DICIEMBRE 2024

martes, 23 de julio de 2019

RP NEWS (Revista sobre Responsabilidad Profesional on line)


Muchas gracias a RPNews (Responsabilidad Profesional) por incluirme nuevamente en su Anuario.


lunes, 22 de julio de 2019

Dan Hushon: 6 Digital Trends Driving Business in 2019



As the world's an independent, end-to-end IT services company, DXC Technology (NYSE: DXC) helps digital transformation for clients by modernizing and integrating their mainstream IT, and by deploying digital solutions at scale to produce better business outcomes. The company’s technology independence, global talent, and extensive partner network enable 6,000 private and public-sector clients in 70 countries.

The company was formed on April 1, 2017, by the merger of CSC and the Enterprise Services business of Hewlett Packard Enterprise with ~130,000 employees worldwide.

Como una compañía global de servicios de TI de extremo a extremo, DXC Technology (NYSE: DXC) ayuda a la transformación digital para los clientes mediante la modernización e integración de su TI principal y la implementación de soluciones digitales a escala para producir mejores resultados de negocios. La independencia tecnológica de la empresa, el talento global y la amplia red de socios atiende a 6.000 clientes del sector público y privado en 70 países.

La compañía se formó el 1 de abril de 2017, mediante la fusión de CSC y el negocio de Enterprise Services de Hewlett Packard Enterprise. DXC Technology cuenta con ~ 130,000 empleados en todo el mundo.

MANTENER A LAS PERSONAS EMPLEABLES ES EL DESAFÍO DE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL




Por Alejandro Melamed, General Director Humanized Consulting. International Speaker

Para comprender las implicancias de la transformación digital, no tenemos más que tomar nuestro teléfono celular "inteligente" y observar la cantidad de actividades que realizamos a través de éste, que hasta hace no mucho tiempo lo hacíamos de manera analógica. Lo más interesante, es que todo eso lo realizamos sin pagar nada adicional -la desmonetización-, sólo a través de una aplicación que nos demora un par de segundos instalarla para portarla con nosotros y utilizarla en cualquier lugar y momento.

Podríamos definir a la transformación digital como la conversión de actividades, procesos, capacidades y modelos de negocio a partir de la aplicación de nuevas tecnologías- las digitales-. Desde ya, hoy ya no es un factor de ventaja competitiva, pero el no contar con ella es un camino muy posible a la rápida desaparición. La digitalización ya no es una opción, es una función necesaria para sobrevivir. No hay industria ni profesión que no esté atravesada por la transformación digital. Ya es habitual mencionar a la tecnología aplicada en -entre muchas otras- finanzas (fintech); seguros (insuretech); publicidad (adtech); educación (edtech); agricultura (agritech) ;moda (fashiontech); negocios inmobiliarios (proptech); turismo (tourtech); comida (foodtech); jurídico-legal (legaltech); energías renovables; cuidado del medioambiente (greentech) y cuidado de la salud (healthtech).

Pero hay un aspecto oculto: el impacto en las personas involucradas. Si bien la punta del iceberg es la utilización de diferentes tecnologías, la base para asegurar su sustentabilidad es mucho más profunda; es cultural. Y es aquí donde debemos diferenciar el hacer digital con el ser digital: el adquirir nuevas tecnologías y ponerlas en funcionamiento, sin creer en ellas, sin actuar en el día a día con esa actitud, de poco sirve. El ser digital implica transformar, fundamentalmente, el "mindset", la mentalidad, la manera como pensamos, sentimos y -en consecuencia- nos comportamos. Es modificar y evolucionar nuestras más profundas creencias. Es transformarse. Porque implica una nueva manera de trabajar, de decidir, de colaborar, de pensar, de interactuar. 

La transformación humana que trae aparejada nos compromete a entender la idea de agilidad - mental, actitudinal, de estructuras, de aprendizaje y de desaprendizaje- como un concepto amplio y dinámico; esa velocidad, claridad y curiosidad para simplificar la complejidad y manejar la incertidumbre y ambigüedad, generando acciones innovadoras de valor. Es una invitación a estar entrenándonos permanente para lo nuevo, abrazando las oportunidades que se presentan, y convirtiendo las barreras en puentes.

Y he aquí que la empleabilidad -la habilidad de tener empleo en cualquiera de sus múltiples modalidades, hoy, en el corto, mediano y largo plazo- pasa a ser la nueva Responsabilidad Social Empresaria, en la que deben ocuparse tanto las empresas como el Estado, las universidades y las organizaciones sindicales, cuidando a los seres humanos y no sólo a los puestos de trabajo. Porque hay una necesidad de desarrollar las nuevas competencias y destrezas para poder enfrentar desafíos para los que no fuimos preparados previamente. Es una tarea que solo en conjunto se puede lograr.

