DICIEMBRE 2024

miércoles, 22 de marzo de 2023

XV ANIVERSARIO


Por Guillermo Ceballos Serra

Quiero compartir con la estimada RED de amigos, colegas y visitantes que hoy celebro 15 años lanzamiento de este espacio que se ha convertido en un lugar de encuentro para muchos que buscan ideas clásicas, ideas nuevas, información o conocimiento en diferentes áreas de la gestión de personas.

Desde su creación, este blog ha sido posible gracias al apoyo esencial de los invitados, amigos y colegas, que han aportado su experiencia y conocimiento en cada uno de los artículos que hemos publicado a lo largo de estos años.

Quiero agradecer a todos los que nos han acompañado durante todo este tiempo y nos han motivado a seguir trabajando para ofrecer temas de interés.

Hace 15 años había menos blogs sobre RRHH, hoy son mayoritariamente de empresas o consultoras, que hacen un trabajo maravilloso y bastantes menos los individuales.

Nuestro camino fue algo diferente, optamos por abrir el espacio a colegas y amigos apasionados por lo que hacen. Es un blog de nicho porque se centra en temas de management y talento humano, pero también es un blog “comunitario”, ya que mucho del contenido proviene de colegas invitados o de quienes me alcanzan sus artículos espontáneamente y así no tiene que caer en mi la responsabilidad exclusiva de proveer contenidos, lo que creo lo hace mucho mas interesante.

Quiero recordar especialmente a Jorge Mosqueiraquien fue columnista de La Nación, Profesor en la UBA y en la Universidad de La Matanza. Ocupó gerencias de áreas vinculadas a los Recursos Humanos en empresas de primer nivel, además de desarrollar su actividad como consultor desde su propia firma, Mosqueira & Asociados. Publicó dos libros, La empresa más allá de las recetas y La trastienda del trabajo.

Fue un maestro y estoy de seguro de no equivocarme en manifestar que cuenta con la admiración y reconocimiento de toda la comunidad de recursos humanos por sus constantes contribuciones. Hasta hoy sigue siendo quien mas contribuyó con sus artículos a este espacio.

Por último, quiero agradecer profundamente a mi hija Lucía, que tuvo la idea, insistió, motivó y me familiarizó con la herramienta; sin su persistencia, este espacio no hubiera nacido.

Estoy feliz y agradecido por llegar a este importante aniversario y espero seguir contando con su apoyo en los próximos años. ¡Gracias por el acompañamiento en este viaje!

Te invito a dar una vuelta por sus contenidos.

 

sábado, 11 de marzo de 2023

DIVERSIDAD E INCLUSIÓN: DESAFÍOS Y CONDUCTAS QUE DEFINEN LA CULTURA


Por Guillermo Ceballos Serra

Todas las personas tienen derecho a crear en el ámbito privado, sociedades, asociaciones, clubes o grupos de interés que compartan sus valores y creencias sin que nadie tenga derecho a cuestionarlas en tanto no afecten a terceros.

Es posible que estos grupos puedan tener un leve crecimiento y subsistir, aunque sean rígidos en sus valores e intereses. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la rigidez excesiva en los valores y la falta de apertura a nuevas ideas y perspectivas pueden limitar el crecimiento y la sostenibilidad de estos grupos a largo plazo.

Si una asociación de personas que militan un feminismo radical se limita a aceptar solo a personas que compartan exactamente las mismas creencias y valores, es posible que no puedan atraer a otras personas, también feministas, que tengan diferentes experiencias y perspectivas, imaginemos feministas contrarias al aborto o que busquen una relación armónica con los hombres. Del mismo modo, un club de fumadores de cigarrillos podría ser visto como excluyente y poco saludable para aquellos que fuman habanos o en pipa ya que no tragan el humo.

