La IA y otras tecnologías pueden apoyar nuestras relaciones, pero no deberían reemplazarlas
Blog de Guillermo Ceballos Serra y sus Invitados
NOVIEMBRE 2025
domingo, 9 de noviembre de 2025
Simon's Thoughts on the Purpose of AI - Reflexiones de Simon Sinek sobre el propósito de la IA.
La IA y otras tecnologías pueden apoyar nuestras relaciones, pero no deberían reemplazarlas
domingo, 2 de noviembre de 2025
TRABAJAR DESPUÉS DE JUBILARTE PUEDE HACERTE MÁS FELIZ
Por Leo Piccioli. Economista, Autor, Speaker, ex-CEO Staples.
La
felicidad no está en el retiro: la ciencia avala que seguir activo con
propósito es vital para el bienestar. Sin embargo, en Argentina, la urgencia es
doble: la expectativa de vida creció, pero el sistema jubilatorio colapsó. Para
quienes tienen menos de 50, la jubilación "se terminó". La clave es
rediseñar la carrera ya, enfocando el valor en el juicio y la experiencia para
construir un "retiro activo" y financieramente sostenible.
Cuando dejé
de ser CEO de Staples Argentina, a los 45 años, mucha gente me
preguntó si me iba a retirar. La pregunta me pareció absurda. No porque tuviera
45, sino porque la idea de "dejar de trabajar" nunca tuvo sentido
para mí. Hoy, años después, entiendo que esa pregunta refleja una fantasía
colectiva: que la felicidad llega cuando dejás de trabajar. "Ojalá llegue
el viernes", "no aguanto hasta las vacaciones", "faltan dos
años para jubilarme". Como si la vida empezara cuando el trabajo
termina.
La
evidencia científica dice lo contrario. Seguir activo, pero por elección y
no por necesidad, es una de las claves del bienestar en la segunda mitad de la
vida. Pero para elegir, primero hay que entender que el mundo cambió. Y para
los argentinos, el cambio es doble: global y local.
Spoiler: si
tenés menos de 50 años y estás esperando que el Estado te resuelva la vejez, te
tengo malas noticias. Pero si estás dispuesto a rediseñar tu carrera ahora,
tengo buenas noticias.
Lo que dice
la ciencia
Estudios
comparativos en Europa y Estados Unidos, como los de Dingemans &
Henkens (2019) o Calvo et al. (2009), muestran que
quienes siguen trabajando después de la edad de retiro reportan mayor
satisfacción con la vida y menos síntomas de depresión. Pero acá viene la parte
que tal vez no te guste escuchar: el efecto no es solo económico.
Investigaciones de Van Solinge & Henkens (2008) y Zhan
et al. (2009) confirman que el bienestar proviene, sobre todo, del
sentido de propósito, la estructura diaria y los vínculos sociales que el
trabajo provee.
La
llamada "Teoría de la Actividad", propuesta ya en los
años 60 por Havighurst y actualizada por Rowe &
Kahn en 1997, lo predice claramente: mantener un rol activo —ya sea
trabajando, aprendiendo o contribuyendo a la comunidad— es fundamental para la
salud mental y cognitiva. Envejecer activamente funciona.
Y hay más.
Un estudio publicado en Neurology en 2024 (Edwin et al.)
analizó a más de 7,000 personas durante décadas y encontró algo
contundente: quienes tuvieron trabajos rutinarios y repetitivos entre los
30 y los 65 años enfrentaron un 74% más de riesgo de deterioro cognitivo leve y
un 37% más de riesgo de demencia después de los 70, comparado con quienes
tuvieron ocupaciones cognitivamente estimulantes. En otras palabras: las
tareas repetitivas no solo te aburren, te enferman.
Claro que
no es para todos. La clave es la libertad. El bienestar solo aparece cuando la
decisión es voluntaria, como señala un estudio de Kromer et al. (2020).
Si el trabajo agota o se hace por pura necesidad, el efecto es el contrario. En
empleos muy demandantes, el retiro, de hecho, mejora la felicidad, según Gorry
et al. (2015).
