DICIEMBRE 2024

miércoles, 27 de mayo de 2020

STEVE JOBS Think different / Crazy ones / Best marketing strategy ever!



Here’s to the crazy ones, the misfits, the rebels, the troublemakers, the round pegs in the square holes… the ones who see things differently — they’re not fond of rules… You can quote them, disagree with them, glorify or vilify them, but the only thing you can’t do is ignore them because they change things… they push the human race forward, and while some may see them as the crazy ones, we see genius, because the ones who are crazy enough to think that they can change the world, are the ones who do.

DE BOTES, BARCAZAS Y CRUCEROS FANTASMAS




Por Fabricio Kaplan - Vice President Human Resources Global R&D – Unilever - Roterdam



Estamos viviendo una experiencia trágica e inédita. Terrible y dramática, con consecuencias difíciles de imaginar. Una experiencia que nos une, y nos separa, en una dimensión y escala nunca antes vista por nuestra contemporaneidad.
Escuché decir: No estamos en el mismo bote, pero sí, esta vez, estamos todos juntos en la misma tormenta.

Las dimensiones de esta tormenta, como el clima, son difíciles de predecir. Este tsunami, esta ola inicial nos llega e impacta a todos, pero no lo hace de la misma manera. La ola posterior, la que regresa aún con más fuerza, la del impacto en la economía, la recesión, y sus consecuencias laborales y sociales, es difícil de comprender acabadamente, aunque todo hace pensar que continuará profundizando las diferencias y las desigualdades a las que lastimosamente nos hemos ido acostumbrando. 

La pandemia global condensa tragedia y disrupción en todas sus dimensiones. Una profunda e inconmensurable pérdida que empuja a un duelo colectivo, y que la propia pandemia ha trastocado. En algunos casos la pérdida real de familiares, amigos, compañeros de trabajo, sin ceremonias ni posibles despedidas; en otros, pérdidas de otra materialidad aunque no menos trágicas, la de millones de personas desempleadas, sin las coordenadas que sostenían su cotidianeidad, sin su espacio de trabajo, y sin los lazos sociales que los sostenían: una otra forma de intemperie.

En su reverso, la vida sigue encontrando resquicios para continuar, nuevos nacimientos, personas creando y encontrando soluciones, colaborando, adaptándose activa y creativamente, aplicando su inteligencia y sensibilidad a los nuevos problemas que nos trae esta crisis. 
Múltiples desafíos, infinitos barcos, botes, barcazas, para atravesar esta tormenta.

El mundo en dos
La pandemia, indudablemente genera en la vida de las personas un impacto de dimensiones difíciles de asir en tiempo real. Sin embargo, a lo largo de estos, a la vez breves pero muy largos meses, hemos podido constatar la aparición de ciertas paradojas y tensiones de una naturaleza inédita.

Miedo y encuentro
El virus es el otro, el potencial asesino, el transmisor de la enfermedad, al que debo temer y evitar,  pero, y esta es la clave central de este tipo de lógica que funciona al modo de un espejo: ese otro, soy yo para los otros. Esto es lo real, el miedo real de la pandemia.
Definamos con mayor precisión: la regla es la distancia física, difícil de llevar, pero es física. Una importante dimensión de nuestras vidas sin dudas. Sin embargo, la distancia de los cuerpos, ¿acaso podría no ser afectiva y vincular?

Personalmente, una vez recuperada cierta distancia de la gran ola inicial que inundó de fragilidad nuestras vidas, comencé a notar otra forma de conexión con aquella gente que quiero y aprecio. Esto se hizo aún más visible en mi trabajo, con mis colegas y equipo. Nunca participé en tantas reuniones y conversaciones laborales donde la primera pregunta haya sido: ¿Cómo estás? ¿Cómo la vas llevando?
¿Será posible una distancia que nos una más? ¿Que nos haga más solidarios y despierte mayor empatía? ¿Que promueva mayor colaboración y conexión?

