FEBRERO 2024

jueves, 31 de octubre de 2019

GESTIÓN: ¿IMPORTARÁ DENTRO DE 100 AÑOS?



Por Guillermo Ceballos Serra

“Dentro de cien años, no importará qué clase de coche haya conducido, en qué tipo de casa haya vivido, cuánto dinero haya tenido en mi cuenta bancaria ni el aspecto de la ropa que haya llevado. Pero el mundo será un poco mejor si fui importante en la vida de un niño”. Anónimo (del libro El octavo hábito, de la efectividad a la grandeza, Stephen Covey).

Mi esposa utiliza una variación simplificada de esta frase cada vez que, en su opinión, me focalizo exagerando la importancia de algún problema o dificultad. Simplemente me dice pensando en bajar los decibeles del tema: ¿Importará dentro de 100 años? Generalmente tiene razón, pero nunca dejo de responderle: “Con ese criterio, nada importará dentro de 100 años”.

Recientemente entrevisté una persona por una búsqueda laboral que trabaja en una empresa donde me desempeñé por varios años y que más allá la buena evaluación que generó el candidato, tuvo el efecto de dispararme varias reflexiones ajenas a la entrevista, pero relacionadas con mi propia gestión durante mis años en la misma compañía.

La primera reflexión, sí asociada al candidato, está relacionada con la pérdida de una oportunidad de generar empatía con el entrevistador.   En la era de las redes sociales, donde es posible saber casi todo de todos, el entrevistado no sabía nada de mi a pesar de contar con mi nombre días antes de la entrevista.  No sabia si era joven o viejo, formación académica y por supuesto ignoraba la trayectoria laboral de su futuro entrevistador, toda información disponible en LinkedIn y parcialmente en alguna otra red.

A pesar de demostrar claramente su interés en el proceso de la búsqueda, dejó pasar  la generación de una conexión con alguien que había transitado por los mismos lugares y seguramente conocido a varias personas que interactuaron con ambos, hecho que podía conocer simplemente cotejando fechas.  Conocer las industrias y las empresas, permite transmitir una conocimiento y solidez sobre los futuros pasos que se pretenden transitar. Conocer la trayectoria e imaginar los desafíos por los que pasó el futuro entrevistador facilita ampliamente el encuentro. No se trata de generar un guion a seguir para toda ocasión, sino de descubrir posibles puntos de interés y familiaridad entre las personas que hagan que el dialogo posterior fluya más naturalmente.

Lo que sigue ya no tiene que ver con el candidato, sino con sensaciones y pensamientos relacionados con el modo en que percibimos hechos de hace 20 años y como evaluamos los mismos actualmente.
Le empresa donde esta persona se desempeña, cerró recientemente la producción de una línea de negocios.  Sucede que me tocó en suerte estar profundamente involucrado en el mismo, primero, integrando el equipo negociador de la compra de esa planta y posteriormente liderando el equipo de recursos humanos con que concretamos el proceso de integración y gestión del cambio.
Debo confesar que me dio una gran tristeza enterarme las novedades de cierre por los diarios. Si bien me ha tocado intervenir en el cierre de plantas o en venta de compañías, nunca en algo donde uno tuvo oportunidad de participar tan activamente en su creación.

Obvio es decir que mi entrevistado ignoraba toda la historia del inicio de este negocio en Argentina (no había ninguna razón para que fuera de otra manera) y obviamente también a los actores del momento.

Fue impactante inicialmente, recordar la intensidad de los momentos vividos y decisiones tomadas, los meses de trabajo previo, las noches de insomnio, la presión de la casa matriz, las discusiones con el propio equipo, con abogados, mas todo lo inherente a un proceso de adquisición.
Pude recordar también, la tristeza de enterarme por los medios que la obra donde hubo oportunidad de participar, simplemente se deshacía y por supuesto todo lo vivido era historia, historia desconocida sobre hechos y desde luego, sobre los actores.

