Por Matías Ghidini – Gerente General de Ghidini Rodil
¿Cómo conseguir el próximo
empleo? En cualquier momento de la vida, más allá de las condiciones
individuales, de las habilidades y conocimientos técnicos y de la trayectoria
laboral que se tenga, la búsqueda de trabajo siempre provoca un importante
nivel de estrés e incertidumbre. Más aún en situaciones coyunturales
crecientemente complejas y volátiles, de economía en recesión y amenazante
desempleo.
El primer y necesario paso de
cualquier búsqueda laboral exitosa es el autodescubrimiento y el análisis
individual. ¿Quién soy y cuáles son mis prioridades? Reconocerlas permite al
candidato crear un inventario de las competencias, habilidades y fortalezas con
las que cuenta para emprender el proceso. Este ejercicio de introspección
posibilitará al individuo determinar aquello que lo motiva y dirimir cuáles son
los aspectos particulares que considera fundamentales en un trabajo.
Finalmente, le dará la posibilidad de identificar las ideas que tiene respecto
de sí mismo como profesional, sobre el mundo laboral y sobre cada industria en
particular, y de reflexionar acerca de cómo estas creencias influyen sobre su
desarrollo profesional.
Es evidente cómo, en los últimos
años, la tecnología revolucionó las fuentes de ofertas laborales. Verdaderos
íconos de esta nueva ola, las redes sociales, como LinkedIn, ganaron notorio
protagonismo en el proceso de búsqueda laboral. Portales y medios de ofertas
laborales web, redes virtuales profesionales, contactos personales, consultoras
de recursos humanos especializadas en selección, universidades e instituciones
educativas y medios gráficos son los principales canales para buscar las
oportunidades laborales.
La experiencia individual y los
objetivos profesionales que se persiguen determinarán cuánto foco y energía
destinar a cada uno de ellos. Una vez identificados y seleccionados los medios,
lo más importante es ejecutar la estrategia de búsqueda laboral sistemática y consistentemente.
Para cualquier persona que busca
empleo, el armado del CV es usualmente uno de los primeros puntos a los que se
dedica. Sin embargo, con frecuencia se realiza esa tarea sin tener un
conocimiento adecuado acerca del objetivo del currículum ni del uso que los
reclutadores y las empresas le dan y de lo que esperan de él. El objetivo
principal del CV es captar la atención del reclutador, hacer que se interese en
el perfil del candidato y que quiera entrevistarlo para conocerlo de manera más
integral, ya que el currículum da una idea parcial del candidato porque no
muestra cómo se comporta o cómo se expresa.
Mientras que la información de la
postulación (CV, carta de presentación o datos ingresados en un formulario ad
hoc) permite al selector hacerse una idea inicial del candidato, la entrevista
posibilita un conocimiento más amplio de sus capacidades, conocimientos y su
potencial idoneidad. La entrevista es un factor decisivo para la contratación.
Contrario a lo que a veces se cree, no es un interrogatorio unilateral, sino
una oportunidad de mantener un diálogo con el selector. Por lo tanto,
corresponde que ambas partes compartan información y hagan preguntas.
Resulta evidente que el proceso
de encontrar trabajo requiere de planificación, metodología y mucha
perseverancia. Ahora, cuando se consigue finalmente el objetivo tan deseado,
¿qué sucede luego? ¿Cómo continúa la historia?
En repetidas ocasiones nos
enfrentamos a personas angustiadas por su falta de éxito en el proceso de búsqueda
laboral. Adjudican sus fallas a desconocer dónde encontrar las oportunidades,
cómo superar satisfactoriamente una entrevista laboral o cómo presentarse de
manera más atractiva ante quien selecciona. Sin embargo, usualmente soslayan y
omiten lo primero y principal: saber qué
quieren laboralmente.
No existe trabajo ideal para quien no tiene claro qué busca y desea en
su campo laboral. En rigor, el único y verdadero trabajo ideal es aquel en
donde uno encuentra pasión, propósito y sentido a su tarea de todos los días.
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