Intemperie y repliegue
La pandemia nos interpela como sociedad y, por ende, mide a cada quien. Sabremos estar a la altura de los desafíos que presenta? Aquellos que han sido golpeados por la crisis de manera temprana y aquellos a los que la retirada  de la ola ( del virus) golpeará de manera inevitable, convocan a una respuesta. Nuestro trabajo individual y como sociedad será urgente: armar un escenario donde nuevos y diferentes espacios vitales, productivos y vinculares tengan lugar.
A la escena de la intemperie, debemos incorporar la del repliegue.  En los hogares, se va dibujando una nueva arquitectura, los espacios han ido cobrando otras funciones y usos, trazando un espacio más fluido y continuo, sin las transiciones del salir y del volver, del viaje hacia el trabajo y el fin de la jornada. Las micro escenas se suceden: Las tensiones de la cotidianeidad, los espacios versátiles, los niños y su aprendizaje, las sorpresas mutuas que trae la cercanía a lo que es el quehacer del otro, el disfrute del tiempo compartido y también el exceso de las demandas mutuas.

Claro está que el repliegue, con todas las facetas que presenta, es un lujo que muchos no pueden o eligen no darse. Son incontables las historias de aquellos que desde el “frontline” le hacen frente a la intemperie de este escenario trágico: en los hospitales, en las fábricas, en los centros de distribución, etc. Todos aquellos que garantizan los servicios esenciales, trabajando para combatir el virus y para mantener al mundo funcionando. Los medios nos han acercado las imágenes de innumerables first reponders, cayendo agotados en sus lugares de trabajo, separados de sus seres queridos y de su cotidianeidad, trabajando y dejando literalmente la vida, para atender la crisis.

Una nota central, merece la situación en los países en vías de desarrollo, cuyas economías informales presentan un dilema de difícil resolución: si me quedo encerrado no llevo el pan a mi casa, si salgo me contagio… y contagio a mi familia.
Nunca hemos vivido esta tensión, esta relación tan íntima entre el trabajo, la vida y la muerte. 

Moviéndonos un poco más al mundo del trabajo.
1- Siempre me ha asombrado los recursos que tenemos los seres humanos para enfrentar las crisis, la resiliencia, la creatividad y la innovación para enfrentar lo desconocido, adaptarnos y resolver los problemas de formas nuevas y creativas. La disrupción en su cara amable, amplificando lo mejor que tenemos. Mucha gente haciendo maravillas, con coraje, con amor e invención. Ya mencioné a los héroes en la intemperie trabajando incasablemente, otros muchos desarrollando nuevos productos para abastecer las nuevas demandas, transformando espacios productivos, readecuando maquinarias para producir respiradores, desinfectantes, máscaras, PPE, etc.  

2- La colaboración dentro y fuera de las organizaciones. Un propósito común frente a la tragedia, y quizás la tan anhelada realización de que sólo colaborando podremos salir más fuertes y más rápido de esta encrucijada. ¿Valdrá la pena preguntarnos por qué precisamos de esta tormenta para darnos permiso a esta ‘baja de las defensas’ que habilitan mayor colaboración e interacción? Las preguntas por la causa suelen dejarnos sin respuesta. Lo cierto, y quizás esto sea lo más relevante, es que, corridos del lugar de preservación de lo propio, y por ende de rivalidad con el otro, un escenario radicalmente distinto se abre lugar. Encuentro en esta pérdida y difuminación de los bordes, hacia dentro y hacia afuera de las organizaciones, una oportunidad para profundizar un ecosistema de colaboración que genere un salto en la integración de nuestro trabajo y coloque el propósito común y compartido como el nuevo motor de nuestra tarea.

3- Me encuentro trabajando desde mi casa, y mi sensación es la de trabajar en dos dimensiones, en 2D, en el plano de la pantalla, me encuentro mediatizado por lo virtual. Sin dudas me falta una dimensión clave, que no es tan sólo física, es la de la conexión casual, la de la cultura, la que influencia y da forma, la que sucede entre reuniones, la de la magia que surge en los bordes y en el encuentro y el diálogo casual.