Me pregunté tan pronto terminó la entrevista, ¿Valió la pena? ¿Valió la pena postergar temporalmente a un segundo plano temas familiares u otros temas personales?
Inicialmente me incliné a cuestionar la valoración de la relativa importancia de lo que uno hace. ¿Lo sobrevaloramos? ¿Fue tan importante como creímos? ¿El ego nos hace percibir epopeyas donde hubo simples escaramuzas?

¿Importará dentro de 100 años? En caso, ¿apenas un poco más de 20 años?

La respuesta es ¡Si valió la pena! Aunque los nombres o las historias personales no resistan el paso del tiempo, más allá del mayor o menor talento o profesionalismo puesto en acción.  Los protagonismos y los sujetos que permanecen son las empresas, por mas que tendamos a confundir nuestro nombre con el de la organización que figura en nuestra tarjeta de negocios.

Pienso que sí, valió la pena e importa mas allá de los años transcurridos, se puso a funcionar una empresa quebrada y se pudo dar trabajo a mucha gente a lo largo de 20 años y ese efecto, seguramente permitió algunos cumplieran sus sueños, que algún niño accediera a un buen colegio o a una carrera universitaria. Valió la pena, porque para algunos el mundo fue un poco mejor gracias a esas historias sin nombres ni bitácora.

RICHARD ST. JOHN: 8 RASGOS DE LAS PERSONAS EXITOSAS



Richard St. John, logró el éxito en el mundo de los negocios corporativos como miembro del personal científico de los laboratorios de I + D de Nortel Networks. Durante diez años, fue investigador, gurú del marketing y director de redacción de discursos. Ganó premios de diseño, realizó una investigación innovadora de consumidores / usuarios y dirigió la producción creativa para muchos de los lanzamientos de productos más grandes de Nortel.

En el mundo empresarial empresarial, logró el éxito después de comenzar The St. John Group, una innovadora compañía de comunicaciones de marketing que ha estado a la vanguardia de la tecnología en evolución durante más de tres décadas. Ganó los principales premios de marketing empresarial, incluidos los mejores videos y guiones corporativos del mundo, y una IABC Gold Quill, el premio más alto en comunicaciones comerciales.

En el lado personal, tiene un cinturón negro en judo. Pasó un año en una bicicleta de diez velocidades en bicicleta al otro lado del mundo. Ha corrido más de 100 maratones (26 millas) en los siete continentes (tiempo más rápido: 2 horas, 43 minutos). Él y su esposa Baiba han escalado dos de las siete cumbres del mundo, el Kilimanjaro en África y el Aconcagua en América del Sur. Han estado juntos por más de 46 años, un éxito en sí mismo en estos días.

START UP: EL DESAFÍO DE PENSAR MÁS ALLÁ



Por Juan Pablo Rizzo, Profesional Senior de Gestión de Personas

Comenzar es un objetivo, un sueño en sí mismo.

Cualquiera de los emprendimientos que pensemos (personal, profesional, de negocios, etc.) tiene un comienzo que lo define y condiciona su desarrollo.
A ese comienzo, en gestión, lo denominamos start up. Podemos catalogar a varios tipos de start up: de negocio, de unidad de negocio, de área, de región, entre los más comunes. Todos ellos tienen en común la necesidad de establecer la misión y visión que los impulsa. No deben considerarse meras aperturas operativas, son un proyecto de negocio individual.
Todo start up debe considerarse como un proceso y como tal tener un preciso alcance en el tiempo, en el que el equipo interdisciplinario se hará cargo de las responsabilidades de apertura y gestión, para luego trasladar a la estructura definitiva todos los roles inherentes a su posición.
Los errores más frecuentes en estos procesos son de cuatro tipos:

1   -      Indefiniciones
·         Objetivos teóricos, sin métricas de control ni revisión.
·         Ausencia de Misión y visión del proyecto.
·        Seguimiento inespecífico (dejándolo en manos de los procesos generales y no creando uno ad hoc).

2   -      Alcance
·         No se lo considera un proyecto en sí mismo.
·         Tiempo de implementación no especificado
·        Ausencia del momento expreso de la entrada en vigencia de la estructura del negocio (diferente de la del start up).

