Por Olga Valle - Directora de Alianzas Corporativas para América Latina y Caribe de TECHO
ERRADICAR LA POBREZA EXTREMA, el primer objetivo de
desarrollo del milenio.
El presidente del Grupo del Banco Mundial, JimYong Kim, explicaba que “para poner fin a la pobreza extrema, el ingente número de personas muy pobres tendrá que disminuir en 50 millones de personas cada año hasta 2030. Esto significa que 1 millón de personas tendrán que salir de la pobreza cada semana durante los próximos 16 años”
El presidente del Grupo del Banco Mundial, JimYong Kim, explicaba que “para poner fin a la pobreza extrema, el ingente número de personas muy pobres tendrá que disminuir en 50 millones de personas cada año hasta 2030. Esto significa que 1 millón de personas tendrán que salir de la pobreza cada semana durante los próximos 16 años”
¿Es posible esto?
Apelando al positivismo, me atrevería a decir que SI.
Sin embargo este SI es un largo recorrido de muchos SI’s.
¿Queremos acabar con la pobreza?
¿Estamos dispuestos desde nuestra posición a unirnos a
esta causa?
¿Reconocemos a las personas en situación de pobreza
como protagonistas para liderar esta lucha?
¿Puedo luchar por la superación de la pobreza desde mi
condición de persona natural?
¿Cómo funcionario público puedo aportar a las acciones
para ponerle fin a la pobreza?
¿Podemos como representantes de personas jurídicas
sumarnos al combate contra la pobreza?
La respuesta a todas estas preguntas es: SI.
Es por eso que TECHO trabaja en conjunto con otros
actores de la sociedad para superar la situación de pobreza en asentamientos en
la que viven los 113,4 millones de personas en Latinoamérica.
Uno de estos actores, son las EMPRESAS PRIVADAS. Las cuales están formadas por muchas personas
que hicieron el recorrido del SI y hoy en día están dispuestas a unirse a la
causa de TECHO, son nuestros principales aliados para impulsar los programas en
las comunidades.
En 2014 1.374 viviendas fueron construidas con 14.050
voluntarios de distintas compañías, CEOs, Secretarias, Gerentes, Vendedores,
Directores Ejecutivos, Recepcionistas y demás colaboradores participaron de las
224.800 horas en las que se trabajó de la mano con las familias en la
construcción de soluciones habitacionales.
Trabajar con una empresa implica trabajar con su
marca, con su logo, con sus recursos económicos, sus contribuciones en especies
y sus servicios especializados. Pero también significa trabajar con sus
colaboradores, con sus valores, con su historia, ya no con el ejecutivo de saco
y corbata, sino con el voluntario corporativo que usa jean camiseta para ir a trabajar junto a la
comunidad, que el día de mañana no sólo habrá oído hablar de datos estadísticos
sobre pobreza sino que pudo ver y conocer los rostros de esas cifras, reconoce
con nombre y apellido a las personas que sus derechos les están siendo
vulnerados en miles de asentamientos precarios.
Y por eso ese colaborador de la
empresa, ya no vuelve el lunes siendo el mismo que era cuando partió a la
comunidad, sino que ha creado vínculos con el barrio, la organización y con la
empresa. Encuentra a través del voluntariado una vía para ejercer ciudadanía,
genera sentimiento de pertenencia hacia una compañía que promueve prácticas
socialmente responsables que respetan al individuo e incentivan el desarrollo
comunitario.
Invitamos a empresas de todos los rubros y
sectores que realicen inversiones
sociales en las comunidades como parte de su política de sustentabilidad,
responsabilidad social corporativa, acciones sociales empresariales o bajo
cualquiera de los nombres que adopta el concepto de lograr un nuevo modelo de
actuación en el que se crea un valor compartido entre la compañía y el barrio, que
permita a las empresas ser reconocidas como actores sociales miembros de una
comunidad.
Tenemos la firme convicción de que las mismas compañías
que figuran como principales agentesdel desarrollo tecnológico y económico en
los países, pueden ser a su vez inductores fundamentales del desarrollo social
y de procesos irreversibles de dignificación de las personas.
Nuestro objetivo es promover el encuentro empresa –
comunidad, y ser un canal, a través del cual la realidad en la que viven miles
de familias sea visibilizada en todas las esferas corporativas.
Cuando llegamos a una empresa, también intentamos
llegar a su universalidad. Al abanico de stakeholders: su público, sus proveedores, sus accionistas y colaboradores.
Tenemos un mensaje claro que transmitir:
la situación precaria en las comunidades de Latinoamérica es urgente, dar una
solución no puede esperar. Y esta solución sólo puede ser provista gracias
a la cohesión de todos los actores de la sociedad que han hecho el recorrido
del SI y están dispuestos a unirse al trabajo por la superación
de la pobreza en los asentamientos de nuestro continente.
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