FEBRERO 2024

viernes, 26 de mayo de 2023

EL VIRUS DE LA OBSOLESCENCIA

 


Por Guillermo Ceballos Serra

William Hanna y Joseph Barbera crearon Los Supersónicos (Jetsons) en 1962 estaba ambientada en 2062. Prácticamente todos los inventos y tecnologías ya existían en 2022, ni más ni menos que 40 años antes de lo previsto.

¿Todo lo que conocemos se extinguirá mucho antes de lo que imaginamos?

 

La parábola de los monitos

En mis clases sobre cultura organizacional suelo mostrar un simpático video de un par de minutos llamado “Como nace un paradigma”[1].  Muchos de Uds. pueden haber visto el video de los 5 monos en una jaula con una escalera y una banana en la parte superior. Cuando uno de los monos intenta subir por la escalera para alcanzar la banana, todos los monos reciben una descarga de agua helada como castigo. Con el tiempo, los monos aprenden a evitar subir por la escalera para evitar la descarga de agua.

Luego, se introduce un nuevo mono en la jaula que no ha experimentado la descarga de agua. Este mono, ajeno a las normas establecidas, intenta subir por la escalera para alcanzar la banana. Sin embargo, los otros monos, que han aprendido a evitar la escalera, lo detienen y lo agreden para disuadirlo de subir. El nuevo mono, desconcertado por la reacción, aprende rápidamente que subir por la escalera está prohibido.

A medida que se repite el proceso, se reemplaza a todos los monos originales por nuevos monos que no han experimentado la descarga de agua. Sin embargo, a pesar de que ninguno de los monos en la jaula ha recibido la descarga de agua, continúan impidiendo que cualquier mono intente subir por la escalera.

La cultura y las normas del grupo se han perpetuado, incluso sin una razón aparente.

El video muestra cómo la influencia social y la transmisión de normas y comportamientos pueden ser poderosas, incluso cuando los miembros del grupo no comprenden la razón detrás de esas normas. A través del condicionamiento social y la obediencia a las reglas establecidas, los monos siguen sin intentar alcanzar la banana, a pesar de que la situación ha cambiado y la razón original para evitar la escalera ya no es aplicable.

 

Siempre lo hicimos así

Sin duda, podría ser la explicación de la famosa frase “acá siempre lo hicimos así”, que seguramente hemos escuchado en algún ámbito de nuestras organizaciones y en muchos otros espacios.

En un mundo donde la tecnología se multiplica exponencialmente por segundo, cuando escuchemos “siempre lo hicimos así”, podríamos tener la plena certeza de que inmediatamente deberíamos dejar de hacerlo.

“Siempre lo hicimos así” es por naturaleza un pensamiento limitante. En otras palabras, una creencia o pensamiento negativo que una persona u organización tiene sobre sí misma, sus habilidades o las posibilidades de lograr algo. Estos pensamientos limitantes suelen ser autodestructivos y pueden obstaculizar el crecimiento personal, profesional y organizacional.

Quedarse quieto, es la mejor forma de alejarse. En el presente como nunca.

Se habla cada día más de tecnología e Inteligencia artificial en todos los foros y surgen preguntas, todavía sin respuestas, que generan preocupación por el futuro de la humanidad, del empleo y otros temas importantes. Algunos proponen una pausa en los avances. Nos aferramos a lo conocido.

¿Cuánto se hace por dejar de hacer lo que siempre hicimos? ¿Cuánto se hace por atrevernos a subir la escalera sin temor a la descarga de agua? Probablemente poco o no lo suficiente. Pensemos que hay empresas que todavía creen que pueden reclutar jóvenes del sub30 para trabajar de modo 100% presencial.