50% de
aumento de expectativa de vida
Vivimos más
y trabajamos distinto. La expectativa de vida a los 65 años aumentó un 50% en
las últimas cinco décadas: en 1970 era de 14 años, hoy supera los 21, según
datos de la OECD de 2021. Al mismo tiempo, la tecnología nos
permite extender nuestra productividad. La automatización y el trabajo remoto,
como explican Brynjolfsson & McAfee en "La segunda
era de las máquinas" (2014), nos dan la chance de seguir aportando valor
sin importar la edad. La jubilación ya no es un evento, es una transición. O
como lo resumen Wang & Shultz (2010): "el retiro no
es el fin de la carrera, es su rediseño".
Lo que
nadie te dice sobre trabajar después de los 60
El problema
no es que la gente no quiera trabajar después de los 60. El problema es que no
saben cómo hacerlo sin quemarse. La mayoría intenta competir
en el mismo juego que a los 30: mismas horas, misma intensidad, mismas reglas.
Y ahí es donde se estrellan.
La clave
está en cambiar de juego. A los 60, tu ventaja no es la velocidad, es el mapa.
Sabés, por experiencia propia, qué funciona, qué no, y por qué. Claro que
muchos no van a querer escucharte si te convertiste en un viejo cascarrabias.
También es importante mantenerse humilde, curioso, y empático.
Eso no se
aprende en YouTube - y las IA nunca van a tener esa experiencia humana. Hay
empresas, emprendedores y líderes dispuestos a pagar muy bien por ese
conocimiento. Pero tenés que aprender a empaquetarlo, comunicarlo y
venderlo.
Si usás
bien tu experiencia, deberías valer más por hora a medida que
pasa el tiempo, no menos. Eso es lo esperado, pero tiene que ser por diseño. Un
abogado junior factura por hora. Un abogado senior factura por criterio. Un CEO
de 35 cobra por gestionar. Un ex-CEO de 65 cobra por evitarte los
errores que le costaron millones. El valor se mueve del esfuerzo al
juicio. Y acá está la diferencia: tenemos que ser más valiosos, probablemente
por nuestros errores y emociones, algo que las máquinas, TikTok y
los libros no te pueden contar.
El colapso
argentino: un llamado a la acción individual
Y acá
llegamos a nuestro país. En Argentina, la conversación sobre el retiro tiene
una urgencia adicional. El sistema jubilatorio está colapsado y no se va a
resolver. No es una opinión, son datos. Para que el sistema se
autofinancie, se necesitan al menos tres trabajadores activos por cada
jubilado. Hoy hay apenas 1,8 según datos de Chequeado. La pirámide
demográfica se invirtió.
La
especialista Andrea Falcone fue brutalmente honesta en los
medios: "Para todos los que tienen menos de 50 años, la jubilación como la
conocimos se terminó". El sistema, que ya funciona con un déficit crónico
(2,8% del PBI en 2022), solo va a emporar. El resultado es un achatamiento de
los haberes y una creciente injusticia para quienes aportaron toda su vida.
El
economista Jorge Colina, de IDESA, lo dijo sin
anestesia: "Hoy la jubilación es una miseria, en el futuro va a ser
peor que una miseria. Así que por eso, andá preparándote".
Qué hacer
al respecto
La
conclusión es ineludible: tu futuro no lo va a resolver el Estado. Lo tenés que
construir vos. La felicidad no va a llegar cuando dejes de trabajar, sino
cuando puedas elegir cómo, con quién y para qué seguís haciéndolo.
Si estás
antes de los 40: Construí una carrera flexible, no una línea
recta. Invertí en habilidades que envejezcan bien: creatividad, juicio crítico,
empatía. Tu "yo" de 60 te va a agradecer poder elegir seguir activo,
no tener que hacerlo por obligación.
Si estás
entre los 40 y los 60: Empezá a redefinir el trabajo. Menos
"puesto", más "propósito". Aplicá el algoritmo EAT
(Eliminar-Automatizar-Tercerizar) no solo para optimizar tu empresa, sino para
optimizar tu carrera: eliminá lo que te agota, automatizá lo repetitivo, tercerizá
lo que otros hacen mejor. Lo que quede es lo que deberías estar haciendo a los
70. La clave no es retirarte, sino diseñar tu propia jubilación activa.
Si ya estás
cerca o más allá de los 60: No compitas con los de 30, enséñales lo que no
pueden googlear. Tu valor ya no está en el esfuerzo físico, sino en tu capital
relacional e intelectual. Tu experiencia es una ventaja competitiva, si la
convertís en contribución.
