NOVIEMBRE 2024

jueves, 4 de febrero de 2010

COMO ME AYUDO LINKEDIN EN MI PROCESO DE REINSERCION LABORAL



Por Oscar H. Canorio - Auditor General del grupo Camuzzi

Pensaba en estos días cuál sería el inicio de esta nota y decidí hablar en primera persona, pensan-do, quizá, que algunas vivencias podrían ser similares a las de Ustedes. Seré llano y directo, con lo cual les pido que me disculpen si mi estilo de escritura incluye algunas “palabritas” no muy acar-tonadas y formales.

Cuando empecé a escribir, me vinieron a la mente ciertos recuerdos. En uno de ellos, era Enero de 2008, me acordaba estar frente a mi notebook, sentado en una silla de cuero negro frente a un escritorio de madera lustrada, al lado de una ventana y con aire acondicionado. En ese momento, hacía poco tiempo que formaba parte del Comité de Dirección de la empresa. Me sentía muy se-guro de mi trabajo. ¿Cómo no iba a estarlo luego de 9 años muy buenos? Sin embargo, mi relación con mi nuevo Jefe no era buena y, en ese contexto, algo sentía que me molestaba aunque no le prestaba demasiada atención. Pensaba que sólo con el transcurso del tiempo se iban a solucionar las cosas. Ése fue mi primer error: evadir la realidad. La realidad era que mi relación con mi Jefe era insostenible y yo no tenía chances.

Hasta ese momento pensé que el fantasma del desempleo no me iba a tocar, que era un problema de otros. Me decía a mí mismo, “Oscar, quedate tranquilo, vos sos intocable”. En ese tiempo, una amiga me había hablado de la red de contactos, de LinkedIn… y yo me decía “…¿Red de contactos? ¿Qué es eso? ¿Con qué se come?” y, de LinkedIn, me decía “otro lugar para bolu…ar, ¿será tipo Facebook?”. Ése fue mi segundo error: ser prejuicioso y cerrado.

Lo concreto fue que, unas semanas después, a fines de Enero de 2008, se concretó lo obvio. Me tocó el fantasma del desempleo. Me quedé sin oficina, sin escritorio, sin notebook… y, lo peor de todo, me quedé sin rutina!!! “¿Y ahora qué hago?”, me dije. “Con tres chicos… ¿qué le digo a mi esposa?”. Afortunadamente, mi esposa, que ya venía venir todo esto, me comprendió. Allí entendí lo que escuché cuando me casé, eso que dicen los curas respecto de que el esposa/a deben estar en la enfermedad y en la adversidad, o algo así. Y pensar que creía que eso era un verso!!!

Ahora bien, estando desempleado, tenía el desafío de ver qué hacer para reinsertarme en un tra-bajo, a quién llamar para comunicar mi situación… pero, en este punto, ¿a quién iba a llamar si nunca me preocupé por tener una red de contactos? Claro, como me creía un “ejecutivo exito-so”, ¿por qué iba a necesitar de otras personas? Lo cierto es que me había quedado sin rol, sin el “titulo” y “eso” era como quedarse desnudo, sin nada… Estaba desorientado. También des-cubrí que "tenía" amigos que desaparecieron cuando no tenía trabajo, ¿tendrían miedo al conta-gio? En este país, quedarse sin trabajo es como tener lepra… Pero aprendí que, más allá de lo que otros piensen, uno no debe sentirse un leproso.

En esos momentos de profunda reflexión, tomé la sana decisión de continuar con el coach, que tenía desde hacía tiempo, y escucharlo realmente. Asumir que sólo no podía salir, reconocer que necesitaba ayuda, fue un acierto.

Lo segundo que hice fue ir contra todos mis temores y prejuicios. Y allí, empecé a conocer Linke-dIn y principalmente, aprender a pedir, en este caso, pedir trabajo.

En LinkedIn me tomé mi tiempo para hacer un buen perfil y me di cuenta que, lo importante en este tipo de red, es participar, exponerse y asumir riesgos. Lo que hice en LinkedIn me ayudó a ordenar e implementar una serie de cambios en lo laboral y en lo personal. Empecé a conocer gente nueva, de valorar la familia y los amigos, los amigos del máster, de la infancia, de la empresa, es decir, de valorar a lo que se dice "gente".

Conociendo LinkedIn me di cuenta que, en Argentina, había pocos grupos, que la oferta y deman-da laboral estaba muy dispersa y que la gente no se conocía, era todo “virtual”!!! Entonces, sobre esto último me pregunté, ¿cómo la gente va a conseguir trabajo si no se conoce? En ese marco, creé, en Setiembre de 2008, el grupo “Oportunidades Laborales en Argentina” que, junto con otros grupos “OLA Freelance” y “OLA IT”, tiene como objetivos brindar un espacio de encuentro entre quienes ofrecen y quienes buscan trabajo en Argentina y generar debates sobre temas que ayuden en el proceso de cambio laboral, siendo la promoción de acciones de networking el pilar para el logro de tales objetivos.