 

La cultura es conservadora

Se funda en el “modo seguro”, aquí siempre hicimos las cosas así. La razón por la que llegamos hasta aquí. Creencias, valores, historias, normas y procedimientos, todos los factores informales e invisibles y todos los factores formales y visibles se encargan de fijar nuestro modo de hacer las cosas. La cultura genera la zona de confort donde nos movemos. El problema está en que  “lo que nos trajo aquí, no nos llevará allá”.[2]

 

Las empresas digitales también son conservadoras

Podemos decir, que las empresas nacidas digitales o quienes adoptan culturas digitales, por su esencia, no deberían ser conservadoras, sin embargo, la realidad muestra que si padecen de anquilosamiento y también desaparecen como las empresas tradicionales.

Tomemos algunos casos:

  • Yahoo!. Aunque todavía existe (todavía mantengo mi primera cuenta de correo), fue una empresa líder en Internet durante la década de 1990 y principios de 2000. Sin embargo, a medida que Google ganaba terreno como motor de búsqueda dominante y otras empresas digitales se enfocaban en la innovación, Yahoo! no logró mantenerse al ritmo de los cambios tecnológicos y se estancó en su modelo de negocio principal. Además, la empresa tomó decisiones estratégicas cuestionables y tuvo dificultades para competir en áreas clave como la publicidad en línea y las redes sociales. Como resultado, Yahoo! perdió relevancia y fue adquirida por Verizon Communications en 2016 quien a su vez la vendió al fondo Apollo Global Management en 2021 por la mitad de lo que pagó.
  • BlackBerry: fue una empresa que revolucionó la industria de los teléfonos inteligentes con sus dispositivos y servicios de mensajería segura. Sin embargo, la compañía no logró adaptarse al surgimiento del iPhone de Apple y los dispositivos Android, que ofrecían una experiencia más amplia y una mayor variedad de aplicaciones. BlackBerry se apegó a su enfoque empresarial y no logró innovar lo suficiente para satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores. A medida que su cuota de mercado disminuía, la empresa tuvo dificultades financieras y finalmente decidió dejar de fabricar teléfonos inteligentes en 2016.
  • Napster: fue un servicio pionero de intercambio de archivos en línea que revolucionó la industria de la música en la década de 1990. Sin embargo, debido a su modelo de negocio basado en la piratería y la violación de derechos de autor, enfrentó una serie de demandas legales y problemas regulatorios. A pesar de su popularidad y el cambio de modelo hacia un servicio de suscripción legal, Napster no pudo superar las batallas legales y financieras y finalmente se vio obligado a cerrar en 2001. Aunque el nombre Napster ha sido adquirido por otras empresas y ahora opera como un servicio legal de música en streaming, la compañía original no pudo sobrevivir.

Por tanto, las culturas digitales también pueden anquilosarse y volverse impermeables al cambio si no se fomenta activamente una mentalidad ágil de adaptabilidad y evolución continua. A pesar de que la cultura digital está inherentemente relacionada con la innovación y el cambio, existen factores que pueden dificultar la capacidad de una cultura digital para adaptarse y evolucionar: resistencia al cambio por cualquier razón, comodidad de permanencia en la zona de confort, jerarquías rígidas, organizaciones verticales, falta de diversidad, etc.

 

Los síntomas de la enfermedad

Ninguna organización es inmune al virus de la obsolescencia por anquilosamiento cultural, cuyos síntomas manifiestos son: la inhibición de la innovación, la carencia originalidad de las estrategias y la pérdida de coraje del liderazgo.  

Entonces, ¿Cómo cambiamos? ¿Cuál es la vacuna contra la obsolescencia? ¿Cómo mantenemos vivo el espíritu creador? ¿Cómo transitamos la salida de la zona de confort hacia la zona de aprendizaje?

Recordemos la conocida frase atribuida a Peter Drucker, "La cultura se come a la estrategia en el desayuno", significa que la cultura organizacional es un factor mucho más importante para el éxito empresarial que la estrategia. Por muy buena que sea la estrategia de una empresa, si la cultura de la organización no está alineada con ella, es poco probable que tenga éxito. Si una empresa tiene una cultura en la que se valora la individualidad y la competencia entre los empleados, puede ser difícil, cuando no imposible, implementar una estrategia que requiera colaboración y trabajo en equipo.