Esta revolución 4.0, que viene impulsada por las tecnologías exponenciales - inteligencia artificial, big data, nube, biotecnología, nanotecnología, internet de las cosas, blockchain, robótica, neurociencias, impresoras 3D, realidad virtual y aumentada, machine y deep learning etc.- es una fuente de posibilidades laborales y del mismo modo, pone en riesgo muchísimas otras. Sin dudas, a mayor desafío tecnológico, más se incrementa el valor de las personas.

domingo, 14 de julio de 2019

LA INTELIGENCIA CULTURAL, UNA HABILIDAD CLAVE PARA EL AUTODESARROLLO




Por Fabiana Gadow. Gerente General de Korn Ferry de Argentina y Socia fundadora de inGrow Consulting

El mundo se ha globalizado y esto ha diluido las fronteras. Una economía abierta, con un flujo de recursos de capital, materias primas y servicios moviéndose libremente impulsa a las organizaciones a internacionalizar sus operaciones para competir a escala internacional. Muchos de los clientes son regionales o internacionales, los productos se consumen en todo el planeta, y los proyectos no tienen límites geográficos. Uno de los factores críticos del éxito de las compañías más competitivas consiste en tener talento abierto y flexible ante nuevas culturas: con inteligencia cultural.

Cuando las personas interactúan con culturas, costumbres y comportamientos de distintas regiones y países, se potencia su habilidad para comprender las diferencias y manejarse efectivamente en un mundo globalizado, ¿Se pueden aprender competencias de gestión intercultural? ¿Son habilidades innatas o estructurales sobre las que poco se puede hacer para desarrollarlas? ¿Por qué las nuevas generaciones parecen haber nacido con esta capacidad?

Christopher Early y Elaine Mosakowki introdujeron el concepto de Inteligencia Cultural que definen como la habilidad natural de un, aparentemente, forastero para comprender a alguien no familiar y entender los gestos ambiguos de la misma manera que los propios compatriotas lo desearían .
Identifican tres fuentes de esta inteligencia:

1- La mente o lo cognitivo permite tener el conocimiento para entender las diferencias culturales. Se aprende incorporando el significado de algunas creencias, costumbres y tabúes de las culturas foráneas, fundamentalmente, a través de la observación. Las acciones de desarrollo y formación ayudan a las personas que inician negocios o relaciones con culturas diferentes, pero no pueden cubrir todas las situaciones particulares

2- El cuerpo o lo físico permite mostrar gestos, hábitos y actitudes, como la manera de saludarse o abordar cuestiones personales o de negocios

3- El corazón condiciona la motivación y la confianza, es la fuente que mantiene la fuerza emotiva.

Según Martha Maznevski, profesora en el IMD, el componente más importante de este tipo de inteligencia es la habilidad de seguir aprendiendo. En este abordaje, la inteligencia cultural tendría tres componentes: el conocimiento (sobre cómo funcionan otras culturas), las habilidades interpersonales e interculturales, y la conciencia cultural, que tiene que ver con prestar atención a las reacciones que provocan las propias conductas y aprender de los errores. La inteligencia cultural facilita anticiparse y accionar apropiadamente. Una persona con buen grado de inteligencia cultural capta, interpreta y empatiza con otros que pertenecen a un ambiente cultural diferente. Estar atento, poner foco, escuchar son elementos clave que ayudan a reconocer y comprender las diferencias entre culturas.

¿Este tipo de inteligencia difiere de la inteligencia emocional, o se superpone con ella? ¿Son inseparables, o independientes? Más bien podría decirse que esta última incluye competencias que de alguna manera se despliegan o se requieren en la inteligencia cultural.

La inteligencia cultural es la inteligencia emocional aplicada a los distintos contextos, lo que hace de la inteligencia emocional un prerrequisito de la cultural. Mientras que algunas personas pueden ser muy inteligentes emocionalmente en su propia cultura, pueden no serlo ante un cambio de contexto geográfico donde las normas y presunciones funcionan de otra manera. Pero, por otra parte, las personas que tienen alta inteligencia emocional son más proclives a aprender y adaptarse a las diferencias culturales.

La globalización y el desarrollo de las comunicaciones permiten conocer las manifestaciones culturales de los diferentes pueblos del mundo, pero esto no es suficiente para comprender y distinguir los comportamientos de las personas provenientes de distintos grupos. El desarrollo de la inteligencia cultural facilita adaptarse efectivamente a nuevos contextos, y así genera condiciones más favorables para convertirse en ciudadanos del mundo.

martes, 9 de julio de 2019

FLASH LABORAL ARGENTINA - Junio 2019


FLASH LABORAL ARGENTINA - Junio 2019 de Guillermo Ceballos Serra

Síntesis mensual de novedades laborales de Argentina.
Monthly summary of argentinean labor relations news

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