DICIEMBRE 2024

miércoles, 31 de diciembre de 2014

FELIZ AÑO NUEVO


QUE SE CUMPLAN TUS SUEÑOS
MEET YOUR DREAMS

lunes, 29 de diciembre de 2014

LA FELICIDAD A TRAVÉS DEL TRABAJO



Por Guillermo Ceballos Serra

El día que fui decidido a inscribirme a la facultad de derecho para iniciar mis estudios universitarios, vi un cartel que decía “estudie  cinematografía” o un mensaje parecido. Hasta el día de hoy me pregunto qué hacía allí ese letrero, porque mi universidad no tenía ni tiene esa carrera, ¿ probablemente se trataría de un curso o seminario? Recuerdo que al verlo pensé “si tuviera… (Digamos,…coraje), me anotaría para estudiar eso”.

Debo confesar que mi padre me había dicho que estudiara lo que quisiera, pero estaba implícito que su amplitud de criterio se limitaba a las cuatro o cinco carreras tradicionales de la época y nunca a nada relacionado con las artes. Lo concreto que ese “valiente” estudiante que era, se anotó como “correspondía” en abogacía y por mucho tiempo la ejerció con entusiasmo en el mundo corporativo.

Si bien estaba convencido a dedicarme a lo jurídico desde los quince años, siempre me llamó la atención ese súbito momento de duda que me impactó en mis comienzos universitarios.

Más de dos décadas más tarde,  después de haber migrado a recursos humanos y en el rol de responsable del área, me encontraba hablando a un grupo del programa de jóvenes profesionales, sobre vocaciones, dudas,  carreras profesionales y las distintas oportunidades que se abren a las personas, comenté esta anécdota en un momento de la charla.

Pocos meses después, me comentan que uno de los jóvenes que había identificado como más prometedores había presentado su renuncia. Sorprendido, desilusionado y también, porque qué no decirlo,  algo molesto, lo llamé a mi oficina y le pregunté los motivos de su decisión, más aún considerando que había recibido algunos beneficios aún mayores que sus pares.

El joven  me dijo: “Hice por lo que Ud. nos dijo, pensé que tenía que tener “coraje” para hacer lo que realmente me gustara. Decidí dedicarme al golf y pienso trabajar enseñando este deporte que me apasiona”.

Tuve referencias posteriores de que se estaba ganando la vida enseñando golf a ejecutivos, sin duda, un buen nicho de mercado.

Sin saberlo en ese momento, me había topado primera vez, con alguien de la  "tribu" de personas, que en los últimos años, denominamos “happyshifters”(*). Me refiero a aquellos que cuentan con el coraje suficiente para encausar sus carreras profesionales hacia la búsqueda de la felicidad a través del trabajo, con profesiones o actividades que coincidan con sus valores y  preferencias. Una idea absolutamente consistente con mi visión sobre la función esencial de recursos humanos: “Desarrollar personas  a través del trabajo”.

Muchas veces se habla de “worklife balance”, como si estuviéramos frente a un balance contable, debe y haber, opuestos, propios de la las leyes de la partida doble. ¿Balance de trabajo y vida? ¿No suena como un contrasentido absoluto? Suena más a vive o trabaja. ¿Cuándo se trabaja, se está muerto? ¿Cuándo se vive, se holgazanea?

Pareciera que no tenemos en cuenta que no estamos frente a trabajadores o recursos, estamos frente a personas, seres integrales, con todo lo que ello implica, de bueno y de mejorable, en la prosecución continua de la propia felicidad, cualquiera sea el modo que cada uno la entienda. Integralmente, un microcosmos, en la búsqueda permanente por integrar éxitosamente, la dimensión  profesional, la dimensión socio-familiar y la dimensión individual.

Obviamente estos valores coinciden bastante con los de la Generación Y, más acostumbrados a cambiar en busca de nuevos horizontes y porque como ellos, se requiere de cierto bienestar económico para tomar el riesgo de  hacer un cambio radical en la orientación profesional y no todos pueden hacerlo.

Pero creo que también que no corresponde desacreditar otras formas de ser feliz a través del trabajo.

En efecto, así como hablamos del colesterol bueno o malo o del stress bueno o malo, hay dos formas de ser adicto al trabajo (workaholic), la negativa, propia de quien se siente obligado a hacerlo por cualquier causa o la positiva, propia de quien disfruta del mismo, colocándolo al tope o cercano a la cima de sus prioridades personales, obviamente esto requiere de un contexto familiar que comparta dichos valores.

Creo que sería conveniente tener presente que o disfrutamos de lo que hacemos o nadie disfrutará de nuestra compañía, ni aún nosotros mismos.


(*) El término "happyshifting" se debe a los españoles Daniel Lyons y Montse Ventosa.

jueves, 25 de diciembre de 2014

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Doug Conant: Get Your Employees Engaged



Doug Conant, former president and CEO of the Campbell Soup Company, explains how to improve staff morale.

Doug Conant, ex Presidente y CEO de Campbell Soup Company explica como mejorar la moral del equipo.

lunes, 22 de diciembre de 2014

RECLUTAR CON NUEVAS TECNOLOGIAS


Por Matías Ghidini, Gerente General de GHIDINI RODIL

El furibundo auge de múltiples redes sociales y su inevitable incursión en el universo de las búsquedas laborales impone a esta altura ya algunas reflexiones. Las inquietudes abundan. ¿Hay una nueva forma de reclutar? ¿Las técnicas empleadas hasta hace poco tiempo hoy ya no son válidas? ¿Qué es lo realmente importante en un proceso de selección? ¿Cuál es el límite de esta virtualización de la selección? 