La clave pareciera estar en fomentar una mentalidad de aprendizaje, mejora continua, experimentación, colaboración, apertura a nuevas ideas y adaptabilidad. Mantener los valores, el ADN corporativo, pero valores abiertos al mundo de modo permanente y con espíritu sanamente insatisfecho. Trabajando en simultaneo sobre el mindset cultural y la estrategia. Evaluando cómo el desarrollo de la cultura organizacional posibilita agregar valor al mundo VUCA, BANI, RUPT, TUNA[3] (el que se prefiera) donde estamos insertos. En definitiva, ayudando a nuestros simpáticos monitos a arriesgarse a experimentar y probar nuevamente que ocurre al desafiar los paradigmas obsoletos.

Se trata de volver a las raíces o fundamentos que le dieron vida y que hicieron crecer a nuestras organizaciones.

El Propósito, es por qué hacemos las cosas. La Estrategia es el cómo, la Cultura es el camino por el que nos dirigimos al encuentro de los resultados esperados.

(Propósito + Estrategia) Cultura = Resultados[4]

 

Camino al aprendizaje

Transitar el camino de la innovación, la salida de la zona de confort no es para cualquiera, no tiene mapas, hitos ni mojones, es solitario y arduo, requiere una visión poderosa y un profundo coraje.

En esencia, como decía el poeta Antonio Machado, para llegar a la zona de aprendizaje “se hace camino al andar”.

Que la fuerza te acompañe.

 

 


[1] https://www.youtube.com/watch?v=ZW5lLboUeeA

[2] Marshall Goldsmith. What got you here won't get you there. Hyperion (2007).

[3] Luis Eduardo Reyes Plasencia. VUCA, BANI, RUPT, TUNA …VUKA: Diferentes enfoques para entender nuestro entorno (o tratar de entenderlo) bit.ly/3Mwad4I

[4] Culture Partners. The Cultural Equation. https://bit.ly/3OLFQJY

 

miércoles, 10 de mayo de 2023

MUCHOS DE LOS NOMBRES QUE USAMOS EN LOS SISTEMAS DE MEJORA NO SOLO SON INENTENDIBLES, SINO TAMBIÉN DAÑINOS

 















Por Carlos Raúl Castro. Director Partner at SCS Consultores- Supply Chain Executive - MBA - Co-founder at AgroPonia

¿Por qué digo que estos nombres son inentendibles y hasta dañinos?

Los más conocidos programas de mejora están, en mi opinión, muy mal nombrados. Me refiero a: Equipos de Trabajo Autodirigidos, Six SigmaLean Manufacturing y TPM (que ni se sabe qué nombre darle a esta sigla).

Nadie en ninguna organización es completamente autodirigido, entonces, ¿por qué pensamos que los equipos de operadores lo serán de repente? Conlleva a la idea de que los equipos pueden hacer lo que quieran porque son autodirigidos. He escuchado a gerentes y supervisores “contras” diciendo: "Dejalos a ver si se pueden arreglar solos. Al final, son autodirigidos, ¿no?"

Uno de mis casos preferidos es Six Sigma. ¿Qué diablos es un sigma? ¿Y por qué hay seis? Conozco muy bien las respuestas a estas preguntas y ya me equivoqué lo suficiente como para ahora argumentar razonablemente. Pero ¿no es raro que tengamos que explicar y hasta defender el nombre de una iniciativa aún antes de comenzar a desarrollar su contenido? Me acuerdo de una de las trampas en las que caí explicando Six Sixma: “¿Tres partes por millón? ¿Estás loco? Ni nuestro cliente más exigente pide eso.” me dijeron. Peor aún, el nombre Six Sigma transmite la idea equivocada de que las herramientas y los métodos que comprende son misteriosos, complicados y solo entendidos por una élite altamente educada. Por supuesto, luego reforzamos este pensamiento erróneo al crear... Black Belts. ¡no lo podemos hacer más raro!

