NOVIEMBRE 2024
sábado, 31 de octubre de 2009
¿EMPRENDEDORES O LEONES HERBIVOROS?
Por Guillermo Ceballos Serra
Años atrás, un queridísimo amigo, ya fallecido, gerente general de una empresa multinacional, me dijo que a pesar de la opinión que uno tuviera de si mismo y de su rol, de la cantidad de recursos que administrara, del impacto económico de las decisiones que tomara, a veces sentía que el era un león herbívoro, a quien alguien se encargaba de alimentar cada día (o cada fin de mes) en su jaula de oro. “Si realmente fuéramos tan buenos, encararíamos nuestros propios emprendimientos”.
Mas allá de las razones y el contexto que motivaron dicho comentario, entiendo que esta reflexión nos plantea varias preguntas interesantes cuando relacionamos conceptos como talento en las organizaciones, espíritu emprendedor, necesidades de innovación y liderazgo. Probablemente estos tópicos no falten en la presentación de ningún expositor de management o de recursos humanos ante cualquier auditorio que se presente.
Algunos han emprendido su camino de la nada, otros después de haber experimentado estructuras corporativas y otros cumplen su rol dentro de las organizaciones donde se desempeñan.
Pero:
¿Que es un emprendedor?
¿Un emprendedor nace o se hace?
¿Buscan los ejecutivos desarrollar una actitud emprendedora?
¿Las organizaciones aceptan a los emprendedores en su seno?
Podríamos empezar diciendo que un emprendedor es alguien que identifica una oportunidad, organiza recursos, toma los riesgos necesarios y no cesa en su accionar a pesar de los tropiezos, fracasos u obstáculos que aparezcan en su camino.
A su vez podríamos encontrar distintos tipos de emprendedores, los excepcionales y los corrientes.
“La genialidad esta en ver lo que todo el mundo ha visto y pensar lo que nadie ha pensado”. (Albert Szent – Györg – Descubridor de la vitamina D). Posiblemente aquí encontremos los grandes emprendedores que dejan su huella en la humanidad, los fundadores de las grandes empresas, que tienen en común además de ser excepcionales, el ser abrumadoramente escasos.
Después están los corrientes, los que no dejarán su huella para la posteridad, pero transforman nuestro día a día. Son aquellos que se hacen cargo de las disrupciones, de lo que no funciona y estamos acostumbrados a convivir con ello. Son los que no aceptan que la justificación de las anomalías sea “siempre lo hicimos de este modo”.
Evidentemente, más allá de las condiciones genéticas, el entusiasmo que irradian, la motivación genera, del compromiso de compañeros y colaboradores que obtienen, la falta de “pánico escénico” para convertirse en protagonistas, la educación, la familia, universidad y grupos sociales que integran, tienen una importante cuota de influencia en la formación del espíritu emprendedor. Obviamente las organizaciones donde se desempeñan deben favorecer el clima emprendedor.
Probablemente Virgin sea una de las compañías donde más se promueve la actitud emprendedora. La compañía británica refleja en su marca el espíritu emprendedor. Richard Branson, fundador y presidente, estableció la marca y logo para su primer emprendimiento (Virgin Records) dado que se consideraban vírgenes en el negocio. Esta filosofía ha impregnado todos los rincones de la organización y de sus subsidiarias que cubren una vastísima variedad de negocios iniciados desde la “virginidad” de conocimientos de la nueva aventura. Una aplicación práctica de la filosofía del ¿porque no intentarlo?.
Pero fuera de una organización como Virgin, ¿aceptan las compañías emprendedores en su seno? ¿Los ejecutivos buscan actuar como emprendedores?
Ciertamente hay quienes se escudan detrás de sus escritorios, de innumerables asesores, en las políticas corporativas, en la practica de la “delegación ascendente”, para evitar la toma de decisiones que impliquen algún riesgo que amenace sus trayectorias.
Por su parte las organizaciones resaltan el valor del liderazgo, la toma de riesgos y de decisiones como el modelo a seguir. ¿Pero ¿sucede realmente así? ¿Hay espacio para un protagonismo creador?, ¿hay espacio para un “tábano” cuestionador de las prácticas vigentes? ¿Existe un verdadero empowerment para la toma de decisiones? Más aún, ¿existe espacio para la toma de decisiones que contradigan las prácticas corrientes?
Pareciera que no hay una gran consistencia entre el discurso y la realidad. La crisis que ha afectado la economía global ha centralizado prácticas y niveles de decisión a grados no vistos con anterioridad. La uniformidad que muchas compañías buscan en pos del objetivo de volverse globales y se convierten en realidad en modelos de pretensión universal sin respetar diferencias locales. ¿La urgencia y necesidad toleran los errores? ¿Tienen los ejecutivos la posibilidad de equivocarse sin que esto cause un mal irreparable a sus carreras?
¿Este es el marco para fomentar el espíritu emprendedor?
Creo que contextos como el descripto no fomentan el surgimiento de emprendedores, protagonistas o innovadores. Tampoco ejecutivos timoratos están a la altura de sus responsabilidades. Sin embargo, los verdaderos emprendedores, los que disfrutan la adrenalina de la incertidumbre, a pesar de las restricciones de nuestras organizaciones y de sus propios temores, saben encontrar el camino que les permite marcar la diferencia.
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6 comentarios:
EXCELENTE!
Guillermo la nota transmite lo real, entre el discurso de muchas corporaciones o Manager y lo poco que se puede influir respecto de la innovación y espacio que existe para desafiar lo que se hizo o hace desde hace tiempo en la misma.
Mirar hacia el futuro y no caer en lo cortoplacista, sin duda hace a cada persona diferente en esta tan hermosa habilidad como la de emprender nuevos desafíos!
Excelente nota!
Eduardo, muchas gracias.
Eduardo, muchas gracias.
Muchas Gracias Guillermo. La nota es excelente. Es muy cierto que la mayoría de las organizaciones en sus discursos afirman que valoran a quienes cuestionan las prácticas tradicionales, pero a la hora de la verdad no generan espacios para que su personal tome decisiones que contradigan las prácticas habituales. Es muy importante que todos los que trabajamos en RRHH reflexionemos al respecto, ya que las corporaciones deben ser más autocríticas o sinceras en este sentido, y no deben establecer valores corporativos como la innovación, si luego en el día a día le cortan las alas a quien buscan emprender nuevos desafíos e implantar algo diferente!!!
Estimados "Anonimos":comparto lo que ambos aportan. La innovación viene con un precio, modificar lo que se ha venido haciendo, inclusive lo que se hace bien.
Gracias por sus comentarios.
Guillermo
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