AGOSTO 2025

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lunes, 19 de mayo de 2025

KAI-FU LEE: Experto en IA. ¿Cómo la inteligencia artificial ayudará a los profesores?



Kai-Fu Lee es uno de los mayores expertos mundiales en inteligencia artificial. Presidente de Sinovation Ventures y expresidente de Google China, el ejecutivo taiwanés también ha sido parte de los equipos de Apple, SGI y Microsoft. En su último libro, 'Superpotencias de la inteligencia artificial: China, Silicon Valley y el nuevo orden mundial', analiza cómo los grandes avances teóricos en inteligencia artificial han producido prácticas aplicaciones que están a punto de cambiar nuestra vida.

En este vídeo, Kai-Fu Lee analiza cómo las nuevas tecnologías pueden mejorar la labor educativa y el trabajo de los profesores. Crítico con la falta de adaptación tecnológica en las aulas, Lee sostiene que "la educación debería ser reiniciada". El experto asegura que, al integrar la inteligencia artificial en las aulas, "el profesor podría ahorrar hasta un 40 o un 50 % de su tiempo". El científico taiwanés apuesta por invertir ese tiempo en las relaciones interpersonales, "ese es el futuro de la educación", sostiene. Y para que los niños estén preparados para un futuro laboral en el que la tecnología tendrá un gran impacto, propone un nuevo foco de la educación: "Deberíamos centrarnos en las tres C: curiosidad, pensamiento crítico y creatividad".

martes, 15 de abril de 2025

SANTIAGO BILLINKIS: Enseñar y aprender en la era de la inteligencia artificial




La inteligencia artificial llegó para reescribir la manera en que enseñamos y aprendemos. 

En un nuevo episodio de AI Conversation, Ramiro Sanchez, Sr Director de Marketing para Google Latinoamérica y Santiago Bilinkis, emprendedor y tecnólogo, exploran el futuro del conocimiento en un mundo impulsado por IA. 

¿Qué habilidades serán fundamentales? ¿Cómo podemos aprender mejor? 

La IA generativa presenta nuevas oportunidades para la educación formal, incluyendo la personalización del aprendizaje, la evaluación de contenidos y la exploración de nuevas didácticas. Y ambos comparten claves para aprovechar Gemini al máximo en el proceso educativo.

domingo, 23 de marzo de 2025

TECNOLOGÍA: MOTOR DE LA HUMANIDAD

 

Por Guillermo Ceballos Serra

La tecnología ha sido, desde los albores de la civilización, el gran motor del progreso humano. No es solo un conjunto de herramientas o inventos, sino la fuerza impulsora que ha permitido a nuestra especie trascender sus limitaciones naturales y transformar el mundo que la rodea. A través de la innovación, hemos conquistado territorios, superado enfermedades, expandido nuestro conocimiento y redefinido nuestra forma de vivir. En este recorrido, la tecnología no solo ha sido un reflejo de nuestra creatividad y necesidad de adaptación, sino también un factor clave en la evolución de nuestras sociedades.

Imaginen por un momento que despiertan en un mundo sin tecnología. No hay luz eléctrica, no hay teléfonos, no hay internet. No hay automóviles ni aviones. Incluso el concepto de escritura, una de las primeras tecnologías humanas, no existe. Estamos de vuelta en un tiempo en el que la única forma de transmitir conocimiento es de boca en boca, y donde la supervivencia depende exclusivamente de la fuerza física y la adaptación al entorno.

Suena imposible, ¿verdad? Y, sin embargo, hace miles de años, la vida era así. La historia de la humanidad es la historia de la tecnología. Desde que un grupo de nuestros ancestros aprendió a usar herramientas de piedra, cada avance ha sido un peldaño en la escalera del progreso. Hemos domesticado el fuego, creado la rueda, construido civilizaciones y, en el proceso, hemos redefinido constantemente lo que significa ser humano.

Pero ¿qué es realmente la tecnología? 

Muchas veces pensamos en ella como algo moderno, como computadoras, robots o inteligencia artificial. Sin embargo, la tecnología no es solo lo digital. Es cualquier aplicación del conocimiento para resolver problemas y mejorar nuestras vidas. Desde las herramientas más simples hasta los sistemas más complejos, la tecnología es el puente entre la imaginación y la realidad, entre la necesidad y la solución.

La tecnología no es solo algo que creamos; es algo que nos transforma. Nos da nuevas formas de comunicarnos, de entender el mundo y de extender nuestras capacidades más allá de nuestros propios límites físicos e intelectuales. Cada avance tecnológico cambia nuestra forma de vivir, de trabajar y de relacionarnos, generando nuevas oportunidades, pero también nuevos desafíos.