La primera reunión de networking, la hicimos en Noviembre de 2008, en un bar de Av. Santa Fé y Coronel Díaz. Éramos 5 personas. La segunda reunión, en Febrero de 2009, fue en el Café Martínez de Belgrano (que ya se constituyó en la “sede” del grupo) y fuimos 25, habiendo quedado 15 personas sin posibilidad de ir por falta de espacio…

Y fue así que, desde Febrero de 2009, hasta el presente, se han organizado unas 35 reuniones, habiendo en ellas asistido unas 1.100 personas, con y sin trabajo, y, preferentemente, de nivel de Gerentes y Jefes. Las reuniones normalmente son de 2 horas, con un espacio para que las personas se presenten, con un orador que habla sobre las inquietudes que tienen quienes buscan un trabajo (cómo armar un CV, cómo manejarse en una entrevista, cómo lograr una entrevista, entre otros temas) y, para finalizar, un breve tiempo para intercambiar tarjetas y conocerse.

El grupo “Oportunidades Laborales…” cuenta con un newsletter mensual que incluye temas de interés y, asimismo, con una Sección de “Empleos”, por donde, a la fecha, se han hecho unas 3.800 búsquedas de empleo de diverso tipo y tenor, con una Sección “Debates”, donde las personas que conforman el grupo plantean debates e inquietudes sobre temas laborales. Unos 2.700 debates se han realizado hasta el momento.

Ahora bien, ¿cuántas personas conforman el grupo “Oportunidades Laborales en Argentina”, “OLA Freelance” y “OLA IT”? Hasta el momento, hemos superado las 16.000 personas… y somos la comunidad de habla hispana más grande de LinkedIn.

Al escribir estas líneas no me dejo de sorprender cómo la necesidad (en su caso la de conseguir un trabajo) me movilizó las neuronas de una forma constructiva. Hoy, no sólo he construido una red de contactos, que me ha generado varias alternativas de trabajo (de hecho, ya me reiniserté en una Empresa) sino que, además, he logrado generar un espacio a partir del cual personas se con-tactan, se conocen personalmente y van construyendo ellas mismas sus redes de contactos, y, además, consiguen trabajo.

Creo que la lección que rescato de todo esto es que la adversidad es una fuente de aprendizaje según las ganas que tengamos que ello sea así y nuestra decisión de no victimizarnos y adoptar una posición de protagonista es clave para salir adelante. Los prejuicios, la falta de compromiso y el desinterés por lo que nos rodea son los principales enemigos para lograr lo que queremos y aproximarnos al mundo ideal que anhelamos.

Pasé momentos familiares complicados pero, finalmente, logré hacerme fuerte en la adversidad pensando que tenía la obligación de cuidar a los míos, y no le aflojé ni un tramo a la tristeza que muchas veces vino a tocar la puerta de mi conciencia. Me sentí muy bien en ayudar a otros pues fue también una forma de ayudarme a mí mismo. Y logré, finalmente, ser una mejor persona. ¿Qué más puedo pedir?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por compartir tu experiencia. Habla de humildad, coraje, valor y generosidad.
Luz Schmaedke

ST dijo...

Excelente la nota de Oscar Canorio.
Franca, transparente y motivante al mismo tiempo.
Un abrazo

Sergio Tarallo

Anónimo dijo...

Oscar, me parece excelente que compartas tu experiencia y còmo pudiste tornar en positivo algo que realmente no lo parecìa. Me siento identificada, ya que luego de casi 10 años en una Organizaciòn (tambien soy auditora!!!); pienso que ya cumplí alli un ciclo; y estoy comenzando la búsqueda de nuevos rumbos y comparto con lo experimentado por vos, en comenzar a traves de mi red de contactos (de hecho Guillermo, ex profesor de mi Master en ESEADE), me està ayudando en èsta nueva etapa.
Gracias por colaborar, con tus palabras, a que la gente pierda el miedo al cambio y las oportunidades!!!

Saludos cordiales,

Romy Brater

Anónimo dijo...

Oscar, muy gráfica y enquecedora tu experiencia de cómo salir de una "crisis", con el plus de ayudar a otros!!!
Tambien soy auditora, y a veces dicen que nuestra profesiòn se riñe con la creatividad!!!!! FELICITACIONES!!!

Romy Brater

GUILLERMO CEBALLOS SERRA dijo...

Hoy tuve el gusto de almorzar con Oscar, definitivamente se trata de una cuestión de actitud. Soy víctima o soy protagonista de mi destino.
Guillermo