Por Alejandro Marchionna Faré, Presidente de Integra Negocios.
Miembro de la
Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School.
Secretario de la C.D. y presidente del Comité Académico del Instituto de
Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP).
En el
pasado he hablado de “Directorios borrosos”1 y he
generado cierta polémica con el concepto. En estos meses, como siempre, la
revista “The Economist”2 alimentó mis reflexiones sobre la
empresa borrosa con su artículo “La corporación borrosa3” en su
edición del 14 de enero de 2023 y su artículo “La empresa multipolar4”
en su edición del 18 de marzo de 2023, ambos en la sección Negocios de sus
respectivos números.
En el
primer artículo se argumenta que la tecnología digital está redibujando las
fronteras de la empresa. Señala otros cambios revolucionarios como la
Revolución Industrial, el uso de la electricidad, el outsourcing a China e
India.
La banda
ancha y aplicaciones como Zoom o Teams están permitiendo el trabajo remoto sin
mayores dificultades o pérdidas. Esto hace que las diferencias entre colaborar
con un colega, con un freelancer o con otra empresa se estén acortando. Las
empresas no están haciendo otra cosa que utilizar recursos que hoy están
disponibles como un pool para atender a la demanda: la nube, los recursos
profesionales.
El
retorno del eterno Ronald Coase y los límites borrosos de la empresa
El artículo
cita un paper de Ronald Coase5 escrito en 1937, titulado “La
naturaleza de la empresa6”. Una idea básica era que la empresa muy
pequeña se perdía economías de escala y la empresa muy grande incurría en muy
altos costos de coordinación. Su postulado era que las fronteras de la empresa
se definían por el trade-off7 entre los costos de transacción y
los costos de información dentro de la firma y entre distintas firmas.
El artículo
señala que entre los 1980s y los 2000s la globalización y el boom de IT
permitieron aprovechar mejor las economías de escala, pero también bajaron los
costos de comunicación y colaboración con otras empresas. Dos ejemplos de
focalización que surgieron fueron Degussa y British Aerospace que se
concentraron más en sus negocios de química y aeroespacio,
respectivamente.
Coase
describiría hoy una fuerza importante en la definición de la empresa, que es la
tercerización de trabajo y análisis a profesionales de cuello blanco. Como las
empresas han mejorado la medición del output de cada trabajador y se alejan de
la medición del tiempo empleado, esto ha llevado a que se genere un boom de
tercerización de este tipo de trabajos.
Habría que
notar que ya Charles Handy, profesor de la London Business School, había
hablado hace casi tres décadas de la organización federal, que erosiona y
absorbe el poder del centro de la organización, que resiste y no lo deja ir
voluntariamente8.
Usando
datos del censo económico y de empleo de los EE.UU., The Economist
comprobó que los empleos de tecnología, finanzas y servicios profesionales se
habían distribuido más hacia ciudades pequeñas y zonas rurales, en particular
después de la pandemia. Desde el cuarto trimestre de 2019, el número de empleos
en esas áreas en zonas rurales creció seis puntos porcentuales más que en San
Francisco y Nueva York…
El mismo efecto se está produciendo si se mira
cómo las empresas están cruzando las fronteras para tercerizar este tipo de
trabajos. Canadá es una ubicación muy popular para la tercerización por parte
de empresas de los EE UU. Cuatro de las top 10 empresas tecnológicas aumentaron
su empleo en Canadá en 180.000 trabajos entre 2016 y 2021, mientras que las
cuatro ciudades más importantes de EE UU sólo consiguieron 86.000 nuevos
empleos.
Por su parte, la firma Glints9 recluta
pools de recursos de ciertas zonas para generar masa crítica de personas que se
puedan conocer y construir cierta identidad de grupo; ese grupo de personas da
servicio a la misma empresa multinacional. MobSquad10 ubica
empleados capacitados para empresas de EE UU y los instala en Canadá que tiene
menos barreras a la inmigración. Estos equipos están en algún lugar entre
temporarios tercerizados y empleados full time.
La tendencia es creciente a tercerizar trabajos
a contratistas independientes incluso dentro de los propios EE UU. MBO Partners
estima que el número de trabajadores part-time independientes subcontratados
por las empresas en EE UU subió de 15 millones en 2019 a 22 millones en 2022.
Esta suba es paralela al desarrollo de plataformas como Taskrabbit (trabajos
rutinarios), Upwork (desarrollos en la web), Fiverr y Tongal (ambos para
producción de contenidos para medios sociales).
La tecnología también permite mayor uso de las
capacidades de otras empresas. Slack, una plataforma de mensajería, introdujo
en 2020 la capacidad de comunicarse con usuarios fuera de la propia
organización como si estuvieran integrados en la propia…
The Economist utilizó la metodología de los
economistas Katie Moon y Gordon Phillips para medir la intensidad de
outsourcing de una muestra de empresas cotizantes de EE UU y Europa, utilizando
sus estados contables publicados. El indicador aumentó de 11% en 2005 a 22% en
2022, en particular en empresas con crecimiento más acelerado como Apple o
Microsoft. Cuando las empresas crecen mucho y se complejizan apelan cada vez
más al outsourcing cambiando las fronteras de sus organizaciones, algo que
Coase hubiera predicho.