3   -      Comunicación
·         Inexistencia de estrategia.
·         Indefinición de roles.
·         Reticencia en la información.

4   -      Conformación de equipo
·         Perfiles profesionales no detallados e inadecuados
·         Elección de un líder operativo y no estratégico.
·         Ausencia de normas de funcionamiento específicas.
Estos conceptos deben ser parte del análisis primario del start up y definirlos expresamente con claridad y con la aprobación del Equipo Directivo de la organización para evitar iteraciones no deseadas que, en el mejor de los casos, llevan a la demora del proyecto y hasta el fracaso del mismo.

Esa es nuestra meta: organizar un start up que sirva de sustento para el éxito del proyecto. Y el éxito del proceso estará dado por el cumplimiento de una estrategia definida. Por ello, debemos formar parte de la definición de esta estrategia. Y aquí está la primera gran acción organizacional: posicionar desde el principio al área de Gestión de Personas como un aliado estratégico del negocio.

Como primera medida, debemos conocer el negocio e involucrarnos. No somos meros gestores de una parte de la organización, formamos parte del negocio.

Seguidamente, debemos participar de la conformación de las acciones del negocio en su conjunto (estructurales, comerciales, productivas y de gestión) para así poder agregar valor con las propuestas de nuestra área específica.

Finalizando con un plan estratégico de Gestión de Personas, único y a medida para el proyecto del que se trate. Sin recetas preconcebidas, ni copias teóricas. Debe ser un plan sencillo, fácil de comprender y de seguir. Con hitos, tiempos, responsables y, algo fundamental pero generalmente obviado: un subproceso de revisión de objetivos y acciones que permitan acompañar al negocio y su evolución. Sin esta última acción, quedaremos entrampados en trabajar para nuestra área y no para el negocio, un antiguo reclamo pocas veces resuelto con rapidez y eficacia.

Es un proceso complejo y es necesaria una planificación específica y la conformación de un equipo interdisciplinario e inter área con un líder definido y ese líder debe ser del área de Gestión de Personas. ¿Por qué debe ser del área de Gestión de Personas? Porque es el que debe liderar la conformación del equipo de gestión y los profesionales del área reúnen los requisitos para hacer de forma eficaz, más si están respaldados por un equipo interdisciplinario.

El indicador de éxito del start up está dado por la transición y afianzamiento de la estructura del negocio que se hará cargo del mismo y formará parte de los habituales procesos organizacionales. Esto es posible si las organizaciones y los líderes del área asumen el desafío de pensar más allá, de ser estratégicos y no sólo declamarlo.

Parafraseando a alguien: “Solo tenemos una oportunidad de comenzar bien un proyecto”
Así lo analizo, así lo presento para su discusión.

¿SU EMPRESA SE ESTA TRANSFORMANDO EN UNA MARIPOSA, O SE ESTA ENTRENANDO PARA SER UNA ORUGA MÁS RÁPIDA?



Por Gustavo Wurzel. Founding Partner at WP Consultants I Executive Search I People & Teams

Quiero compartir con Ustedes algunas reflexiones sobre el proceso de transformación digital, que en forma disruptiva está cambiando los modelos de negocios.
Se que hay mucho escrito, con un solo click en google podemos tener acceso a cientos de estudios y papers. Busco en este mensaje resumir algunas ideas y aprendizajes que he tenido (y estoy teniendo) al colaborar con nuestros clientes. Luego de un breve resumen de temas generales que he encontrado, comparto algunas ideas sobre “cambio cultural” y “estrategia de talento”.

La mejor metáfora que encontré para describir el proceso de transformación digital es: “¿su empresa se está transformando en una mariposa, o se está entrenando para ser una oruga más rápida?”. El autor es George Westerman, research scientist de la MIT Digital Initiative. Esta metáfora resume los desafíos de la digitalización. En otras palabras, ¿el programa de transformación digital es transformacional o solo incremental?