4- El desdibujamiento de los bordes entre los espacios laborales y personales: sus dificultades, desbalances, tensiones, así como también, la belleza de integrar a nuestras familias, de vernos más humanos, con interrupciones y hermosas disrupciones. Me viene a la memoria, aquél video que se volvió viral ( por lo inusitado que presentaba), en el que un hombre que estaba siendo entrevistado por una cadena de noticias, era ‘interrumpido’ por sus pequeños hijos, mientas se veía ingresar al espacio donde el entrevistado desarrollaba la video call, a su mujer intentando ‘solucionar’ el problema. ¡Cuánto ha cambiado en estos meses! Hasta hace poco nos llamaba la atención esta escena, provocándonos una mezcla de risa e incomodidad.  Hoy es parte de nuestras vidas y nos genera ternura y mayor conexión.

5- El lugar de trabajo como organizador de la vida de la gente ha explotado por los aires. Y creo su lugar en el futuro merece ser repensado de forma radical. Muchas compañías, en mayor o menor medida venían experimentando con sus bordes, con el ‘flex work’ y el ‘Home office’. Ciertamente, algunas compañías estaban mejor preparadas desde la cultura, infraestructura y herramientas digitales para confrontar este período. Eso implica que, ante esta situación, la productividad se vea menos afectada que si esto hubiese sucedido hace, tan sólo, 10 años atrás. ¿Como serán los espacios de trabajo a futuro? ¿Sera necesario 'ir a la oficina'? ¿Por qué y para hacer qué? ¿Qué formas tomarán las relaciones en los nuevos escenarios? El lugar tradicional del jefe, aquel que controla al otro y al espacio, parece terminar de revelar su agotamiento. Si aún quedan resabios de sus tiempos de gloria, esta nueva escena decreta el fin de su reinado. La ocasión que se nos abre para pensar, en clave de ecosistemas, es la emergencia definitiva de un nuevo liderazgo: un liderazgo que integre los bordes y multiplique las conexiones, más humano, con propósito, que construya desde la confianza, la colaboración y el respeto a la diversidad.  

 Aspiro a que esta aceleración ayude a transformar de forma positiva el rol del trabajo en nuestras vidas, también deseo que este aspecto más 'humano' de la crisis, esta nueva sensibilidad, se quede para siempre.

¿Una nueva normalidad…o un nuevo comienzo?

Hay quienes dicen que esta crisis no traerá muchas novedades en el mundo del trabajo, que tan sólo le dará mayor velocidad y aceleración a lo que ya estaba, una oportunidad para catalizar, en un corto tiempo, transformaciones que hubiesen llevado otro ritmo en la vieja ‘normalidad’.  
¿Volver a la normalidad? ¿Qué significa eso? ¿Una nueva normalidad? ¿En qué condiciones? 

Personalmente no me gusta la idea de volver a una nueva normalidad. En principio, porque si se trata de regresar, será indicativo que no le habremos dado lugar a lo nuevo. Me parece más interesante la invitación a avanzar, a pensar y construir desde y por lo nuevo, a ser mejores, a integrar nuestras vidas, rescatando los valores del cuidado, de la empatía, y de la conexión humana. Esta es la verdadera apuesta, y quizás la posibilidad de un nuevo comienzo.


UNA MIRADA POSITIVA DE LOS CAMBIOS QUE DEJA LA CUARENTENA...




Por Enrique Parborell.  Socio & Director de Estrategia & Transformación Digital | Expositor de Estrategia Digital en Digital House | Columnista

1) Por renovar el Sistema Educativo generando contenidos audio visuales, para personas con distinto tipo de aprendizaje y rompiendo con los horarios rígidos hasta la cuarentena.

2) Por romper con el horario laboral de 8hrs a 17hrs o de 9hrs a 18hrs, con origen en la Revolución Industrial, que nos obligaba a producir contenido y comunicarnos en ese lapso de tiempo, cuando ahora podemos producir sólos en casa y luego juntarnos para compartir y enriquecernos con el contacto social. Ahora no será necesario viajar hacinados en un subte, tren o colectivo porque los horarios serán un "blend" entre lo presencial y lo remoto.