A lo largo de la historia, la tecnología ha generado visiones opuestas sobre su impacto en la humanidad. Los tecno-utópicos creen que el avance tecnológico resolverá todos los problemas sociales y económicos, llevando a una era de abundancia y bienestar sin precedentes. En el otro extremo, los tecno-pesimistas advierten sobre los peligros del progreso descontrolado, desde la automatización que desplaza empleos hasta la inteligencia artificial que podría escapar de nuestro control. Entre ambos extremos, los tecno-optimistas reconocemos los desafíos, pero confiamos en la capacidad humana para dirigir la tecnología de manera responsable y aprovechar su potencial para mejorar la vida de las personas.

En este contexto de cambio constante, surge una pregunta clave: ¿quién es responsable de capacitar a los trabajadores para mantenerse al día con la evolución tecnológica? La respuesta no es única. Por un lado, las empresas tienen el deber de invertir en la formación de sus empleados, no solo para aumentar su productividad, sino porque su propia supervivencia depende de ello. En un mundo donde la tecnología redefine constantemente los modelos de negocio, las organizaciones que no capaciten a su gente quedarán rezagadas frente a aquellas que sí lo hagan. Sin embargo, también recae en cada uno de nosotros la responsabilidad de mantenernos actualizados y desarrollar nuevas habilidades. En un entorno laboral en constante transformación, la empleabilidad ya no depende solo de lo que sabemos hoy, sino de nuestra capacidad de aprender y reinventarnos continuamente. 

Este concepto, conocido como learnability o capacidad de aprendizaje, se ha convertido en una de las competencias más valoradas en el mercado laboral. No se trata solo de acumular conocimientos, sino de ser capaces de adaptarnos rápidamente a los cambios y adquirir nuevas habilidades según lo requiera el contexto. La educación no termina con un diploma; se convierte en un proceso vitalicio

Hoy tenemos la suerte de explorar este universo fascinante, entendiendo cómo la tecnología ha evolucionado a lo largo del tiempo y cómo se divide en diferentes categorías que impactan nuestra vida cotidiana. Desde la tecnología médica que salva vidas hasta la biotecnología que revoluciona la agricultura, desde la inteligencia artificial que transforma la economía hasta la exploración espacial que nos lleva más allá de nuestro planeta, veremos cómo cada una de estas áreas nos ha traído hasta aquí y nos llevará al futuro.

La tecnología es mucho más que herramientas y dispositivos; es la manifestación del ingenio humano. Y la gran pregunta que debemos hacernos no es solo qué podemos crear, sino qué queremos lograr con ello. Porque, al final, la tecnología no define quiénes somos… somos nosotros quienes definimos lo que la tecnología puede llegar a ser.


sábado, 9 de noviembre de 2024

EL ITS: UN TÍTULO DE VIDA QUE NO SE APRENDE EN LAS AULAS

 


Por Ignacio Imaz, CEO & Co Founder - CRUCIJUEGOS

Hace unos años, alguien me preguntó si había hecho un MBA o un Máster. En ese momento, me quedé callado. Me dio un poco de vergüenza, porque no tenía ese título que muchos buscan. Así que, con una sonrisa, simplemente no respondía.

La verdad es que, cuando terminé el colegio y mencioné que quería estudiar ingeniería industrial, me dijeron algo que todavía resuena en mí: “Si querés estudiar, hacelo de noche, porque de día te necesito trabajando.” Y así fue. En vez de seguir el camino convencional, opté por este camino: de día, trabajo; de noche, estudio. Con el tiempo, empecé a llamarlo mi propio “ITS”.

Algunos me miraban raro cuando mencionaba esto. Unos pocos me preguntaban qué significaba, y ahí les explicaba que el “ITS” era un título que no se encontraba en las universidades: “Ir a Trabajar Seguido.” Aprendí en el mejor lugar, la vida misma, enfrentando desafíos desde temprano, trabajando más de 10 horas por día y aprendiendo del resto, absorbiendo experiencias.

No quiero decir con esto que estudiar no es importante, todo lo contrario. Pero si en algún momento el tiempo no te lo permite, siempre se puede aprender de cada experiencia que se te presenta.

Esos años fueron el mejor “máster” que pude haber hecho. Un “ITS” que me formó para la vida, porque a veces, las lecciones más valiosas no vienen de un aula, sino del día a día.

¿Qué es el ITS? 

“Ir a Trabajar Seguido.” Un título que no lo da una universidad, pero que enseña tanto o más.