Temas claves (generales) en un proceso de transformación digital
  • Moverse del mundo analógico al digital, no significa hacer cambios cosméticos a los procesos; se requiere una reingeniería profunda.
  • Las transformaciones digitales no giran solo alrededor de nuevas tecnologías. Requieren desarrollar nuevas capacidades, nuevos procesos, nuevas formas de trabajar, nuevas métricas y una nueva relación con el talento.
  • Las empresas digitales nativas en lugar de seguir el proceso tradicional de gestión usan la mentalidad de “test & learn” para lograr el éxito a través de la experimentación; escalan pilotos exitosos y desactivan los fracasos. Meses de análisis se reemplazan por acción y ciclos cortos de feedback.
  • Un aprendizaje clave en la digitalización de un negocio es evitar digitalizar las operaciones/sistemas legados.
  • Los procesos exitosos de digitalización buscan la simplificación, enfocándose en la experiencia end-to-end de los clientes. Generalmente se ponen equipos cross-functional, equipo con metodologías ágiles que son dueños de los episodios de contacto con el cliente.
  • Decisión clave para tener en cuenta: ¿crear grupos digitales separados que permitan un rápido progreso (pero aislados del resto de la organización)? ó ¿buscar una difusión a lo largo de la empresa y aceptar que el proceso de transformación sea más lento? Una forma de lograr lo mejor de ambos mundos, es la “coordinación sin centralización”, creando una estructura que permita una coordinación de las iniciativas, pero que deje lugar a las decisiones en los equipos.

Temas específicos a nivel de “cambio cultural”
A nivel cultural existen ciertas características que promueven una transformación digital:
  • Agilidad: para actuar rápido frente a las demandas cambiantes de los clientes y el mercado. Debe ganarse la batalla “a la forma que siempre se hicieron las cosas”.
  • Colaboración cross-functional: que permita trabajar rompiendo silos funcionales para entregar resultados excepcionales; poniendo las necesidades de los clientes por encimar del equipo o las personas.
  • Innovación: que permita generar ideas bottom-up.
  • Toma de riesgos:  que evite tener miedo a fallar. Si se falla que se falle rápido y que se aprenda para seguir adelante.

Temas específicos a nivel de “estrategia de talento”
  • Una estrategia de talento debería determinar que trabajo se debería hacer en forma interna vs. por terceros; ¿cómo debería hacerse (por personas o tecnología)? y ¿por quién (empleados propios full-time, contratistas, socios, etc.)?
  • ¿Para atraer al mejor talento tiene una empresa que ofrecer salas para dormir, metegoles, comidas gratis y una misión para salvar al mundo? ¿O alcanza con pagar consistentemente por arriba de mercado? Si bien la respuesta es diferente por sector, generación etaria, industria y tipo de trabajo, hay algunos temas comunes que emergen
    • Los empleados todavía quieren seguridad, estabilidad y estatus; pero en diferente forma y en un diferente contexto. Un contexto que permita aprender, tener impacto y propósito.
    • Seguridad es menos sobre tener un trabajo de por vida y más sobre lograr una empleabilidad a lo largo de la vida profesional, a través de la constante adquisición de nuevas capacidades y experiencias.
    • Los empleados no dejan de buscar estabilidad, solo que las “ventanas de tiempo” se han vuelto más cortas y además buscan experimentar en diferentes roles y funciones.
    • Los empleados todavía buscan estatus en alguna medida, con una compensación justa, con beneficios y premios cuando se supera el desempeño esperado.
  • Diferentes empleados tienen diferentes necesidades y motivaciones, ergo requieren una diferente proposición de valor al ser reclutados, retenidos y motivados. La segmentación de empleados permite entenderlas y crear diferentes propuestas de valor. 

FLASH LABORAL ARGENTINA - Octubre 2019


FLASH LABORAL ARGENTINA - Octubre 2019 de Guillermo Ceballos Serra

Síntesis mensual de novedades laborales de Argentina.
Monthly summary of argentinean labor relations news

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