Un primer análisis podría suponer separar las redes según los fines para las que parecerían haber sido creadas. Podríamos encontrar así pues por un lado aquellas del tipo “profesionales” (con Linkedin a la cabeza) y por el otro las denominadas “sociales” (Facebook, Twitter, hi5; entre las más reconocidas). Sin embargo, hoy en Facebook ya existen empresas en la Argentina que lo utilizan para reclutar candidatos. Entonces, ¿existe realmente esta distinción? O mejor, y en estos casos, ¿cuál es el límite –si es que existe- entre la vida personal de los candidatos y su actividad profesional? ¿Y cuál es el riesgo que este uso conlleva y pueda propiciar confusiones de final incierto? Más dudas. 

Pero si de redes estrictamente profesionales se trata, caben aún algunas dudas: ¿Cuál es el grado real de actualización o vigencia de la información que cada persona vuelca en su perfil? ¿Qué grado de confiabilidad tienen los datos que una persona vuelca a la red? A no engañarse y a no mirar para otro lado, es un hecho que no todos los datos volcados en la web son estrictamente ciertos. Verdad es que cada persona se hará al cabo cargo de lo que le corresponda. Pero el control en este tipo de redes abiertas es aún una asignatura pendiente. El desarrollo de redes privadas, customizadas, con accesos más restringidos y para grupos más homogéneos, puede ser un primer paso -menos masivo pero más seguro- para resolver este punto. O incluso evoluciones aún embrionarias como KODA (www.koda.us), todavía en estado beta, ofrecen opciones intermedias entre el uso profesional y social. 

Pero volvamos al mundo de los recursos humanos, y específicamente al de los procesos de selección. El aporte de la tecnología es innegable. Su contribución, fundamentalmente para disminuir tiempos y ordenar procesos otrora engorrosos, no se discute. 

Empero, este feroz avance de nuevas herramientas de la dimensión IT parecería tener límites, barreras, zonas más complejas que su actual formato o funcionalidad no permiten traspasar o resolver plenamente. 

Un puñado de reflexiones en este sentido:

- Algunos sostienes que en las redes la comunidad de contactos hablan de la persona en cuestión. Que según con quien uno se rodea, a quien conoce, uno puede inferir aspectos de la persona. Pero, ¿cómo aplicar esta teoría en aquellos perfiles con 500 o más contactos? ¿Cómo ponderar el grado de cada contacto? ¿O acaso todos tienen el mismo nivel de vínculo y afinidad?

- Aún el talón de Aquiles especialmente en las redes del tipo abiertas, la autenticidad y veracidad de los perfiles existentes es un dato que no puede soslayarse cuando se utiliza esta herramienta. Incidentes de tipo personal y estafas financieras, sólo como muestra, son algunos ejemplos de percances de los que se puede ser víctima cuando un perfil es falso y la persona que dice ser, no es más que un invento de un tercero. La solución seguramente no demorará en llegar, pero aún ésta es una zona de riesgo. 

- Se menciona ya hace tiempo en estos ámbitos que (otra) de las evoluciones del tradicional C.V. serán los videos CV. Aún con la herramienta ya en funcionamiento en otros países (ver ejemplos en www.cvtv.ca), en nuestro país no se ha avanzado demasiado con esta técnica, y algunas investigaciones permiten inferir un futuro incierto. En un trabajo de research encargado específicamente por GHIDINI RODIL a principios de 2008 llevado adelante por IPSOS, sobre una muestra cuantitativa de candidatos sólo el 19% conocía la modalidad de presentación mediante el video CV; y de este grupo que lo conocían, solo el 5% lo había utilizado alguna vez.

- Otro boom tecnológico que también puso su pata en el mercado laboral fueron los mensajes de textos. La posibilidad de que un candidato reciba y pueda postularse a través del envío de SMS a ofertas laborales. Hoy su presencia y oferta en el mercado parece cada día más acotada. Sinceramente, ¿alguien imagina a un gerente senior de nuestro país postulándose a una posición a través de su Blackberry? Difícil… 

Se entiende pues, no se trata de demonizar el avance tecnológico. Simplemente sí, se aspira a entender su verdadero alcance en los procesos de selección, y por tanto, distinguir el chiche de moda de verdadera tecnología aplicada con genuino valor agregado. Ser consciente de sus ventajas sin olvidar sus limitaciones, que en algunos casos no son menores.

Más que la solución mágica estas redes son -por sobre todo- fenomenales medios de comunicación; ágiles, veloces, amigables. Y como tales, su esencia es brindar información. En el valor y en el rol que cada reclutador le otorgará a esa información descansa la verdadera potencialidad de este tipo de herramientas. 

Porque identificar un candidato no es sinónimo de reclutar un candidato. 

Esto último, no sólo la verdadera esencia del proceso de selección, sino claramente más complejo, por exigir otros conocimientos, experiencias y habilidades. 

Se trata, en definitiva, de conocer cabalmente a una persona. Entrevistarla, conversar con ella sobre sus experiencias y su futuro, conocer su tono de voz, mirarla frente a frente, ver sus reacciones o respuestas ante situaciones no planificadas; para no acabar infiriendo, sólo por sus supuestos amigos, fotos preferidas o lugar de veraneo, si es o no el mejor candidato para la organización.

sábado, 20 de diciembre de 2014

FLASH LABORAL ARGENTINA - Diciembre 2014


FLASH LABORAL ARGENTINA - Diciembre 2014 from Guillermo Ceballos Serra



Síntesis mensual de novedades laborales de Argentina.
Monthly summary of argentinean labor relations news

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