Es importante que estos grupos, encuentren un equilibrio entre mantener sus valores y atraer a nuevos miembros que puedan enriquecer el grupo con sus ideas y experiencias. La apertura a nuevas perspectivas y la capacidad de adaptarse a los cambios pueden ser clave para el crecimiento y la sostenibilidad de estos grupos.

Desafíos de la diversidad e inclusión

La diversidad e inclusión son temas cada vez más importantes en la sociedad y por supuesto, en las organizaciones. La diversidad se refiere a la variedad de características que poseen los individuos que forman parte de una organización, como su género, edad, origen étnico, orientación sexual, religión, discapacidad, entre otros. Por su parte, la inclusión se relaciona con la creación de un ambiente donde se valora y respeta la diversidad y se garantiza la igualdad de oportunidades para todos los miembros de la organización.

En la actualidad, muchas empresas reconocen la importancia de la diversidad e inclusión y han implementado políticas y programas para fomentarlos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, existen limitaciones y desafíos al intentar llevarlas a la práctica.

 

Desafío I: ¿Hasta dónde llega la diversidad e inclusión? ¿Hay un límite?  ¿Debería haber un límite? ¿Cuál es el límite? ¿Qué características son relevantes y cuáles no?

Estas preguntas pueden resultar difíciles de responder, ya que la diversidad es amplísima y la inclusión puede tener diferentes interpretaciones y el límite varía según la organización y la cultura en la que se encuentra.

Reconocer la diversidad, no es sinónimo de tolerancia hacia cualquier tipo de comportamiento o actitud. Si bien es importante valorar y respetar las diferentes creencias religiosas, no se debe tolerar comportamientos extremistas o violentos en nombre de la religión. Del mismo modo, aunque es importante valorar y respetar la diversidad de opiniones políticas, no se debe tolerar la violencia o el acoso en nombre de una determinada ideología política.

La diversidad no se limita a las características visibles de las personas. La diversidad de pensamiento es crucial y es fuente de innovación y creatividad para la organización. Sin embargo, la diversidad de pensamiento es más difícil de identificar y valorar que la diversidad de género o de origen étnico. Por lo tanto, las organizaciones deben considerar todas las formas de diversidad y no se limiten únicamente a las características visibles.

 

Desafío II: El equilibrio entre Diversidad & Eficiencia

Aunque el objetivo final de la diversidad e inclusión es lograr un ambiente laboral equitativo y justo para todos, algunas veces puede haber conflictos entre la diversidad y otros objetivos empresariales. Una empresa puede tener dificultades para encontrar un equilibrio entre la contratación de personas de diversos orígenes y habilidades y la necesidad de contratar a las personas más calificadas para determinados puestos. En algunos casos, esto puede significar que se sacrifique la diversidad en beneficio de la eficiencia.

Las cuotas pueden ser útiles para facilitar que una organización tenga una diversidad adecuada, pero no son una solución a largo plazo.

Las organizaciones deben adoptar un enfoque balanceado en cuanto a la contratación, promoción y retención de talentos, bajo el paraguas de la inclusión.

 

Desafío III: ¿Qué características de diversidad priorizamos?

Las organizaciones enfrentan la necesidad de priorizar ciertas características por encima de otras a la hora de seleccionar. Una organización podría priorizar la diversidad de género en sus contrataciones y descuidar otras características como la diversidad de pensamiento o la diversidad de origen étnico. Esto podría llevar a una falta de diversidad real y limitar las oportunidades para las personas que no cumplen con los criterios prioritarios.

La diversidad y la inclusión no deben ser tratadas como una tarea más que se debe cumplir en la organización. Esencialmente, no se trata de cupos ni cuotas, se trata de personas que deben ser tratadas como tales en toda circunstancia. D&I son valores fundamentales que se deben integrar en todos los procesos y decisiones para garantizar que todas las personas, independientemente de cualquier característica, tengan las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo dentro de la organización.

La inclusión, contribuye también a mejorar el clima laboral y a reducir la discriminación y el acoso en el lugar de trabajo en todas sus formas. Una cultura inclusiva promueve el respeto y la colaboración entre los miembros de la organización, lo que facilita la productividad y el rendimiento.

