NOVIEMBRE 2024

domingo, 29 de septiembre de 2013

LA GENERACIÓN Y… ¿ESTA EN TODAS PARTES?


Por Guillermo Ceballos Serra

Hace poco tiempo fui invitado a un desayuno con colegas a cargo de recursos humanos a fin de intercambiar ideas sobre la Generación Y, especialmente,  para conocer las prácticas que cada uno estaba utilizando en sus organizaciones y los resultados que esperaban obtener de las mismas.

Debo confesar que a pesar de que es un tema que he analizado y escrito con anterioridad, algunas experiencias de los colegas me sorprendieron y quedaron dando vuelta en mi cabeza, con la certeza, (quizás la única) de que el tema no está agotado.

Cuando intentamos describir a los integrantes de la generación Y, decimos:
  • Están acostumbrados a convivir con inseguridad.
  • Ambos padres trabajan
  • Fueron criados rodeados de tecnología.
  • Hiperconectados 24 horas al día.
  • Buscan el conocimiento en la web
  • Son adolescentes sin disciplinar, sin socializar, tienden a no respetar la autoridad, no poseen filtro en lo que dicen y hacen.
  • Toda su vida debe girar en torno a su gusto personal y su comodidad.
  • Son individualistas, necesitan menos, viven con menos o al menos eso creen.
  • Todo está vinculado al gusto personal y la utilidad.
  • Son impacientes. Todo su entorno es en tiempo real. Todo es “streaming”.
  • Toman decisiones en tiempo real y exigen inmediatez en las respuestas y en los resultados.
  • Viven plenamente el presente.
  • Buscan balance entre su vida personal y el trabajo.
  • Prefieren la empleabilidad a la estabilidad en el empleo.
  • Valoran el diálogo de igual a igual, lo ven como el mejor reconocimiento.
  • Son exigentes en temas como el tipo de tareas que se les asignen.
  • Paradoja de la Generación Y: Por una parte cuentan con mayor y mejor educación; han viajado bastante y se encuentran cultural y tecnológicamente conectados en un mundo global, pero por otra parte, siguen viviendo con sus padres y tienen problemas para equilibrar sus presupuestos personales.
Estas son algunas de las múltiples características que pueden asignarse a este grupo de personas, que son ya de conocimiento común, al punto que las he escogido entre todas las enunciadas en el listado que asigna Wikipedia a la expresión.

Siempre he sostenido que, así como los verdaderos Baby Boomers son los nacidos en los Estados Unidos, entre 1945 y 1960, porque allí florecieron los patrones socio culturales que les dieron nacimiento y por extensión se extiende este “rotulo”, a todos los nacidos en esa época en todas las geografías que comparten esos valores; lo mismo ocurre con la Generación Y.

Los integrantes plenos de la generación Y, no son los nacidos en un país determinado, sino los nacidos con “algo” determinado: solvencia económica familiar, que es justamente la mención de la “paradoja” mencionada más arriba. Mayor y mejor educación, conocimiento del mundo, conocimiento de idiomas, alcance a los dispositivos tecnológicos de última generación. En definitiva, un respaldo económico que les permite renunciar a empleos cuando no les gustan las tareas asignadas o cuando no coinciden las fechas de sus vacaciones asignadas con lo que tenían planeado.

Sin duda, quienes comparten el rango etario y no cuentan con respaldo económico familiar suficiente (la inmensa mayoría de personas en todas partes), son también generación Y por extensión, porque comulgan los mismos valores aspiracionales  aunque no cuenten con la última tecnología ni hayan asistido a colegios bilingües. Claramente, les resulta mucho más difícil renunciar a un empleo porque simplemente lo necesitan.
Ahora bien, generalmente asumimos que la Generación Y elige la las posiciones que quiere ocupar. Pensamos que eligen posiciones con trabajos desafiantes, relacionados con la tecnología, con tareas realizadas desde el hogar, etc. ¿Es realmente así?

Si pensamos en Generación Y en sentido “amplio”, estos jóvenes también van a las fábricas, seguramente les toca trabajar en tareas parametrizadas, estandarizadas, con poco margen de decisión. ¿Renuncian a los trabajos cuando discuten con sus supervisores? Tienen horarios flexibles, trabajan desde el hogar?

¿Qué ocurrirá con todos esos puestos fabriles que ocupan babyboomers próximos al retiro? Que es de todos esos jóvenes que crecieron en el recuerdo de los despidos sufridos por sus padres? ¿Aprovecharán estas vacantes futuras? ¿Reconsiderarán estos trabajos como una opción viable para ellos? Sin duda, todos los empleos fabriles varían por tipo de industria y sin duda quienes estén capacitados se focalizarán en conseguir aquellos más atractivos y compatibles con sus valores.

¿Qué ocurrirá con los jóvenes con vocación gremial? ¿Cómo se adaptarán a un modelo verticalista como el imperante donde la autoridad no se discute y los tiempos tienden a ser eternos a la hora de concretar cosas, especialmente cambios? ¿Cómo se adaptaran los jóvenes delegados gremiales a lidiar con sus superiores?
¿Qué será de aquellos jóvenes con vocación militar? ¿Habrá interesados en incorporarse a las fuerzas armadas? o ¿Estaremos solo frente a una institución destinada a asegurar un salario mensual a quienes lo necesitan?

Si damos un paso mas, podríamos inclusive preguntarnos: ¿Qué será de los jóvenes con vocación religiosa? ¿Se incorporarán a las principales religiones estructuradas institucionalmente o se analizará la dismonución de las vocaciones religiosas?

Evidentemente existen más preguntas que respuestas (Tengo más preguntas que respuestas). Quienes tengan una verdadera vocación en todas estas áreas, sin duda generarán cambios paulatinos,  porque esa es la historia del progreso de la humanidad, se hará, ciertamente, como dice el poeta: camino al andar.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Guille, muy bueno tu columna sobre la generación "Y". Pienso que algunos que nacieron en esta generación pero no en países o regiones más desarrolladas, son generación Y... Y para cuando el agua corriente? Y para cuando el gas natural? Y para cuando el asfalto? Y para cuando la seguridad? Y para cuando se acaba el cepo cambiario? Y para cuando se blanquean los verdaderos números del indec? ... Y Y Y.... en esta generación Y entramos muchos argentinos...abrazo!
Santiago Olmedo