La
jubilación ha muerto. Larga vida al trabajo con propósito.
Publicado originalmente en Forbes el 1ro de noviembre de 2025.
sábado, 25 de octubre de 2025
IMAGINACIÓN ESTRATÉGICA: LECCIONES DEL MAÑANA PARA TRANSFORMAR EL PRESENTE
Por Guillermo Ceballos Serra
No se trató de un simple ejercicio de planificación, sino una verdadera práctica de anticipación. Nos invitaba a mirar más allá del presente y a pensar en el futuro como algo que se puede diseñar. Anticipar no es adivinar, sino construir con propósito.
RRHH EN UN
MUNDO HIPERDINÁMICO
Vivimos en un entorno donde los cambios se
aceleran más rápido que la capacidad de muchas organizaciones para adaptarse.
Las áreas de Recursos Humanos lo sienten
especialmente: nuevas tecnologías, transformaciones culturales, expectativas
generacionales y modelos laborales que evolucionan casi a diario.
El resultado es familiar:
procesos que llegan tarde, iniciativas que se ajustan sobre la marcha,
estrategias que envejecen antes de consolidarse.
Pero quizás la pregunta
correcta no sea “¿cómo nos ponemos al día?”, sino “cómo desarrollamos
la capacidad de anticipar”.
DE GESTIONAR
LO URGENTE A DISEÑAR LO EMERGENTE
La anticipación no consiste en predecir, sino en preparar
a la organización para moverse con agilidad frente a lo desconocido.
Las áreas de RRHH que logran
hacerlo no se enfocan solo en gestionar el presente, sino en construir
capacidades futuras: aprendizaje continuo, liderazgo adaptativo y culturas
que evolucionan junto al contexto.
Esto implica cambiar el
paradigma.
En lugar de operar sólo como un área
que responde a necesidades del negocio, RRHH se convierte en un generador de
escenarios posibles, un espacio donde se ensayan futuros y se traduce esa
exploración en decisiones de hoy: nuevas competencias, estructuras flexibles,
modelos de trabajo híbridos y ecosistemas colaborativos.
LA CIENCIA FICCIÓN COMO LABORATORIO DE FUTUROS
POSIBLES
Para anticipar, no basta con mirar datos: hay que
imaginar.
La ciencia ficción —desde Asimov hasta Ursula K Le Guin, pasando por series como Black Mirror o Severance— funciona como un laboratorio simbólico donde ensayamos escenarios que aún no existen. Nos permite explorar dilemas éticos, tecnológicos y humanos antes de que lleguen, y preguntarnos cómo responderíamos como personas, líderes y organizaciones.
En ese sentido, leer o ver
ciencia ficción no es un simple ejercicio cultural, sino una forma de entrenar
la imaginación estratégica.
Cada historia futurista nos
invita a pensar qué pasaría si… y esa pregunta, bien usada, se
transforma en una poderosa herramienta de diseño organizacional.
Es, en definitiva, la vigencia
del pensamiento “fuera de la caja”, esa capacidad de desafiar lo
establecido, mirar más allá de los límites actuales y conectar ideas que
normalmente no conviven.
En tiempos de cambio acelerado, pensar fuera de la caja ya no es un eslogan de
creatividad: es una necesidad estratégica.
CLAVES PARA UN
RRHH QUE ANTICIPA
- Cultivar pensamiento de futuro: crear espacios donde equipos de RRHH y líderes del negocio exploren tendencias, escenarios y futuros alternativos.
- Aprender rápido y desaprender con frecuencia: mantener una mentalidad experimental que valore el error como fuente de aprendizaje.
- Diseñar culturas vivas: entender la cultura como un sistema adaptable que se ajusta a los desafíos, no como una declaración estática.
- Usar la tecnología como aliada estratégica, no solo operativa: automatizar para liberar tiempo y energía hacia la innovación.
- Incluir la ficción, el arte y
la imaginación como insumos válidos para la estrategia: porque
toda transformación comienza con una historia que alguien se atrevió a imaginar.
ANTICIPAR ES IMAGINAR CON
PROPÓSITO
En un mundo hiperdinámico, la ventaja competitiva
no está en reaccionar más rápido, sino en imaginar antes y actuar con
sentido.