Otro ejemplo es Lean Manufacturing. Primero, se hace cuesta arriba el término manufacturing cuando estamos implementando conceptos Lean en institutos educativos, bancos, operaciones logísticas y compañías de turismo por dar algunos ejemplos fuera de la manufactura. Y el término Lean… Trabajamos en América Latina; la gente busca Lean en el diccionario y encuentra… “magro, flaco, enjuto, sin grasa”. ¡Uh, alarma máxima! ¡Vienen a cortar empleos! Claro y directo: hacer más con menos. Todo lo que los gerentes, supervisores y operadores están ansiosos por escuchar y esperan que algún consultor sabiondo les enseñe, ¿verdad?

Para terminar: una de las “herramientas Lean” que se alienta es TPM (dificilísima de explicar su sigla). Además de ser TPM en sí mismo una filosofía de gestión completa y no solo una herramienta Lean, trae consigo una de las prácticas más poderosas y peor llamadas posibles: “mantenimiento autónomo”. No se puede provocar mayor destrucción de tan poderoso artefacto. Presentándolo como Mantenimiento Autónomo, todos se sienten confundidos… Los que hasta ahora hicieron mantenimiento, interpretan desplazamiento. Los operadores, sienten que tienen que “traicionar” a sus compañeros de mantenimiento, que la empresa pretende hacer mantenimiento pagando menos y las representaciones sindicales se ponen en pie de guerra.

Confirmo: nombres inentendibles y hasta dañinos.

En contraste, ¡Qué clara era la Calidad Total!

Como menciono en el título, la Calidad total, disciplina que empezamos a practicar allá a principios de los ’90, tenía la fortaleza de no necesitar grandes explicaciones. La Calidad es buena y si es Total debe ser mejor, ¿no? ¡Muy simple! Fácil de entender y sin generar resistencia alguna. Además, alimentaba un cambio cultural formidable: la calidad es cuestión de todos.

Se habrán dado cuenta que cada vez son más las compañías que deciden no usar aquellos nombres originales de los sistemas de mejora, sino que generan un “sistema propio”. Sin embargo, en muchos casos que conozco hacen un “copy-paste” tan confuso como los descriptos (o peor, a veces). Siguen transmitiendo con nombres no solo “difíciles”, sino también dañinos, porque crean conceptos erróneos sobre la naturaleza de las herramientas y filosofías que comprenden.

Estos conceptos erróneos llevan a que los líderes de las empresas los implementen por razones equivocadas y que los empleados se resistan también por razones equivocadas.

Como gerente y director de empresas primero y como consultor de la industria después en SCS Consultores , he hecho mi parte en tratar de convencer a empleados de todos los niveles que los sistemas de mejora no significan menos lugares de trabajo y sé que el cambio cultural siempre encuentra resistencia, incluso en las circunstancias más ideales.

Pero este cambio de cultura se hace aún más difícil si el nombre mismo de la iniciativa imparte miedo y aprensión. Hay poco en este mensaje de mejora que sea atractivo si lo decimos así: cuando hablamos de reducir costos, escuchan: "saquen gente"; cuando hablamos de mayor eficiencia, escuchan: "trabajen más y más rápido"; cuando hablamos de los beneficios de hacer más con menos, escuchan: "hacé más y mejores productos, pero no esperes nada que te compense"; cuando les damos una conferencia sobre la necesidad de reducir el desperdicio, escuchan: "ustedes están haciendo su trabajo desperdiciando recursos".

¿Y nos preguntamos por qué no saltan de entusiasmo después de una charla introductoria de dos horas?

¿Cómo comunicar mejor el propósito de los sistemas de mejora?

A pesar de todo esto, he comprobado decenas de veces que las prácticas de Lean, TPM, Six Sigma y equipos autodirigidos, son muy amigables para todo el personal, logran aumentar la agilidad de las compañías y crean nuevas capacidades y entonces, ventajas competitivas. Por encima de todo, los sistemas de mejora logran reducir la frustración de las personas en el trabajo.