 

Desafío IV: Valores subyacentes

Por mucho que se valore la diversidad, las organizaciones no pueden desatender su cultura y sus valores subyacentes, son su ADN, su esencia, lo que quisieron construir sus fundadores y lo que pretenden sostener sus accionistas. Nos encontramos entonces con que es posible que algunas características de la diversidad no sean compatibles con la cultura y los valores de la organización.

Una organización que promueve la igualdad de género obviamente enfrentaría dificultades para admitir a alguien que tiene creencias o actitudes misóginas.

Para garantizar la diversidad de pensamiento sin perder la cultura y los valores subyacentes, se pueden seguir algunas estrategias:

  1. Comunicar claramente los valores y la cultura de la organización: es importante que todos los miembros de la organización comprendan los valores y la cultura que se quieren mantener y que se comuniquen con pasión, elocuencia y frecuencia.   
  2. Promover la inclusión y la diversidad: se deben establecer políticas y prácticas que promuevan la inclusión y la diversidad de opiniones, experiencias y perspectivas en la organización.
  3. Fomentar el diálogo y el respeto: fomentando espacios de diálogo y discusión donde se pueda debatir de manera respetuosa y constructiva.
  4. Ser flexibles y abiertos al cambio: Significa estar dispuestos a adaptarse y cambiar en función de las necesidades y circunstancias cambiantes de la organización y del entorno en el que se desenvuelve.

 

Desafío V: Valores y conductas

Las organizaciones deben asegurarse que las políticas, conductas y prácticas de la organización reflejen los valores y objetivos establecidos. Deben ser transparentes, coherentes y asegurarse de que todos los empleados se adhieran a estos estándares.

Para encarnar sus valores en la práctica diaria, es decir, en comportamientos específicos, las organizaciones pueden tomar en cuenta algunos pasos prácticos como:

  • Definir claramente los valores fundamentales:  de manera simple y sencilla de entender por todos los colaboradores.
  • Identificar comportamientos específicos que reflejen estos valores: Si el valor es la integridad, los comportamientos podrían ser: respetar la confidencialidad, ser honesto, cumplir las promesas y compromisos, predicar con el ejemplo, etc.
  • Comunicar los comportamientos a los empleados: Los empleados deben saber exactamente lo que se espera de ellos. Esto puede hacerse a través de reuniones, capacitación y comunicados por todos los medios corporativos disponibles.
  • Mensurar el desempeño: Estas medidas pueden incluir evaluaciones de desempeño, retroalimentación de los clientes, encuestas de satisfacción de los empleados.
  • Premiar los comportamientos positivos: Estas recompensas pueden incluir incentivos económicos, reconocimientos públicos, oportunidades de desarrollo.
  • Enfrentar los comportamientos negativos: Esto puede implicar medidas disciplinarias, capacitación adicional, incluso la terminación del empleo en casos extremos.

Podemos crear organizaciones a nuestra imagen y semejanza, donde todos sus miembros compartan nuestros gustos y caprichos, pero difícilmente crezcan. Si nuestro mencionado club de fumadores de cigarrillos se convierte simplemente en un club de fumadores o irónicamente de “contaminadores del medio ambiente por consumo de tabaco”, seguramente dará cabida a muchos más, conservando el “fit cultural” de amor por el tabaco y evitando encerrarse en la “pureza ideológica o valorativa”.

Las organizaciones no pueden escapar al mandato de crecer y ello implica tanto conservar lo que son, su esencia, pero con suficiente apertura a considerar nuevas ideas y realidades.

 

miércoles, 8 de marzo de 2023

EN EL DIA DE LA MUJER: MARIQUITA SÁNCHEZ DE THOMPSON

 


Por Guillermo Ceballos Serra

Mariquita Sánchez de Thompson es una de las figuras más destacadas de la historia argentina, y su legado sigue vivo hasta nuestros días. Esta mujer adelantada a su época luchó por sus derechos y por la libertad individual en una época en la que las mujeres tenían pocas oportunidades y estaban subordinadas en todos los aspectos de la vida.

