Por Luis del Prado, Rector de ESEADE (Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas - Instituto Universitario). Socio de Marble Tree Group - Consulting Firm
Tanto
Marco Antonio como el Rey Lear y Ricardo
II , son personajes que disponen de mucho poder y las conclusiones en los tres
casos son similares. Los protagonistas no solo mueren, sino que son humillados
de diversas maneras. Los tres relatos muestran un proceso de declinación y a la luz de ello es que deben
ser apreciadas sus enseñanzas.
Antonio
y Cleopatra no es solamente una obra acerca del poder. También es una poderosa
historia de amor y sexo entre dos personas que gobiernan buena parte del mundo
conocido. Uno es un general romano, y la otra una emperatriz que previamente
había tenido un romance con otro militar romano aún más poderoso: Julio César.
En
el momento histórico en el que se desarrolla la obra, Roma está tratando de
consolidar su poder a través de las batallas que libran los miembros del
triunvirato: Marco Antonio, Octavio y Lépido.
Más
tarde, lucharán entre ellos para determinar quién se queda con el poder
absoluto.
Cleopatra,
como emperatriz de Egipto, una provincia sometida a Roma, tenía elobjetivo de
mantener cierto nivel de independencia. Para ello, tuvo que aliarse con uno de
los líderes romanos en contra de los demás.
Cleopatra
necesitaba a Marco Antonio, no como una persona individual, sino como un
miembro del triunvirato que gobernaba el mundo romano. De hecho, en la primera
escena, Marco Antonio es introducido de esa manera por un personaje secundario:
Mira
quien llega, presta mucha atención y verás en él a uno de los tres pilares del
mundo convertido en un tonto por culpa de una ramera
La
posición de Marco Antonio se ve degradada por haber cedido a la presión de su
amante Cleopatra. En realidad, Marco Antonio encierra una dualidad: por un lado
detenta el poder de Roma para gobernar un tercio del mundo y por el otro, es un
“tonto” que cayó en las garras de una mujer ambiciosa.
Su
fascinación por Cleopatra le genera problemas con sus propios oficiales,
algunos de los cuales también eran sus amigos. La amistad puede surgir sin que
exista el compromiso con una causa. Pero la relación entre jefe y colaborador,
subsiste y florece en el tiempo solo cuando existe una causa que trasciende
dicha relación.
Enobarbo,
uno de los tenientes más cercanos a Marco Antonio es leal a su jefe, hasta que
percibe que la obsesión de Antonio con Cleopatra ha destruido su capacidad de
actuar como el gran guerrero que es. En ese momento lo abandona y se pasa del
lado de Octavio.
Sin
embargo, cuando Marco Antonio se entera de la deserción ordena que le envíen
todas las pertenencias de Enobarbo al campamento enemigo.
Este
gesto de Marco Antonio desconcierta a Enobarbo y revive su sentimiento de
amistad con su antiguo jefe a tal punto que el remordimiento le produce un
ataque mortal al corazón.
Cuando
Marco Antonio y Enobarbo perdieron su compromiso con una causa común, se
perdieron mutuamente y, ulteriormente, perdieron sus vidas.
Marco
Antonio llega a Egipto como consecuencia de sus obligaciones como uno de los
líderes de Roma. Tiene poder para gobernar las provincias que están bajo su
mando, pero solo como parte de la estructura de poder que emana de Roma.
Es
un ciudadano romano que ha ganado su posición en la estructura como
consecuencia de su habilidad militar y, además, por haber derrotado a los
asesinos de Julio César.
Los
romanos respetan a Marco Antonio no por sus dotes personales, sino como
representante del poder de Roma.
Por
otro lado, Marco Antonio es una parte de Egipto. No solo está enamorado de su
reina, sino también hizo suyos los temores y las esperanzas de Cleopatra. En
Egipto se siente en su hogar.Shakespeare plantea una dualidad extremadamente
compleja: a lo largo de toda la obra, Antonio es el general romano y el líder
del pueblo egipcio al mismo tiempo. De escena en escena va pasando de un rol al
otro.
Es
posible que alguien ocupe más de un rol, pero lo que es imposible es mantener
esos dos roles por mucho tiempo cuando los mismos están enfrentados. Roma
no va a permitirle a Marco Antonio servir a Roma y servir también a Egipto.
El
problema central radica en que Marco Antonio cree que el poder que le dio Roma
es consecuencia de su propia capacidad, es decir que sus hazañas en la guerra
lo hicieron acreedor de ese poder que él detenta como si fuera un poder
personal.
Las
cosas no eran como él las creía. El poder en tiempos de los romanos y en la actualidad,
se construye a través de un conjunto de estructuras organizacionales. Es claro
que encontramos individuos con mucho poder en las organizaciones, pero también
observamos cómo, en muchas ocasiones, son apartados de un momento para el otro.