Las organizaciones que se
atrevan a combinar análisis, creatividad y humanidad no solo dejarán de correr
detrás del cambio: serán quienes lo lideren.
Anticipar no es solo mirar
hacia adelante, sino interpretar el presente con profundidad, leer las
señales que otros pasan por alto y conectar los puntos entre lo que somos hoy y
lo que podríamos llegar a ser.
Liderar el futuro no se trata de tener todas las
respuestas, sino de hacer las preguntas correctas, de crear espacios donde la curiosidad sea una fortaleza, la innovación un
hábito y la empatía una estrategia.
Cuando RRHH asume ese rol —el de arquitecto del sentido y catalizador del aprendizaje colectivo—, deja de ser una función de soporte para transformarse en la brújula que orienta el rumbo de la organización y en un mundo donde el cambio es constante, esa brújula es, quizás, el activo más valioso con que una empresa puede contar.
martes, 7 de octubre de 2025
IMPORTANCIA DE LA REPUTACIÓN DEL CEO
- Una marca personal fuerte del CEO atrae talento, aumenta la moral de los empleados y genera compromiso interno.
- Los valores personales del CEO influyen en la cultura organizacional, alineando equipos y motivando el cumplimiento de los objetivos estratégicos.
- Ejemplos exitosos, como Satya Nadella en Microsoft, muestran cómo la reputación positiva de un CEO puede transformar la percepción y la cultura empresarial para convertirla en referente de innovación y responsabilidad.
- Es esencial que el CEO maneje estratégicamente su presencia en medios digitales y de comunicación en general, asegurando coherencia de mensaje e identificándose con los valores empresariales.
- Asesores estratégicos en manejo de reputación destacan la importancia de auditar, construir y proteger la reputación del CEO como parte integral de la estrategia de branding corporativo.
- La falta de manejo adecuado de la reputación del CEO puede llevar a crisis reputacionales que afectan severamente la imagen y el rendimiento de la empresa.
- Una marca personal débil o mal percibida puede desencadenar desconfianza, sobreexposición mediática negativa y pérdida de valor.
domingo, 5 de octubre de 2025
STORYTELLYNG: TRANSFORMAR EL SABER EN COMPRENDER
Por Guillermo Ceballos Serra
CUANDO EL CONOCIMIENTO NO SE CONECTA, SE PIERDE
EL STORYTELLING: EL PUENTE ENTRE SABER Y COMPRENDER
En el mundo organizacional, las historias cumplen el
mismo rol: traducen lo técnico en humano, lo abstracto en concreto, lo
complejo en simple.
ENSEÑAR DESDE LA EXPERIENCIA, NO SOLO DESDE EL
CONTENIDO
Cada vez
que capacitamos, tenemos dos caminos:
- Repetir conceptos que otros olvidarán en una semana.
- O tocar emociones que permanezcan en la memoria y guíen
decisiones futuras.
Las historias hacen que el conocimiento se vuelva significativo, aplicable y humano.
LA ENSEÑANZA QUE NOS DEJA EL DESIERTO
LA REFORMA LABORAL PARA LA PROMOCIÓN DEL EMPLEO ES HOY MÁS URGENTE QUE NUNCA
Por Julián Arturo de Diego. Profesor Emérito de la Pontificia Universidad Catolica Argentina. Director del Posgrado de RRHH de la UCA. Titular y Fundador del Estudio de Diego y Asociados.
Los cambios que se operan en las relaciones
laborales son cotidianos y vertiginosos, donde se
produce la anulación de los empleos del pasado, y la sustitución por
los sistemas algorítmicos, que enfrentan el desacople entre la legislación
caduca e inspirada hace 50 años (LCT, 1975) que hoy no solo es
anacrónica, sino que además resulta inaplicable frente a las nuevas
demandas imperativas y excluyentes del mercado laboral nacional, regional e
internacional.