Mariquita nació en Buenos Aires en 1786, en el seno de una familia acomodada. Desde joven mostró un gran interés por la cultura y la literatura y se educó en Europa, donde tuvo la oportunidad de conocer las ideas y los movimientos intelectuales y políticos más destacados de la época.

A su regreso a Argentina en 1809, Mariquita comenzó a organizar tertulias literarias y culturales en su casa, que se convirtieron en un lugar de encuentro para los intelectuales de la época. En estas reuniones se discutían temas políticos, sociales y culturales y se generaban debates que influirían en el pensamiento de los participantes. Lo que no estaba permitido a las mujeres en público lo concretó en el ámbito privado de su propia casa.

Pero Mariquita no se conformó con ser una anfitriona de las reuniones de debate. También participó activamente en la lucha por la independencia de Argentina, y colaboró con los líderes patriotas en diversas ocasiones. Su compromiso con la causa de la independencia fue una constante a lo largo de su vida, y su ejemplo inspiró a muchas otras mujeres a luchar por sus derechos y por la igualdad de género.

Uno de los episodios más destacados de la vida de Mariquita fue su juicio de disenso, en el que desafió las convenciones sociales y legales de la época para defender su derecho a elegir su propio destino. Cuando sus padres quisieron casarla con un hombre que ella no quería, Mariquita decidió emprender un juicio de disenso para poder casarse con la persona que ella había elegido.

"Por aquel entonces, la Real Pragmática sobre Hijos de Familia, que regía en todas las posesiones españolas desde 1778, establecía que los hijos de “blancos” menores de 25 años sólo podían casarse contando con el consentimiento de sus padres, tutores o encargados. Esta muestra del despotismo “ilustrado” no tuvo una aplicación pacífica y dio lugar a los llamados “juicios de disenso”, por los cuales los novios buscaban que la autoridad diese el permiso negado por los padres, o rechazase la imposición de un matrimonio no deseado". 1

El proceso judicial fue largo y difícil, pero finalmente Mariquita logró obtener el permiso para casarse con quien quería, el marino de guerra Martín Thompson. Este hecho fue muy destacado en la época, ya que era poco común que una mujer desafiara las convenciones sociales y legales de la época para defender su derecho a elegir su propio destino.

Pero la personalidad de Mariquita va mucho más allá que la primera interpretación del Himno Nacional en su domicilio, su participación política, de su lucha por sus derechos y su independencia. Esta mujer realmente empoderada por mérito propio, se destacó por su inteligencia, su cultura y su carácter y se convirtió en una figura emblemática de la vida cultural y social de Buenos Aires en el siglo XIX.

 

1- El Historiador

MEMORIAS DE UN RUNNER LABORAL

 


Por Guillermo Occhipinti, Conferencista, Capacitador, Guionista. 

Top 10 HR Influencers 2022  Autor de Zombie Part Time ¿Esta es la vida laboral que querías? Tour 2022-2025.

No recuerdo con precisión lo que estaba haciendo hace 24 años atrás. Intrascendente. Para esa época tenía una meta obsesiva, rendir las últimas materias de la Licenciatura en Administración de Empresas y marcharme hacia Italia. Así comenzó mi Maratón 30 kilómetros atrás. Inconsciente. El primer tramo los recorrí con desparpajo, casi como un rocker adolescente, me sobraba oxígeno y una precaria planificación.

Ya entrado en el kilómetro 2, me preocupé. Sabía dónde quería llegar, pero corría con miedo, preocupado y angustiado. Al mismo tiempo desbordaba en energía y constancia. Estas cualidades prevalecieron y en el kilómetro 3 ordené y le di forma a mi maratón. Muy rudimentario, primero fue músculo y después cerebro.