Douglas
McGregor hace una interesante reflexión sobre esta cuestión :
Hay
cuatro variables importantes que están relacionadas con el liderazgo: 1) las
características del líder; 2) las actitudes, necesidades y características
personales de los seguidores; 3) las características de la organización, tales
como su propósito, su estructura y la naturaleza de las tareas; y 4) el entorno
social, económico y político. Las características personales requeridas para
que un líder sea efectivo varían dependiendo de los otros factores. Existe
mucha investigación al respecto. Esto significa que el liderazgo no es
propiedad de un individuo, sino el resultado de una compleja interacción de las
cuatro variables. La investigación indica que es más conveniente considerar el
liderazgo como una relación entre el líder y la situación que como un patrón
universal de características poseídas por algunos individuos.
Este
es un tema crucial, ya que muchos gerentes creen que ellos tienen las
características personales para administrar y liderar independientemente de la
situación y de la organización que les toca conducir.
Marco
Antonio confundió su poder como individuo con la autoridad de su posición. Se
sintió tan seguro que pensó que podía hacer lo que quisiese.
Es
obvio que la organización necesita del aporte individual, pero la necesidad de
coordinación limita la libertad de decisión de las personas.
A
Cleopatra le convenía la dualidad de Marco Antonio anteriormente mencionada, ya
que necesitaba alguien que tuviera poder conferido por Romapara mantener la
independencia de Egipto, algo que no podía conseguir por sí sola. Pero además
de ello, necesitaba a alguien que estuviera dispuesto a usar ese poder a favor
de Egipto y en contra de Roma.
En
el segundo acto, Marco Antonio es llamado a Roma para reunirse con los otros
dos miembros del triunvirato: Octavio y Lépido. La reunión comienza con una
advertencia de Octavio referida a la lealtad de Marco Antonio con Egipto.
Este
es el nudo del problema: si un general romano que vive en Egipto es leal a la
fuente de su poder (Roma), no importa donde vive. Si, por el contrario, ese
general piensa que su poder le pertenece en forma personal, entonces vivir en
Egipto pasa a ser un problema.
La
solución que aporta el general Agripa para resolver este dilema es que Marco
Antonio se case con la hermana de Octavio a los efectos de generar un vínculo
que vuelque los sentimientos de Marco Antonio hacia Roma.
El
matrimonio es un intento para asegurar que la ruptura que se está produciendo
entre Marco Antonio y la fuente de su poder vuelva a unirse. Marco Antonio
accede y, como una muestra de su lealtad, derrota a Pompeyo, quien lideraba una
revuelta contra Roma.
El
lazo que Octavio usa para atar a Marco Antonio parece ser suficiente ya que
involucra nada menos que a la hermana del futuro emperador, una de las mujeres
más influyentes del mundo.
Sin
embargo, eso genera una contradicción para Marco Antonio ya que el lazo que lo
une a
Egipto también es consecuencia de tener una relación con una mujer
importante como lo es Cleopatra.
El
matrimonio con Octavia cambia el mapa político y se transforma en una trampa
para Marco Antonio, ya que el costo que tendrá que pagar con Cleopatra es
demasiado alto. Tanto ella como la nación egipcia necesitan a Marco Antonio de
su lado, no del lado de Roma.
A
medida que avanza la obra, el poder de Marco Antonio se va diluyendo. Comienza
a cometer errores tácticos y estratégicos de tal magnitud, que es imposible
reconocer en ellos al brillante general que fue en el pasado.
Cleopatra
lucha denodadamente contra la disminución de su poder, pero ella necesita a un
Marco Antonio poderoso y, dado que el poder que él detentaba, volvió a las
manos romanas, lo único que le queda son esperanzas y sueños.
Octavio
gana la batalla final porque representa a Roma y Roma es una potencia que
conquista todo el mundo conocido.
Ya
en el final de la obra, con Marco Antonio muerto, Cleopatra lo sigue soñando
como alguien poderoso capaz de derrotar a Roma y de defender a Egipto.
Marco
Antonio cometió el grave error de creer que su poder se fundaba en sí mismo y
que, en consecuencia, podía llevárselo consigo fuera de la organización que lo
generó.
Sin
embargo, sin el soporte de Roma, Marco Antonio solo era un buen soldado, no un
verdadero líder.
El
Marco Antonio de Shakespeare es la historia de lo que pasa cuando alguien
olvida que el individuo no lidera solo a través de sus competencias personales
sino a través de una constante relación con un determinado conjunto de
estructuras de poder.
* SPQR
es un acrónimo de la frase latina Senātus Populusque Rōmānus (Senado y pueblo
de Roma).