nuevas posibilidades. Conservar el espíritu de niña, dejar que todo me sorprenda, aburrirme un rato.

5) Si este no es el lugar, rodaremos los dados nuevamente. No hay tiempo para pensar en errores. La vida simplemente es.

6) Para emprender cualquier tipo de cambio, hay que estar mental y emocionalmente sólido. En cualquier cambio, extremo o chiquito, uno corta lazos con círculos de contención. Hay que estar preparado para estar con uno mismo, aunque sea temporalmente, hasta rearmar lugares de comfort.

7) cambiar es una gimnasia que no nos enseñan, la educación empareja en lugar de ayudarnos a encontrarnos. Lo bueno es que no importa a qué edad lo aprendamos, después es como andar en bicicleta.

Cambiar, reinventarse y adaptarse a lo nuevo nos cuesta, pero es más fácil cuando ya tenemos otras claves descifradas.

Espero no haberlos aburrido, estimados lectores. ¡Y si no alcanzaron estas claves para sentirse inspirados a cambiar, pueden seguir investigando!

martes, 17 de mayo de 2011

ASEGURANDO EL ROI DE UN EXPATRIADO


Por Pablo Perella-Berdún
Director de Negocio Kimberly-Clark Professional – América Latina y Caribe - Kimberly-Clark Corporation


La expatriación es un tema de debate permanente dentro de las empresas, en especial desde la última crisis global. Los expatriados son caros para el negocio y para el país donde son asignados. Si bien tienen fecha de vencimiento, desde antes de su llegada y luego de su salida, son un dolor de cabeza para RRHH, Impuestos, y Legales. Sus resultados y forma de gestionar reciben una atención incesante. En contrapartida, aportan visiones, estilos, conocimientos y experiencias que enriquecen al equipo local. Más importante aún, traen un compromiso absoluto con el éxito de su misión, construyendo un legado y preparando talentos locales para continuarlo luego de su partida.

El éxito de un proyecto liderado por un expatriado no solo depende de la capacidad y actitud de este, sino también de una planificación y negociación adecuada por parte de la unidad “base” (home country) y la “anfitriona” (host country). Tres acuerdos deben ser alcanzados: 1ro.) Consenso sobre la necesidad de contar con un expatriado en lugar de un recurso local, así como sobre los parámetros del proyecto y el perfil de profesional requerido; 2do.) Definición del persona y de las condiciones de su expatriación; 3ro.) Compromiso de integrar plenamente al profesional a la dinámica de la empresa que lo recibe.

La decisión de asignar un expatriado a un país no puede tener la forma de un mandato desde la matriz. Debe existir alineamiento absoluto entre los objetivos globales, regionales y locales. Son comunes las historias de expatriados entre la espada y la pared debido a la falta de coherencia entre estos objetivos. Por ejemplo, un expatriado director de marketing decía estar frustrado por no estar cumpliendo las metas de participación de mercado y lanzamientos exigidas por su jefe global (VP global de la división X). Tampoco respondía con las expectativas del Gerente General local, quien veía a la división X como una más dentro del portafolio de negocios del país. A fin de lograr el objetivo consolidado de rentabilidad local, el Gerente General exigía de este director de marketing ser un “local team player” dispuesto a cortar inversiones/recursos y hasta posicionar los productos de la división en forma diferente a la dirección global.

Es importante tener en cuenta que no todo profesional puede ser expatriado. Tanto cuestiones familiares como el riesgo de dejar de ser considerado en los planes de sucesión en su unidad base (“out of sight, out of heart”) son factores que hacen que una persona pueda no tener voluntad de dejar su país. En empresas con perfil internacional, los movimientos al exterior son generalmente parte de las discusiones periódicas de desarrollo de carrera. Elegido el profesional, es hora de definir y documentar las condiciones de expatriación (compensación y beneficios, apoyo para mudanza y adaptación de su familia, y repatriación). Las normas legales e impositivas con respecto a expatriados cambian de país a país y por esto es critica la comunicación entre los departamentos de RRHH, Impuestos y Legales de ambos países. La utilización de firmas internacionales especializadas de relocalizacion y de planeamiento y preparación de impuestos es altamente recomendado, particularmente para empresas con poca experiencia con expatriados.

Una vez que se ha consensuado la necesidad de expatriación, la persona y las condiciones, el foco pasa a la integración del expatriado dentro de la operación del país que lo recibe. Aún en las empresas con visión, misión, y principios más globalizados, es inevitable que la operación local presente características culturales distintivas. Independientemente del nivel jerárquico que ocupe el expatriado, los líderes del país anfitrión son los responsables de crear un ambiente propicio, marcando el camino para el resto de la organización. Este objetivo puede ser alcanzado a través de, por ejemplo, una reunión de bienvenida, un proceso de inducción formal como la que se realiza con todo ejecutivo nuevo en la compañía, la designación de mentores rotativos durante el periodo de expatriación, y la participación del expatriado en proyectos y actividades de alta exposición corporativa (Ej.: Sostenibilidad y Responsabilidad Social). Desde ya, el equipo local también podrá beneficiarse del conocimiento y networking del expatriado. Este puede representar al país anfitrión en proyectos globales así como servir de mentor para talentos locales. Adicionalmente, las actividades fuera de la oficina con compañeros de trabajo tienen alto valor, facilitando la adaptación del expatriado y su familia a su nueva realidad.