¿Qué enseñanzas me dejaron los primeros 30 kilómetros? Recuerdo más los festejos que las penurias. La actitud positiva más que mis miedos. La red, fue mi mayor activo, es decir, gente maratonista que tan gentilmente me ayudó y guio.

Hoy comencé el kilómetro 30, la gente runner lo denomina: El Muro. Momento en donde comienza la entrega, el agotamiento, la falta de energía. Lo construye nuestro propio organismo y la causa principal es el sistema que se utiliza para obtener energía. Agotada la cantera de reservas de glucógeno pasamos a las reservas de grasa de nuestro cuerpo. Ese cambio de fuente de energía genera fatiga. Gran analogía.

El muro se puede derribar. Si hiciste una buena preparación de resistencia muscular, te otorgará inmunidad natural. También puedes disciplinar y engañar al cerebro: “Vas a llegar” “Lo vas a lograr” “¿Quién me mandó a correr? ¡Vos mismo y lo estás logrando!” “Ahora te pido llegar hasta el próximo kilómetro” (jamás decirle: faltan 12 k) “¿Viste que pudiste?”.

Si venís mal preparado, te pido que no te juntes con personas quejosas, son Zombies Part Time (laborales) que te quieren contagiar para que abandones tu carrera. Ellos tienen un manual de increíbles y fascinantes excusas. Si no lo experimentaste, créeme, se van a acercar a tu carrera con más intensidad en el kilómetro 17 (40 años) y no van a claudicar hasta el kilómetro 42,195 (tu retiro). Lo central es tu fortaleza mental y rodearte con gente positiva, porque el Maratón Profesional está para disfrutarse, aún en los fracasos puntuales.

Esta carrera es particular, se corre contra uno mismo, con el objetivo de estar bien y hacer el bien, bienestar. Para mi cerebro, no hay primeros o segundos. A veces me pasan las celebrities, es decir los keniatas y etíopes de mi profesión, me confunden y hasta me generan sentimientos de envidia, pero me ordeno rápido. ¿Vos queres esa carrera? ¿Tenes esas habilidades? ¿Queres ser parte del mainstream? ¿Recordas como queres llegar a la meta? Hay que tener a mano las preguntas que te ubican y te hacen fuerte.

Corro para ayudar, para aprender, para superarme y para divertirme. A veces vuelvo a ser el rocker adolescente, pero ahora integrado a un plan. Las presiones sociales no me hacen mella (casi). A veces se me acerca gente con buenas intenciones que me dice, ¿no sos muy disruptivo? ¿no tenes miedo de perder trabajos? Ya sos senior (viejo). Es sólo cambio de energía, hay que pasar el muro. ¿Quién me quita lo recorrido? ¿Por qué no arriesgarme en estos últimos 12 kilómetros?  Lo importante es darle forma a tu marcha en cualquier momento, aún en un cambio de fuente energética. Por mi parte, se dónde quiero ir, no sé con lo que me voy a encontrar.

 

sábado, 4 de marzo de 2023

"NO HAY PROBLEMA": A 35 AÑOS DEL ESTRENO DE "ALF", UN PERSONAJE QUE FUE PIONERO DE LA INCLUSIÓN Y LA DIVERSIDAD

 


Por Pablo Mendez Shiff. Periodista freelance que escribe en medios de comunicación, nacionales e internacionales en inglés y español.

La periodista Maia Debowicz asegura que la historia del extraterrestre no pierde vigencia porque trata un tema universal, "ser el diferente, no encajar en la sociedad".

 

Como Los Autos Locos o El Chavo del 8ALF es uno de esos consumos culturales asociados a la infancia que se mantienen vigentes tras décadas de haber sido estrenados y que parecen dar pie a un enorme caudal de referencias y recuerdos a pesar de que en realidad tuvieron una duración acotada.