Los cinco cambios que revisten máxima prioridad
son:
- La contratación
de nuevos trabajadores debería ser sin contribuciones
patronales por uno o dos años, al cabo de los cuales el beneficio
promocional solo se confirma si el trabajador continúa trabajando por lo
menos por un lapso no menor de un año más, (teniendo en cuenta que la
antigüedad promedio de las estadísticas es de 3 años);
- Los trabajadores no
registrados podrían pasar a la registración sin contribuciones
patronales por 1 año, y con la condonación del 80 o 90% de la deuda
del pasado a la registración, que se podrá pagar en planes de
financiamiento de hasta 60 cuotas, y asegurando al empleador el beneficio
obtenido si el trabajador registrado presta servicios por un 1 o 2 años
más posteriores al año inicial;
- Los cambios
en las operaciones y actividades tecnológicas deberían ser
automáticos, (en informática, teletrabajo, técnicas analógicas, control de
robótica, e Inteligencia Artificial) en base a las actualizaciones, y en
especial a los cambios de los hábitos de consumo, en la elasticidad de los
mercados, y en los imperativos de las necesidades, deseos y expectativas
de los clientes;
- La jornada
y los descansos deben ser elásticos, y móviles, y adecuados a los
cambios precedentes, en forma inmediata, y en base a las pautas generales
de 12 horas de descanso entre el fin de una jornada y la siguiente, del
respeto por el descanso hebdomadario (semanal) en base a jornadas promedio
y a bancos de horas versátiles;
- Las vacaciones
y otras licencias se deberían otorgar en todo el año, no solo en
el verano, con fracciones de 7 días, y acumulables con compensaciones de
jornada o de horarios, cuando se cubren feriados o días no laborables, o
cualquier excepción a los descansos legales, siempre acordado entre las
partes, para que los mismos sean utilizables con plenitud por las mismas;
- El
trabajo híbrido, el home office, todos los sistemas mixtos,
deben estar apoyados por sistemas complementarios, como planes de
capacitación que favorecen la actividad en curso y la empleabilidad, los
beneficios sociales que mejoran la calidad de vida de los trabajadores, y
en especial, la creación de nuevos beneficios para favorecerlas;
- La productividad juega
un papel fundamental en estos momentos, donde rendimiento individual y por
equipo, competitividad, resultados directos e indirectos, evaluación por
desempeño, y objetivos en todos los planos y en todas las funciones y
tareas, deberían contar con un marco regulatorio versátil, dado que la
caída de la inflación congela o retrae los básicos de convenio, y debería
privilegiarse la meritocracia y el mejor desempeño.
La reforma laboral puede contribuir al empleo
de calidad
La reforma laboral juega es una clave
que condiciona el futuro y puede contribuir al empleo de calidad, registrado y
bajo condiciones dignas, pero solo se puede lograr estableciendo un puente
entre el modelo del pasado que sin dudas fracasó, y el modelo del HOY y
del futuro, que vuelve a generar nuevas oportunidades de empleo en el
contexto de las tecnologías exponenciales.
Ya no existen límites al avance de la
Inteligencia Artificial Generativa que reemplaza a jueces y abogados,
a arquitectos e ingenieros, a médicos y profesionales de la salud, y a
cualquier actividad humana, con no pocas críticas y anomalías, pero a la vez
aportando ideas precedentes y contenidos, y ahora brindan también consejos, dan
apoyo psicológico y hasta religioso en cualquier credo o secta, brindan
respaldo en hábitos, juegos, distracciones, y se convierten en
"amigos" y en "compañeros" del ser humano que opera cada
vez más en soledad.
En ese contexto, el trabajo
dignifica según la frase de Carlos Marx, luego
revindicado por la OIT en el sentido de que el ser humano como centro
indiscutible del escenario social, político y de la cambiante realidad, como lo
pregona la "Encíclica Laudato si" sobre "…el cuidado de la casa
común…" en contra de la cultura del descarte. (Enc. 24-5-2015).
Las entidades y cámaras empresarias, la CGT y
los sindicatos, las organizaciones intermedias, y sobre todo los trabajadores y
los que se encuentran no registrados o desempleados, están unidos UNÁNIMEMENTE
por un modelo de relaciones laborales que debería afrontar YA el PARLAMENTO NACIONAL, con
el fin de introducir los cambios que favorezcan tanto la multiplicidad de
oportunidades en el contexto de diversidad e inclusión en igualdad y equidad,
con el claro objetivo de ampliar las posibilidades de crecimiento individual,
reforzando la empleabilidad de los trabajadores tecnológicos.
Publicado en Infobae Profesional el 2/10/2025.
jueves, 25 de septiembre de 2025
UN MAL COMIENZO NO DEFINE TU FINAL. ¿QUICK WINS OR GREAT ENDS?