3) Por acelerar, como nunca en la historia, la Transformación Digital de nuestros paradigmas mentales y de los procesos.

4) Por generar millones de nuevos puestos, en nuevos trabajos como "Moderador de reuniones digitales", "Animador de fiestas x Zoom" o "Diseñador de Viajes con Realidad Aumentada", etc., etc.

5) Por forzar a millones de compañías a vender por canales digitales, algo que muchos, postergaban con excusas

6) Por acelerar la Telemedicina, dejando de cuestionar una consulta remota, y permitiendo que sea un primer paso para una derivación o simplemente una visita que requiera un contacto, y automatizando el proceso de prescripción que tanto se pedía.

7) Por permitir la votación electrónica en el Congreso, y evitar el desplazamiento innecesario de diputados y senadores para una sesión parlamentaria.

8) Por disparar la discusión en el Poder Judicial que expone que no puede pararse las decisiones si los fiscales y jueces no van físicamente a un juzgado

9) Por fomentar inversiones en salud y poblaciones de riesgo, por parte de filántropos como nunca en la historia

10) ... y finalmente, una personal que me tocó vivir, por habilitar conversaciones familiares que hace mucho no teníamos que nos fortalecen como familia, y extraponlándolo, como sociedad

Salud Covid-19!!!

lunes, 25 de mayo de 2020

FLASH LABORAL ARGENTINA - Mayo 2020


FLASH LABORAL ARGENTINA - Febrero 2020 de Guillermo Ceballos Serra

Síntesis mensual de novedades laborales de Argentina.
Monthly summary of argentinean labor relations news

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viernes, 15 de mayo de 2020

WEBINAR: REPENSANDO LA FUNCIÓN DE RECURSOS HUMANOS



Este fue el 5to webinar realizado el 5/5/2020 en el marco del  Programa Encuentro Internacional de Innovación de IBKIN - International Bureau of Knowledge and Innovation.

sábado, 2 de mayo de 2020

LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA DEL CAMBIO



Por Guillermo Ceballos Serra

"Estás viajando a través de otra dimensión, una dimensión no solo de la vista y el sonido, sino de la mente; un viaje a una tierra maravillosa cuyos límites son los de la imaginación. Hay una señal más adelante. Tu próxima parada, la dimensión desconocida", con estas palabras Rod Sterling, creador y presentador de la seria anunciaba el inicio de los capítulos de la primera temporada de The Twilight Zone en octubre de 1959, algo más de 60 años.

La serie, considerada “de culto” con toda justicia, abordaba en cada uno de sus episodios, historias de ciencia ficción de toda índole, desde fantasías naif o futuros distópicos, pero que como en las fábulas, dejaba una moraleja de carácter ético o alguna lección a aprender en función de las respuestas del género humano a ese fenómeno anormal que no debiera haber ocurrido.

Hoy nos toca vivir uno de esos escenarios tétricos que a veces imaginamos sin posibilidades de ocurrencia, sólo que ahora es presente. Un presente muy vivo y lamentablemente con muchos muertos.

Es este periodo único en 100 años, nos toca, como género humano, dar respuestas y adoptar comportamientos únicos, ya que no existe una persona con experiencia previa.  Estamos atravesando una zona de penumbra, nuestra “twilight zone”, dónde veremos si seremos capaces simplemente de sobrevivir o de emerger más humanos.

Las crisis, más allá del consabido ideograma chino, que dice que crisis es sinónimo de oportunidad, omite curiosamente, que las crisis en el mundo de los negocios, efectivamente son oportunidades, pero para pocos o al menos no para todos. Son oportunidades para quienes están preparados en el momento y en el lugar adecuados, como también para quienes tienen una gran capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias.