La lista de problemas y eventos que frustran a los supervisores y operadores diariamente es larga. Herramientas que no se encuentran o no funcionan. Información que se recibe tarde o nunca. Equipos y herramientas que son inadecuados para el trabajo. Averías. Cambios constantes en el planeamiento. Pedidos apresurados y acelerados innecesarios. Materiales por debajo del estándar. Ayuda inadecuada de personas y departamentos que se supone son “de soporte”.

Los métodos de mejora abordan todos y cada uno de estos problemas y muchos otros.

Nuestro mensaje a gerentes, supervisores, operadores y empleados es que los sistemas de mejora son un enfoque para reducir las frustraciones que experimentan rutinariamente cuando mueven materiales, información y productos a través de los procesos de la compañía.

El programa de mejora estará funcionando cuando se sientan menos frustrados, cuando regresen a casa con una sonrisa y sensación de logro en lugar de abrumados por el agotamiento físico y emocional.

Y entonces, ¿Qué podemos hacer?

¿Podremos hacer algo con estas malas denominaciones de un muy buen conjunto de herramientas y conceptos? Cambiarle el nombre es una opción limitada, me parece. Lo he intentado con mis propios clientes; a veces pega, a veces no.

Sin embargo, creo que podemos cambiar la forma en que hablamos y enseñamos métodos y conceptos de mejora. Es cierto que demasiado de lo que se dice y se escribe refuerza las connotaciones negativas. Debemos empezar diciendo que Lean no se trata de reducir personal, ni TPM de que los operadores hagan el mantenimiento y que los equipos autodirigidos se deberán ganar la mayor autonomía.

Podemos decir que los sistemas de mejora son un conjunto probado de herramientas y filosofías que permite desde gerentes a operadores trabajar mejor, que cuando se comunica e implementa correctamente funciona extraordinariamente bien y que aumenta la satisfacción del cliente hasta extremos insospechados.

 


miércoles, 3 de mayo de 2023

NBA: Giannis Antetokounmpo ¿Cómo definimos el éxito y el fracaso?


Declaraciones de  Giannis Antetokounmpo tras eliminación 1a ronda PlayOffs 2023.

Giannis Ougko Antetokounmpo es un baloncestista griego-nigeriano que pertenece a la plantilla de los Milwaukee Bucks de la NBA. Con 2,13 metros de altura, juega en la posición de ala-pívot, pero debido a su gran versatilidad es capaz de jugar tanto de alero como de pívot.

lunes, 1 de mayo de 2023

PRIMERO DE MAYO: ALGO QUE MAS QUE CELEBRAR Y PROTESTAR

 


Por Guillermo Ceballos Serra

El 1 de mayo es conocido en todo el mundo como el Día Internacional del Trabajador, también conocido como el Día del Trabajo o el Día de los Trabajadores. Esta fecha se celebra en muchos países y tiene sus raíces en los movimientos laborales del siglo XIX en los Estados Unidos y Europa.

En 1884, la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL – American Federation of Labor por sus siglas en inglés) convocó a una huelga general para el 1ro de mayo de 1886 para exigir la jornada laboral de ocho horas. La huelga tuvo un gran éxito en todo el país, con decenas de miles de trabajadores que se unieron a la lucha.

Sin embargo, el 4 de mayo de 1886, se produjo un trágico incidente en Chicago conocido como la Revuelta de Haymarket. Durante una manifestación pacífica en la Plaza Haymarket, una bomba explotó y mató a varios policías. La policía respondió disparando a los manifestantes, matando a varios y causando muchos más heridos.

El incidente de Haymarket fue utilizado por las autoridades para reprimir el movimiento laboral y los sindicatos, y varios líderes laborales fueron encarcelados o ejecutados. En honor a los mártires de Haymarket, el Congreso de la Segunda Internacional Socialista en París en 1889 declaró el 1ro de mayo como el Día Internacional del Trabajador en memoria de los trabajadores que lucharon y murieron por sus derechos.