Por Guillermo Ceballos Serra
En muchas ocasiones, solemos darle demasiado peso a cómo comenzamos algo. Si el arranque no es perfecto, pensamos que todo el esfuerzo ya está condenado al fracaso. Sin embargo, la experiencia personal y profesional demuestra lo contrario: un mal comienzo no necesariamente significa un mal final. De hecho, muchas veces es el punto de partida hacia un proceso de aprendizaje profundo y de crecimiento verdadero.
El mito del "buen inicio"
Vivimos en una cultura que premia a quienes parecen despegar con fuerza desde el principio. Nos admiramos de las historias de éxito rápido, de las startups que triunfan en poco tiempo, de las personas que parecen tener todo resuelto desde sus primeros pasos. Pero lo que no siempre se ve es la cantidad de tropiezos, ajustes y reinicios que forman parte del trayecto de cualquier logro.
En el mundo corporativo, este mito se relaciona con la búsqueda de los famosos quick wins: resultados rápidos y visibles que validen un proyecto o estrategia. Si bien son útiles para generar confianza inicial, enfocarse únicamente en ellos puede crear una visión distorsionada del éxito. Los quick wins son valiosos, pero no deben convertirse en el único parámetro de evaluación. El verdadero impacto se mide en la capacidad de sostener resultados a largo plazo, incluso si el inicio fue difícil.
En realidad, un inicio complicado no es un obstáculo insalvable, sino una oportunidad para cultivar resiliencia, creatividad y determinación.
Lecciones que nos deja un mal comienzo
- El error es parte del aprendizaje.Un inicio complicado nos obliga a salir de la zona de confort, a buscar nuevas soluciones y a entender qué no funciona. Cada tropiezo es un maestro disfrazado.
- La resiliencia se forja en los malos comienzos.Las personas y equipos que saben levantarse tras una caída desarrollan una fortaleza interna que no se adquiere con los éxitos fáciles.
- El proceso es tan importante como el resultado.Un mal inicio puede hacernos más conscientes del camino. A veces, lo que aprendemos durante la carrera vale más que la medalla al final.
- La visión a largo plazo cambia la perspectiva.Cuando nos enfocamos en la meta, entendemos que un traspié inicial es solo un capítulo de una historia mucho más grande.
Ejemplos en el mundo profesional
Apple: en los años 90 estuvo al borde de la quiebra, con productos poco exitosos y un mercado que la daba por perdida. Sin embargo, tras el regreso de Steve Jobs y una reinvención estratégica, la empresa no solo se recuperó, sino que se convirtió en una de las marcas más valiosas del mundo.
Netflix: comenzó como un servicio de renta de DVDs por correo, con un modelo de negocio que parecía limitado. Tras varios ajustes y decisiones arriesgadas, se transformó en líder global del streaming, revolucionando la industria del entretenimiento. Hoy, además, sigue diversificando sus negocios con nuevas líneas como videojuegos, experiencias en vivo, restaurantes temáticos y tiendas de productos relacionados con sus series más icónicas, demostrando que incluso las empresas consolidadas deben reinventarse constantemente.
Starbucks: en sus primeros años de expansión internacional enfrentó pérdidas millonarias y el cierre de tiendas. Sin embargo, aprendió de esos tropiezos y reenfocó su estrategia en la experiencia del cliente, consolidándose como referente mundial en su sector.
Proyectos corporativos internos: muchas empresas inician programas de transformación digital con errores de implementación o resistencia al cambio. Sin embargo, aquellas que perseveran, ajustan y se enfocan en la cultura organizacional, logran resultados sostenibles más allá de los quick wins iniciales.
Cómo transformar un mal inicio en un gran final
Acepta los tropiezos como parte natural del camino. No los ignores, pero tampoco dejes que te definan.
Aprende y ajusta. Cada error trae una pista sobre lo que se debe mejorar.
Mantén la constancia. La disciplina diaria pesa más que un inicio brillante.
Confía en el proceso. A veces, los mejores resultados llegan después de los momentos más difíciles.
Reflexión final
Un mal inicio no es una sentencia, es un desafío. Lo que marca la diferencia no es la perfección en el arranque, sino la capacidad de avanzar, aprender y levantarse una y otra vez. En la vida y en el trabajo, lo que realmente importa no es cómo empiezas… sino cómo terminas.