Los países se adaptan a esta realidad. Portugal
creó una visa especial para nómades digitales. Estonia tiene una ciudadanía
virtual (e-citizenship) especialmente útil para trabajadores de estos campos.
La propia Argentina tiene un tipo de cambio diferencial para ingresar los
dólares generados por trabajos facturados a clientes del exterior. Alberto
Cavallo11 y algunos colegas han concluido que la remuneración
de dichos trabajadores tiende a converger a nivel mundial, sin importar las
condiciones de cada país en particular.
La empresa multipolar
Para complicar las cuestiones un poco más, el
segundo artículo de The Economist señala que los conflictos geopolíticos, el
proteccionismo, las condiciones nacionales de algunos países y las
restricciones sobre las empresas de alta tecnología están haciendo cada vez más
difíciles la operación de ciertas compañías multinacionales.
Están siendo afectadas precisamente aquellas
organizaciones que más se beneficiaron de la globalización y la apertura de
mercados emergentes al comercio mundial. Estas empresas utilizan cada vez con
más intensidad patentes y software para asegurar un alcance mundial, pero no
dejan de ser globales.
Las primeras compañías occidentales que se
globalizaron en el siglo XVII fueron trading companies que
sentían las limitaciones de Europa para su crecimiento. Al comenzar el siglo
XX, el stock de inversiones directas extranjeras equivalía al 10% del PBI
mundial; a principios de los 2010s estaba en alrededor del 30% – del que un 78%
pertenecía a empresas occidentales. Las crisis recientes han bajado el valor
desde ese pico. Surgieron también multinacionales de orígenes diversos como
China, India, México, Brasil.
Las multinacionales de origen estadounidense
han reducido su número de filiales en el exterior. Los conflictos geopolíticos
y legislación más favorable han provocado un repliegue hacia los orígenes. Así
la inversión en fábricas en EE UU y en la Unión Europea ha tomado un ritmo de
fuerte crecimiento en los últimos años. Pero esto no quiere decir que el
mercado de México, China o la India no tengan importancia para esas
multinacionales.
Además, el talento y su costo diferente
en distintos lugares, provoca que haya interés de las grandes empresas en armar
polos de desarrollo en países que no son hoy la sede central de sus
operaciones. Todo esto lleva a pensar que la empresa del futuro no tendrá un
solo lugar en el que se concentrarán las decisiones. Una minera muy importante
y tradicional ya trabaja a escala global sin solución de continuidad desde
núcleos de competencia y decisión en Australia, EE UU y Canadá.
A modo de conclusión
Ronald Coase sigue tan vigente como cuando
escribió su paper en 1937 a sus jovencísimos 27 años de edad. Su método de
análisis nos puede ayudar para entender mejor qué decisiones tomar sobre el
alcance de las operaciones de nuestras empresas.
La variabilidad, la profundidad y la velocidad
de los cambios en los distintos sectores generan oportunidades de tercerización
para profesionales y empresas de servicios a nivel global. Esto debería
empujarnos a internacionalizar nuestro marketing y ventas; quizás en algunos
casos también nuestras operaciones. Pero no podemos tener empresas confinadas
en la Argentina o en un país determinado. Esto va mucho más allá de los
problemas macro que puedan tener países individuales y desmiente fuertemente
ese concepto tan remanido en la Argentina de que “la salida está en Ezeiza12”.
Muchas de esas oportunidades se aprovecharán
mejor si la empresa se ubica sobre un eje de apalancamiento sobre recursos
profesionales que son individuos nómades con gran movilidad personal y con
visión global, características más acentuadas que cualquier organización
establecida e incluso que en una start-up joven y vibrante tal como las
conocemos hoy…
Toda empresa con ambición global tendrá que
acostumbrarse a que habrá en su estructura polos de capacidades y decisión en otras
ubicaciones que no serán las del lugar de su fundación o de su sede
legal.
En síntesis: las empresas serán cada vez más
borrosas y difusas, para su conducción se requerirán líderes muy distintos de
los que hemos formado hasta ahora en las empresas y en las Escuelas de Negocio.
¡Qué lindo y enorme desafío!
1 Artículo publicado en
la newsletter del IGEP en junio 2021, como lectura de preparación
para la Jornada Técnica del IGEP del 8 de julio de 2021.
2 Publicación británica fundada en
1843.
3 “The fuzzy corporation” en
inglés.
4 “The multipolar company” en
inglés.
5 Economista
británico (1910-2013) que obtuvo el Premio Nobel en Economía
en 1991; fundador del enfoque “Law & Economics” es también
considerado el origen de la economía institucional.
6 Titulado en el original en inglés
“The nature of the firm”.
7 Relación
costo-beneficio, que ofrece un cierto provecho a cambio del
sacrificio de algún otro provecho.
8 En su libro “La edad de la insensatez”,
Ed. Limusa, 1985.
9Start-up de Singapur dedicado al reclutamiento
de profesionales a escala mundial.
10 Empresa basada en Canadá.
11 Profesor en Harvard Business
School.
12 Aeropuerto internacional de
Buenos Aires del que salen la mayor de los vuelos a EE UU y
Europa.
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