Desde entonces, el 1ro de mayo se ha convertido en un día de protesta y celebración en casi todo el mundo para los trabajadores y sus derechos.

En Argentina, durante su segundo mandato, el Presidente Hipólito Yrigoyen dictó el decreto del 28 de abril de 1930 instituyendo el 1ro de mayo como día festivo: “Siendo universalmente tradicional consagrar el 1° de Mayo como descanso al trabajo, el Poder Ejecutivo de la Nación decreta: Declarase día de fiesta en todo el territorio de la República el 1° de Mayo”.

Mas allá de las celebraciones y marchas de protestas en el mundo, seria conveniente tomar la oportunidad para reflexionar sobre los cambios sociales y tecnológicos que impactan cada segundo en nuestras sociedades a fin de actualizar la legislación a fin de recoger los nuevos fenómenos y modalidad de trabajo, de modo de armonizar el desarrollo económico, el acompañamiento en las transiciones y los derechos básicos de los trabajadores.

Estos cambios están creando nuevos desafíos y replanteos en materia laboral que deben ser abordados de manera efectiva para asegurar una transición justa y equitativa hacia una economía más digital y sostenible. Algunos de estos desafíos son:

  1. La automatización y la inteligencia artificial: la automatización y la inteligencia artificial están reemplazando gradualmente a los trabajadores en una amplia gama de industrias y ocupaciones. Esto puede resultar en la pérdida de empleos y cambios significativos en la forma en que trabajamos. Es necesario abordar estos desafíos mediante la reeducación y el reciclaje laboral.
  2. La economía gig: el aumento del trabajo autónomo y los trabajadores independientes, una nueva generación que plantea desafíos al cuestionar la supuesta protección laboral estatal que no es tal y una supuesta representación sindical anclada en el siglo XX después de permanecer 20/30 años apoltronada en en sus escritorios que no comprende lo que pasa bajo sus pies.
  3. La flexibilidad laboral: los trabajadores están buscando cada vez más una mayor flexibilidad en su trabajo. Esto puede ser beneficioso para los empleados, pero también puede ser explotado por los empleadores para reducir los costos laborales. La síntesis podría ser: flexibilidad si, productividad si, explotación no. ¿Alguna idea?
  4. Inclusión: Seguir trabajando en políticas y prácticas para que las personas se sientan valoradas en su trabajo.
  5. Las transiciones laborales: Abordar las transiciones laborales de manera efectiva, tarea que recae tanto en cabeza de empleados, empresarios y estado.

·   Educación y capacitación: Upskilling y reskilling para adquirir las habilidades necesarias para mantener y encontrar empleos en los sectores emergentes de la economía.

·    Apoyo financiero: Programas de desempleo y los programas de capacitación pagados, pueden ayudar a los trabajadores a superar los períodos de transición laboral.

·  Planificación a largo plazo: es importante que los trabajadores, los empleadores, sindicatos y los responsables políticos planifiquen a largo plazo para anticipar los cambios en el mercado laboral y adaptarse a ellos. Esto puede incluir inversiones en educación y capacitación, programas de desarrollo económico regional y esfuerzos para fomentar el espíritu empresarial y la innovación.

·    Protección laboral: Los trabajadores que se enfrentan a una transición laboral deben tener acceso a la protección laboral adecuada, incluyendo seguro de salud con plazos razonables de vencimiento para fomentar el interés por la reinserción. 

Estamos, como nunca antes, viviendo tiempos de destrucción creativa del empleo. Concepto que se atribuye al economista Joseph Schumpeter, quien en 1942 publicó el libro «Capitalismo, Socialismo y Democracia» quien desarrolló con profundidad la teoría de cómo el capital empresarial se trasladaba en el tiempo desde los sectores más susceptibles hacia aquellos con mejores perspectivas.

El proceso es exponencialmente dinámico,  hay motivos para recordar, protestar y esencialmente para pensar como afrontaremos el futuro.