En resumen, la calidad de los acuerdos previos a la expatriación, entre la unidad que envía el profesional y aquella que lo recibe, así como su correcta implementación, garantizan el éxito de la misión de un expatriado y la obtención del retorno de la inversión esperado por la empresa.

lunes, 16 de junio de 2008

EXPATRIADO EN PAKISTAN



Por Darío Aparicio
Director Industrial de Nestlé Pakistán


Cuando en Enero del 2007 recibí un llamado telefónico desde París para ofrecerme una posición de Director Industrial en Pakistán, no dudé un segundo en aceptar la entrevista. Me interesaba saber que requerían, cuales eran los desafíos, por que un expatriado para esa función y que ofrecían a cambio.

Recuerdo que en el avión a Paris me preparé muy bien para la entrevista, repasando mis skills en manejo de plantas y mis experiencias en distintas compañías.

En París me recibieron y me trataron muy bien desde el primer momento y desde ese primer momento también fue mi sorpresa. A la compañía le basto ver mi currículum y corroborar el mismo mediante algunos llamados telefónicos para saber que “técnicamente” era el candidato. Lo que a la compania le preocupaba sobre manera es algo que llaman “CULTURAL SHOCK”. Traducido, significa como uno y la correspondiente familia se va a adaptar a la compania en la que va a empezar, al país al que va, al continente, a la cultura y las costumbres del lugar.

Considerando que esta era mi primera experiencia afuera del país, que era nuevo en la compañía, que jamás había pisado siquiera Asia, que en “La República Islámica de Pakistán” el 98% son musulmanes, entendí enseguida porque el foco de las preguntas estaban en determinar como era yo como persona, como era mi familia y como íbamos a enfrentar este GIANT CHANGE según el director de HR.

Me comentaron la cantidad de fracasos que habían tenido ya que anteriores candidatos no pudieron adaptarse a distintas costumbres, usos, culturas. Por la falta de adaptación, ya sea de la familia o de la persona, dichos proyectos tuvieron que descartarse.

Mi planteo era que iba a ir solo. La respuesta que recibí es que esos son los casos de mayor fracaso. Me senti abatido y pensaba que no se iba a dar la incorporación, pero en el wrapp up final me comunicaron que estaban gratamente sorprendidos y fue que me comunicarían la decisión.

48 hs mas tarde tenía la respuesta afirmativa para entrar a esta prestigiosa compañía.

Luego de casi un año, evaluó como me describí a mi mismo y que fue lo que gratamentente sorprendió.

1) Me considero una persona “Open Mind”. En el terreno esto se ve fácilmente. No me ofendo por como me hablan, ni por como se dirigen a mi. Soy extremadamente respetuoso de las costumbres, creencias, religiones, usos y costumbres de todos y cada una de las personas de los lugares en los que estoy. Jamás emito juicio, solo digo que las costumbres son distintas, no son mejores ni peores. Este posición sirve para entender el medio ambiente y para relacionarse fluidamente con este.
2) Tengo espíritu aventurero. Esto sirve para disfrutar y deleitarse con lo distinto. Algunas veces conté en la Argentina cotidianeidades que vivo. Muchos se sorprenden. Yo las vivos como algo enriquecedor, que me ayuda a entender no sola a mi sino también a mis hijos, que no hay una sola manera de vivir la vida y la mejor es la que a uno le gusta y le produce placer.

Estas dos simples cosas, sirvieron para que sea muy bien aceptado por los pakistaníes, con los cuales inmediatamente, logre estrecha relación en lo laboral. La gente no es tonta, rápidamente se da cuenta si uno es respetuoso o no, y si lo es, recibe ayuda inmediata.
Vale aclarar que por si solos el pueblo de Pakistán es extremadamente solidario y al saber que yo estaba solo y venía desde tan lejos, el apoyo inmediato e incondicional que recibí es mas que meritorio y gratificante.

Hace poco tuve una reunión en París y me encontré con algunas de las personas que me entrevistaron y recordamos los temores que ellos tenían (basados en anteriores casos) y llegamos a una conclusión:

No hay regla escrita para saber quien puede ser expatriado y quien no, pero si hay fuertes indicadores. Los más importantes son los dos mencionados anteriormente.

Espíritu aventurero para mi es mandatorio (si no, es seguro que uno va a sufrir el traslado) ser Open mind es el segundo (si no, es seguro que los que van a sufrir el traslado son los del país que reciben al expatriado).

Hay dos más para mí muy importantes:

a) Sin lugar a duda es el apoyo incondicional de la familia. Acá también la familia debe vivir esta experiencia como una aventura. Un lugar donde viajar, aprender cosas distintas para darse cuenta que el mundo no es solo Buenos Aires, la Argentina o América sino un sin fin de países tan disímiles entre si que el solo hecho de visitarlos es sumamente enriquecedor.
b) El trabajo debe ser gratificante. A uno le tiene que apasionar lo que hace.

Con estas cuatro cosas, todo se hace fácil, divertido y varios momentos quedaran en la memoria para siempre.

El último comentario que me llegó fue una felicitación por mi rápida adaptación y el apoyo visible que recibo de mi familia. Esto ya me hace candidato a otros destinos tan o mas interesantes que Pakistán.

Y sin duda…allí iremos.


http://www.empleos.clarin.com/nota/394-Ser-un-Expatriado
http://www.losrecursoshumanos.com/contenidos/1893-politicas-de-expatriacion-y-repatriacion-en-multinacionales-vision-de-las-empresas-y-de-las-personas.html