Por Gloria Cassano, Presidente y Fundadora de Gloria Cassano y Asociados, Consultora en Recursos Humanos.
Teniendo en cuenta 410
evaluaciones hechas durante 2015 a diferentes Gerentes de primer nivel cuyo
objetivo era definir las competencias para evaluar las posibilidades de
promoción a puestos de mayor responsabilidad, encontramos algunas que se
repiten en aquellos que son exitosos.
Los test que se aplican parten,
en principio, de definir el coeficiente intelectual para luego, con el resto de
las pruebas, determinar su utilización práctica en el trabajo. Es de destacar
que la madurez emocional condiciona el
uso de la inteligencia y, es más, la orienta hacia determinadas áreas
permitiéndole a la persona destacarse en algunos temas y empobrecerse en otros.
La Evaluación Psicológica no sólo se aplica en Selección de personal.
También para promover o transferir a empleados que ya están trabajando en la
Empresa. De ese modo se evita ponerlo en un puesto que lo haría fracasar. A
veces, un profesional o gerente exitoso puede malograrse en una nueva posición
por no tener las competencias para ese puesto.
Inteligencia: El 72%, tienen un
coeficiente intelectual superior a 120. (Normal 90 a 110).
Este dato combinado con la
madurez emocional y control de sus impulsos da este resultado:
De ese 72% el 26% falla en la
aplicación productiva por problemas emocionales no resueltos y un escaso
control sobre sus impulsos que generan tensiones y ansiedades que impiden su
utilización eficaz.
Ninguno de los evaluados, tiene
inteligencia inferior a la media (menos de 90).
El 28% con inteligencia media,
posee un adecuado control emocional y un manejo de los impulsos tan adecuado
que le permite aplicar en forma productiva su nivel (medio) y, entonces, es
visualizado como más eficiente.
Dicho en otras palabras, la inteligencia emocional, facilita el
desempeño y permite el éxito en su gestión, fundamentalmente porque
facilita relaciones interpersonales positivas, la comunicación clara, la
disposición para adaptarse a diferentes estilos de personas y de situaciones y
el buen uso de los métodos de trabajo.
Autonomía: Son personas que no necesitan que le fijen objetivos o
metas, se los propone y evalúa los resultados a mediano y largo plazo, se
anticipa, compara el estado actual y lo proyecta a futuro. Toma decisiones
acertadas con rapidez porque su ritmo de pensamiento es ágil lo que le permite
analizar rápidamente diferentes alternativas y elegir la más adecuada. También
es capaz de subsanar errores aun cuando difícilmente cometa alguno importante.
Creatividad e innovación: En general puede generar ideas nuevas
pero cuando no son creativos tienen capacidad para utilizar la experiencia en
situaciones nuevas, factor que colabora en la innovación y mejora de
herramientas y métodos ya existente.
Empowerment: Son profesionales que delegan con confianza
reconociendo las características de cada colaborador y brindando apoyo cuando
lo necesitan. Tienen una comunicación abierta y espontánea con su grupo
permitiendo que toda la información sea conocida al momento de trabajar en un
proyecto.
Liderazgo: Sus estilos de liderazgo son democráticos y pedagógicos.
Dan libertad a su personal supervisando los resultados, no los procesos y son
capaces de darse tiempo para enseñar a partir de sugerencias más que de
órdenes, dando lugar al aporte de ideas y escuchando para entender si el
colaborador tiene una forma o método para mejorar lo conocido. El autoritarismo
y la autosuficiencia aparecen, en mayor o menor medida, en el 42% de los
evaluados, pero en Empresas con modernos estilos de gestión, son descartados al
momento de promoverlos. Es una competencia que deberán mejorar para el logro de
los resultados globales del negocio.
Una característica sobresaliente
de los Profesionales que hacen carrera, es
el estilo que poseen para las relaciones interpersonales: Son personas con un
trato cordial, amable y atento a las características del otro. Se adaptan a
la personalidad de los grupos a través de una conducta flexible y abierta al
diálogo. No juzgan, comprenden más que critican. Tratan de evitar reacciones
que generen disgusto y cuando algo no les satisface buscan el momento y la
forma de expresarlo. Son humildes y solidarios. Cuando deben resolver una
situación de conflicto, ponen distancia y actúan objetivamente atendiendo la
filosofía de la Empresa donde trabajan.
Cuando deben fijar límites de
comportamiento, lo hacen de manera convincente demostrando un liderazgo natural
sin necesidad de imponer su punto de vista.
Si hablamos de resultados finales, estas características, ideales, sólo
la logran un 22% de los evaluados. El resto requiere capacitación,
seguimiento y asesoramiento permanente para corregir debilidades. Se destaca
que, de este 22% el 68% son profesionales menores de 35 años. Se debe a la
cultura que, desde hace 10 años, se trasmite en la Universidad y en las
Empresas que se han “aggiornado” en modelos que respetan el talento tanto como
a los números del negocio entendiendo que la rentabilidad está estrechamente
asociada con el personal que trabaja.
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