Por Agostina Verni - Ejecutiva
de Recursos Humanos con más de 12 años de experiencia en compañías innovadoras
tales como Google y Red Hat, donde durante los últimos 5 años fue responsable para
las operaciones de Argentina, México, Chile, Colombia y Perú.
El mundo de los negocios vive un
contexto sin precedentes. Las compañías con negocios tradicionales y que
supieron ser líderes en su categoría se enfrentan a grandes desafíos de parte
de start ups con apenas algunos meses de gestación. Inclusive aquellas firmas
que hacen una lectura de las amenazas presentes en su industria pueden verse
drásticamente impactadas por un nuevo jugador que hace su entrada desde una
industria imprevisible. Como ejemplo basta mencionar a la centenaria industria
hotelera y su sagaz contrincante “Airbnb” que se impuso con su nuevo modelo de negocios
basado en alojamientos compartidos. Un contexto de negocios donde los cambios
se suceden en tiempo record nos invita a recordar la frase acuñada por Steve
Jobs: “Innovar es la única forma de ganar”.
Precisamente, uno de los últimos
informes sobre Innovación de la consultora internacional Boston Consulting
Group, arroja que un 79% de los entrevistados (ejecutivos y líderes de opinión)
posicionó a la Innovación como una de las 3 prioridades en la agenda. Este
es el porcentaje más alto que obtuvo este atributo desde que surgió el sondeo
en 2005.
Sin embargo, en un reciente
artículo de Harvard Business Review titulado “Deja
que tus empleados se rebelen” surge un dato revelador en relación a la
capacidad de innovar de las compañías. En este artículo, detallan que “De más
de 1000 empleados encuestados, menos del 10% dice que trabaja en una
compañía que los invita a no conformarse”, ó lo que es decir, a innovar.
Ante esta contradicción entre lo
que las organizaciones creen prioritario para mantenerse competitivas y lo que
los empleados perciben en relación a la capacidad de innovar en su trabajo,
resulta fundamental el papel que juegan los líderes para desarrollar una
cultura que estimule la innovación. A mi criterio, estas son 5 Estrategias
que los líderes pueden adoptar para promover la innovación en sus equipos de
trabajo:
1. Aceptar el fracaso como forma de aprendizaje
Para poder generar nuevas ideas
es importante que exista un contexto exploratorio que admita el error como
forma de aprendizaje. En Amazon consideran que el fracaso es el
“hermano gemelo de la innovación”. Con estas palabras habló sobre Innovación
Jeff Bezos, fundador de Amazon, en una reciente entrevista y detalló: “En Amazon tenemos que agrandar
el tamaño de nuestros fracasos a medida que crece el tamaño de nuestro
negocio. Tenemos que hacer más y mejores fracasos, de lo contrario, es una mala
señal”. Al igual que Bezos, los líderes deben habilitar espacios donde los
colaboradores puedan intentar nuevos descubrimientos, y si se equivocan, no
reciban una represalia.
2. Promover el pensamiento lateral
El reconocido autor Edward de
Bono en su libro “Pensamiento lateral. Manual de Creatividad” explica
que existen 3 tipos de problemas: el que requiere de mayor
información para encontrar una solución, el que precisa de un reordenamiento de
la información, y el que no se reconoce como problema y por ende no tiene
solución. Para resolver los problemas que requieren de mayor información, De Bono
nos dice que acudimos al “pensamiento vertical”, que es el pensamiento lógico
tradicional que subyace en el hemisferio izquierdo del cerebro y que desgrana
el problema de lo general a lo particular. Este tipo de problemas hoy puede
resolverse fácilmente por la abundancia de datos al cual accedemos con la
tecnología. El segundo tipo de problemas, el cual requiere de una reordenación
de la información para darle significado, es el gran desafío al cual nos
enfrentamos en la actualidad y donde podemos aplicar el “pensamiento lateral”.
Este último nos invita a usar el hemisferio
derecho del cerebro que busca soluciones creativas y divergentes. Para
ello podemos entrenarnos y los líderes pueden propiciar este tipo de
pensamiento en sus equipos de dos maneras. Primero, deben derribar los
“supuestos” del problema, aquellos límites dentro de los cuales solemos
circunscribir el problema. Estos supuestos bloquean posibles soluciones porque
nos “encapsulan” y las alternativas se agotan rápidamente. Para expandir las
posibilidades, lo segundo es convocar al equipo a hacer preguntas de todo
tipo que permitan explorar terreno desconocido y encontrar allí una
solución no convencional.