En el caso de la historia del alienígena nacido y criado en el planeta Melmac que cayó por accidente en la Tierra, tuvo solamente 102 episodios distribuidos a lo largo de cuatro temporadas. El 22 de septiembre se cumplieron 35 años del estreno de una historia que, más allá de los avances tecnológicos que se fueron dando en la industria audiovisual, todavía tiene cosas para decir.

Estrenada en 1986 en la cadena NBC de Estados Unidos y cancelada el 24 de marzo de 1990, ALF llegó a la Argentina recién en 1988. ALF debe su nombre en inglés a "Alien Life Form” (Forma de vida Extraterrestre en español o Amorfismo Lejano Fantástico”, como quisieron adaptarlo). Pronto, se convirtió en uno de los programas más queridos y recordados por las audiencias.

Son muchos los argentinos que aún hoy recuerdan el famoso latiguillo de “No hay problema” y sus huellas se pueden ver desde la profundidad de los temas que tocó hasta en la propia industria televisiva local. No se podría pensar, por ejemplo, en la historia de Dibu (Mi familia es un Dibujo, Patagonik/Telefe, 1996) sin reconocer la influencia de la serie creada diez años antes por Paul Fusco y Tom Patchett.

Así como las telenovelas derivaron de las radionovelas y estas a su vez del folletín, el origen de ALF tiene que ver con el teatro de marionetas, con ET de Steven Spielberg con Los Muppets y con las sitcoms norteamericanas. El humor con el que la serie abordó temas como la soledad, la incomprensión y el duelo en un formato apto para todo público sobrevivió en programas animados como Los Simpsons y Padre de Familia.

Regalo del cielo

Las cosas parecían andar bien en el planeta Melmac, un lugar lleno de criaturas de pelo largo y tupido, hasta que a todos sus habitantes se les ocurrió conectar sus secadores en el mismo instante y generaron un cortocircuito letal.

Melmac estalló en mil pedazos y solo unos pocos lograron escapar a bordo de naves espaciales. Uno de ellos fue ALF, que en realidad se llamaba Gordon Shumway y fue rebautizado de esa manera por Willie, el padre de su nueva familia, su familia humana, que lo cobijó en el garaje (y sobre todo en la cocina) de su casa suburbana en Estados Unidos.

Había amor y contención, sí, pero también ocultamiento y miedo a la amenaza del afuera, a las reacciones que podrían tener los vecinos o familiares al encontrarse con una criatura que venía literalmente de otro planeta.

La criatura extraterrestre de 230 años y ocho estómagos se incorporó a la familia tipo de los Tanner de una manera que obligó a que todos cedieran un poco para aprender del otro.

ALF tuvo que aprender que en la Tierra no podía seguir devorando su plato favorito, los gatos, y así pudo trabajar en una relación de amistad con el gato de los Tanner, Suertudo.

Los humanos, por su parte, recibieron consejos y lecciones del nuevo integrante que tenía muchas cosas de adulto y muchas cosas de niño; era como un adolescente con dos siglos de experiencia sobre sus hombros peludos.

La adaptación a escenarios nuevos, el miedo a la soledad, la discriminación a los que son diferentes a la mayoría son algunos de los temas que se abordaron en la serie desde el humor y la ciencia ficción en clave familiar.

ALF logró abarcar una serie de asuntos sensibles sin caer nunca en la pedantería de levantar el dedo para bajar línea: he ahí una de las claves de su éxito imperecedero.

Para Maia Debowicz, periodista y autora del libro Costumbres de otro planeta (Indie Libros, 2020), el universo de ALF “sigue y seguirá vigente porque trata un tema universal: ser el diferente, no encajar en la sociedad”.

“Esa premisa puede ser interpretada de mil maneras más allá de que ALF sea un extraterrestre, desde una mirada sobre la inmigración o, sin dudas, con identidad queer. El señalado, quien se tiene que esconder, aquel que es considerado un monstruo o una amenaza para la supuesta normalidad. El peso queer de ALF no reside solamente en que el protagonista de la serie es un monstruo sino en que el show transmite desde la primera temporada que la familia se elige”, le dice la autora a Clarin.