Ahora bien, las crisis pueden ser, aunque sea difícil verlo, oportunidades para todos, cuando tenemos oportunidad de aprender algo, de crecer como personas y aportar valor al prójimo.  Tienen además, la virtud de poner al descubierto lo mejor y lo peor de las personas, sin el filtro de la hipocresía y los buenos modales de ocasión. Por eso cuando hay un accidente, que roban a los cadáveres, mientras que otros, ayudan a los heridos a riesgo de sus propias vidas.

El mundo caminaba tranquilamente en modo “business as usual”. La grandes consultoras internacionales suelen presentar al final del año o en enero del siguiente sus predicciones para la economía y diferentes sectores de la industria. En ninguna (al menos de las que he revisado) encontramos el impacto de una eventual pandemia (ni aún considerando el tema con posibilidades remotas de ocurrencia). 

La única predicción acertada haya sido la que surge de “Global Adviser Predictions – January 2020”, de la consultora francesa IPSOS, que justo es decir, no son conclusiones de sus analistas, sino el producto de una encuesta global efectuada en 33 países, sobre 22512 entrevistas realizadas entre el 26 de noviembre y el 6 de diciembre de 2019.  El 78% de los encuestados entiende que “la gente en el pasará más tiempo on line que mirando TV”.

Lo mismo podemos decir de las predicciones para 2020 para el área de recursos humanos, tanto globales como domésticas.

Mas allá de las alertas tempranas de un Bill Gates o del ex presidente Obama, el mundo no contaba con ninguna hipótesis de pandemia ni un plan de contingencia o gestión. Por tanto, estamos experimentando la mayor Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad como jamás en la historia humana.

Experimentamos contradicciones personales impensadas, aplaudimos a los médicos todas las noches, pero si alguno se enferma pedimos la expulsión del edificio donde vive. Asimismo, experimentamos una solidaridad y cambios culturales inimaginados.  Desaparecieron Mickey, Donald y Pluto y reaparecieron animales impensados en las geografías urbanas.

Muchas veces el horizonte parece negro, imaginamos más dificultades que las existentes y las por venir.  Quizás la única alternativa superadora sea encontrar sentido, encontrar nuestro propósito personal y quizás colectivo si fuera eso fuera posible, visualizar un norte que guíe al modo de poder aportar valor en nuestro metro cuadrado de influencia.

En esto tiempos volví a tener presente a  Viktor Frankl y su libro El Hombre en Búsqueda de Sentido.  Frankl era  neurólogo, psiquiatra, filosofo, austriaco y judío. Motivo por el cual fue enviado a los campos de concentración de Dachau y Auschwitz. Perdió toda su familia.
En los momentos más terribles, se propuso, tratar de sobrevivir, ayudar a otros y tratar de aprender algo en medio del horror. Mientras lo hacía, se imaginaba que daba una charla sobre la psicología del campo de concentración en la universidad de Viena.

Es considerado el padre de la logoterapia, que entiende a la voluntad de encontrar sentido es el mayor factor motivador del ser humano. Plantea que cuando no podemos modificar la realidad, si podemos cambiar nuestra actitud frente al problema.

Mucho hemos hablado en estos meses de lo que cambiará el día después, en los negocios y el las distintas funciones. ¿Cuál será la nueva normalidad? No quiero repetirme, simplemente creo que lo que debería sobrevenir es una revalorización y re-significación de lo esencial de lo humano, las relaciones sociales y  nuestro lugar en el mundo.

“Solo somos una raza avanzada de monos en un planeta menor de una estrella muy normal. Sin embargo, podemos comprender el Universo. Eso nos convierte en algo muy especial”[1] , espero que podamos aprovecharlo y que sea aquí y no en la dimensión desconocida.



[1] Stephen William Hawking.

WEBINAR: REPENSANDO LA FUNCIÓN DE RECURSOS HUMANOS



Los invito el próximo 5 de mayo al 5to Webinar del Encuentro Internacional de Innovación : “REPENSANDO LA FUNCIÓN DE RECURSOS HUMANOS” que estará a mi cargo.
Los interesados pueden sumarse sin costo desde: https://bit.ly/2xLae1D o desde desde http://ibkin.org