Un ejemplo lo encontramos en la
forma en que se inventó uno de los grandes productos de la empresa 3M. A
finales de los 60, un químico de 3M de nombre Spencer Silver desarrolló un
adhesivo suave que se pegaba ligeramente a las superficies cuando él intentaba
crear algo con propiedades opuestas. Silver no sabía como usar ese
adhesivo pero continuó sus investigaciones y compartió con otros colegas
su descubrimiento. Años después, el científico Arthur Fry, colega de Silver, se
percató de la utilidad de ese adhesivo cuando tuvo la necesidad de usar
separadores que se pudieran adherir a las páginas de los libros de coros de su
iglesia ya que los separadores comunes se caían. A partir de ello, ambos
científicos se embarcaron en la creación de lo que serían los mundialmente populares
“Post-It”. Este invento vio la luz por la incansable búsqueda de Silver por
darle un uso viable a su descubrimiento, el insistir con nuevas preguntas y el
no haberse dejado llevar por supuestos limitantes como “este adhesivo es un
producto inservible”.
3. Promover proyectos experimentales por fuera del propio trabajo
De acuerdo a estudios de la OCDE
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) existe evidencia
creciente que indica que la capacidad de innovar de una compañía no se
correlaciona de forma directa con la inversión que esta haga en el departamento
de I+D (Investigación y Desarrollo). Lo que se ha visto alrededor del mundo es
que cada vez más las mejores innovaciones resultan de trabajos
interdisciplinarios entre areas poco emparentadas ó que resultan del
trabajo conjunto entre organizaciones, proveedores, clientes, incluso entre
empresas competidoras. Como líder, una forma de fomentar la innovación resulta
de proponerle al colaborador experiencias y proyectos que impliquen salir
de la zona de confort del trabajo cotidiano.
En Google han
implementado una modalidad de trabajo que incluye este tipo de experiencias
llamado ITO (“Innovation Time Out”). La propuesta al empleado es que dedique
80% del tiempo a su tarea habitual y 20% del tiempo restante a proyectos de la
empresa que no están en su descripción de tareas pero en los cuales puede dar
rienda suelta a su creatividad. Gmail y Google News surgieron como iniciativas
que estaban siendo llevadas a cabo por colaboradorese en el 20% de su ITO
(Innovation Time Out).
4. Propiciar la interacción con otros equipos dentro de la empresa
Para las empresas resulta
beneficioso que los colaboradores de diferentes equipos se conozcan e
interactuen ya que de esa conexión pueden surgir soluciones innovadorasa
problemas que los colaboradores de un equipo no logran resolver de forma
aislada. Para un equipo muchas veces un problema es como un gran elefante
parado en medio de un salón: molesta a todos, pero se han acostumbrado a su
presencia, no logran identificar como evitarlo y por ende sigue allí al final
del día. En este contexto, la participación de un miembro de otro equipo puede
resultar milagroso. Este colaborador llegará sin el sesgo cotidiano sobre el
problema, con un nuevo marco de referencia, y es posible que logre
encontrar soluciones alternativas rápidamente.
Como líder es clave facilitarle a
los miembros del equipo las redes internas necesarias para que el
colaborador se vincule con otros, y de esta forma pueda desarrollar nuevos
modelos mentales y habilidades que expandan su quehacer cotidiano. Además, una pregunta
disparadora que el líder puede hacer con cierta frecuencia a su equipo es: ¿Se
les ocurre alguna forma nueva de simplificar procesos, disminuir costos,
mejorar la productividad ó agilizar la comunicación con otra area con la que
trabajamos?
5. Desterrar estereotipos sobre personalidades creativas y reconocer
los esfuerzos creativos
Comúnmente se suele pensar que
existen personas creativas y personas que no lo son. No obstante, todos tenemos
la habilidad innata para crear. Los líderes pueden llegar a caer en el
supuesto de que algunos colaboradores son más creativos que otros, y por ende,
dejar de recurrir a la totalidad de su equipo para pensar soluciones
innovadoras. Es por ello que invitamos a los líderes a expandir su horizonte de
supuestos, eliminar prejuicios y mantener una mentalidad abierta. Asimismo,
deben cuidarse del lenguaje anclado en dogmas (Ej. “Esto siempre lo hicimos
así”) que disminuye el interés del equipo por pensar formas innovadoras de
alcanzar los objetivos.
Por último, el líder también
puede promover hábitos que favorezcan la creatividad,como por ejemplo,
reconocer a los colaboradores que tuvieron ideas innovadoras dándoles la
oportunidad de compartir el recorrido creativo con otros. Algunas empresas han
adoptado iniciativas del estilo TEDx en las cuales los colaboradores comparten
sus ideas con el resto de la organización, generando así un ecosistema de
intercambio y aprendizaje.
Estas son algunas estrategias que
pueden llevar a cabo los líderes para que la capacidad de innovar de la
compañía esté alineada a la cultura de trabajo interna de los equipos. Como
reflexión final, me gustaría concluir con una cita de Betina Bensignor, Coach
de Escritura e Innovación, quien destaca que: “Una empresa se convierte en
una cultura de cambio cuando cada persona se vuelve un activista de la
innovación”.
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