Se puede decir que de alguna manera ALF fue parte de la familia de Debowicz desde que se encontró por casualidad con un capítulo de la serie en su televisor de 24 pulgadas. Maia tenía seis años cuando vio en ese ser alienígena a un aliado, a alguien que le mostraba que no había nada malo en no acoplarse a la norma.

Por esa época, su cuerpo estaba recubierto de pelos como consecuencia de un tratamiento hormonal para frenar un crecimiento acelerado. Eso, sentía, la hermanaba con ALF de una manera insondable, casi personal.

“Conocer al personaje me hizo sentir menos sola, ya no era la excepción porque había un otro que tenía problemas parecidos a los míos. El sentimiento de soledad es ajeno al lugar de origen, también a la especie. Por eso ALF nos atravesó como un rayo a tantos de nosotros”, cuenta.

A partir de esa fascinación infantil y desde la mirada adulta de una especialista es que Debowicz analiza ahora el valor de la serie como una historia que colaboró para dar un mensaje de inclusión y diversidad.

La serie, además, se involucró en temas espinosos para la sociedad norteamericana como la pobreza y la austeridad de la presidencia de Ronald Reagan durante la que fue emitida. “ALF retrata el desempleo que había en Estados Unidos a mediados de los '80, las personas que vivían en la calle y las dificultades para llegar a fin de mes. La familia Tanner habla constantemente de dinero, de cómo ajustarse. La economía estadounidense es un conflicto permanente en el show”, apunta Debowicz.

Esta también puede ser una pista para entender el arraigo del programa en la audiencia argentina. Acostumbrados a oscilar entre crisis económicas, las penurias de la familia Tanner no nos resultan tan ajenas.

Todo concluye al fin

A pesar de haber logrado construir un universo narrativo tan amplio como sólido, el proyecto de ALF terminó en marzo de 1990. La cadena NBC resolvió cancelar la historia al finalizar la cuarta temporada principalmente por temas presupuestarios. “Se canceló porque era un show muy caro debido a las exigencias técnicas”, cuenta Debowicz.

“Cada vez que ALF se movía de lugar, el equipo debía cambiar las posiciones de iluminación y cámara. Para filmar cada episodio de treinta minutos el elenco tenía que estar presente entre veinte y veinticinco horas, dividido en dos días”, explica.

Es que en la mayoría de las escenas el personaje principal era literalmente una marioneta maniobrada por Fusco, el creador del show, y eso hacía que los tiempos de grabación fueran muy extensos.

En algunas ocasiones, cuando había que mostrar el cuerpo completo del alienígena, un actor de bajísima estatura se ponía un disfraz bastante caluroso para convertirse por un ratito en el alienígena de Melmac.

Desde el fin de la serie, se pudo ver a ALF como personaje invitado en otros programas, en su propio show animado y hasta en una película que pasó sin pena ni gloria. Sin embargo, a pesar de esos traspiés sigue presente en nuestra cultura.

ALF trasciende la serie y por eso poco importa que haya terminado en 1990, está presente en las conversaciones cotidianas y cada vez que comemos espárragos. Sin embargo, es hora de que alguna plataforma ofrezca las cuatro temporadas. Ver la serie en orden es clave para comprender el crecimiento del personaje”, pide Debowicz.

Hace cinco años, cuando se cumplieron treinta años de su desembarco en la Tierra, le preguntaron a Paul Fusco, el titiritero, el creador de la criatura, cómo sería ALF si tuviera que vivir en el siglo XXI. “Estaría probablemente un poco más contaminado, más enojado. El mundo es un lugar diferente, se ha vuelto mucho más loco desde 1990. Tal vez necesitemos a ALF más que nunca”. 



Publicado en Diario Clarín el 28/09/2021.