Llegan las Fiestas y, con ellas, una oportunidad poco frecuente: detenernos.
Detenernos para agradecer, para revisar el camino recorrido y para preguntarnos —con honestidad— qué vale la pena llevar con nosotros al año que comienza.
En un mundo atravesado por la urgencia, la incertidumbre y el cambio permanente, la gestión humana nos recuerda algo fundamental: las organizaciones crecen cuando las personas crecen. Cuando hay escucha, confianza, sentido y vínculos genuinos.
Este año nos dejó desafíos complejos, aprendizajes profundos y, seguramente, más de una decisión difícil. También nos dejó encuentros, equipos que se sostuvieron aun en la tormenta y personas que hicieron la diferencia desde lugares silenciosos pero decisivos.
Y que el Año Nuevo nos encuentre con la valentía de seguir transformando, la humildad de seguir aprendiendo y la convicción de que liderar también es cuidar.
Les deseo muy Felices Fiestas y un 2026 lleno de proyectos con sentido, trabajo con impacto y vínculos que valgan la pena.
Un abrazo,
Guillermo
The holiday season arrives and, with it, a rare opportunity: to pause.
In a world shaped by urgency, uncertainty, and constant change, human management reminds us of something essential: organizations grow when people grow. When there is listening, trust, purpose, and genuine connections.
This year brought complex challenges, deep learnings, and, undoubtedly, more than a few difficult decisions. It also brought meaningful encounters, teams that stood firm through the storm, and individuals who made a difference from quiet yet decisive roles.
And may the New Year find us with the courage to keep transforming, the humility to keep learning, and the conviction that to lead is also to care.
I wish you very happy holidays and a 2026 filled with purposeful projects, impactful work, and relationships that truly matter.
Warm regards,
Guillermo

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