Las empresas que aspiren a ser relevantes a largo plazo harían bien en tomar este ejemplo como referencia. Porque, al final, los consumidores, empleados y la sociedad valoran la autenticidad y la coherencia, que no pueden ser reemplazados por discursos diseñados para seguir los vientos del momento, pero que carecen de convicción genuina.
Blog de Guillermo Ceballos Serra y sus Invitados
ENERO 2025
sábado, 25 de enero de 2025
¿DÓNDE ESTÁN TUS VALORES, AMIGO CORPORATIVO?
NUEVAS PERSPECTIVAS RESPECTO AL FUTURO DEL TRABAJO-OPORTUNIDADES Y AMENAZAS
Por Alejandro Melamed, Founder & CEO Humanize Consulting · Conferencista internacional Autor, TEDx Speaker.
Las tendencias globales, regionales y locales referidas al mundo del trabajo van mutando constantemente. Y cuando pensábamos que ya estábamos aproximándonos a cierto acuerdo entre los diferentes referentes, nuevamente nos encontramos con algunas sorpresas, que no hacen más que confirmar que adivinar el futuro es imposible y que solo intentamos aproximarnos a través de procesos que están basados en la información que tenemos disponible y de modelos mentales fundamentados en lo que ya conocemos.
Lo que no hay dudas es que el mundo del trabajo se encuentra en un período de cambio sin precedentes, impulsado por una combinación de factores tecnológicos, económicos, geopolíticos, demográficos y ambientales.
Esta es la afirmación que se destaca del reciente informe “El futuro del empleo 2025”, generado por el Foro Económico Mundial – WEF por sus siglas en inglés-, puntualizando que estas fuerzas remodelarán, nuevamente, la dinámica del mercado laboral global en los próximos cinco años, generando tanto oportunidades como desafíos.
Vale aclarar que el WEF es la organización global que viene produciendo la mayor cantidad y calidad de proyecciones en esta materia.
Este reporte detalla en profundidad los cambios esperados en la creación y destrucción de empleos, así como las habilidades que determinarán el éxito en esta nueva era, actualizando los estudios brindados los años anteriores.
Identifica cinco grandes tendencias macroeconómicas que impulsarán los cambios en los empleos y las habilidades:
a. Transformación tecnológica: la digitalización es el principal motor de cambio, liderada por la Inteligencia Artificial (IA) y los sistemas autónomos, que a la vez crean y desplazan empleos
b. Transición verde: la presión para mitigar el cambio climático impulsa inversiones significativas en energías limpias y sostenibilidad, creando un universo creciente en este sentido
c. Cambios demográficos: envejecimiento poblacional en economías avanzadas y crecimiento demográfico en regiones emergentes están transformando la demanda laboral
d. Fragmentación geoeconómica: las tensiones comerciales y geopolíticas están redefiniendo las cadenas de suministro y la localización de los empleos
e. Incertidumbre económica: factores como el costo de vida, la inflación y el crecimiento económico más lento tienen impactos variados en los empleos y habilidades requeridas
Basados en estas ideas, las principales conclusiones son:
1. Creación y destrucción de empleos
El WEF estima que para 2030, los cambios estructurales en el mercado laboral implicarán la creación 170 millones de nuevos empleos, mientras que se perderán 92 millones. Este balance dejará un crecimiento neto de 78 millones de posiciones. Este dato no deja de sorprender positivamente, ya que en años anteriores el balance siempre se preveía negativo.
¿Qué implica este hallazgo? Que, a nivel mundial, los cambios no solo no destruirían finalmente puestos laborales, sino que serían más lo que se creen. Pero atención, no necesariamente las personas que pierdan sus puestos están capacitadas para capturar las oportunidades que se creen; con lo que cual es de esperar que muchas empresas tengan “posiciones abiertas” sin encontrar candidatos, mientras que simultáneamente muchas personas estarán lamentablemente sin trabajo.
Tal vez este sea el principal desafío que se plantea en la actualidad, cómo preparar rápidamente al talento para las oportunidades que se presentan.
2. Áreas de trabajo que crecen más velozmente
Como era de esperar, se destacan los especialistas en Big Data, ingenieros fintech, expertos en IA y Machine Learning, como asimismo desarrolladores de software y aplicaciones lideran las categorías de crecimiento.
En esta misma dirección, se destacan las áreas de:
Ciberseguridad: la misma creciente adopción de tecnologías digitales y el aumento de las amenazas cibernéticas impulsan una alta demanda de analistas de seguridad y especialistas en redes
Diseño digital: profesionales como diseñadores de experiencia de usuario y estrategas digitales están en aumento, reflejando la necesidad de interfaces más intuitivas y personalizadas
Transición verde: roles relacionados con la sostenibilidad y la energía renovable, como ingenieros de vehículos eléctricos y autónomos, especialistas en nuevas energías y expertos en protección ambiental, están creciendo rápidamente al igual que los especialistas en reparación de los daños del medio ambiente y desastres naturales
Salud: el envejecimiento de la población y la emergencia de nuevos fenómenos impulsa la demanda de diferentes roles en la economía del cuidado de las personas
Educación: los docentes de educación superior y secundaria experimentarán un aumento en la demanda, especialmente en economías emergentes con poblaciones jóvenes en expansión
3. Como contracara, ¿cuáles son los trabajos que declinan?
Se están profundizando cada vez más las actividades que se visualizaban años anteriores, entre las que se encuentran:
Tareas administrativas: los trabajos repetitivos y basados en datos, como data entry, secretarias administrativas y cajeros, son los más afectados por la automatización y el acceso digital
Producción y manufactura: la robotización y los sistemas autónomos están reemplazando roles como trabajadores de impresión, operadores de maquinaria y operarios de línea de montaje
Cabe destacar que a la Inteligencia Artificial Generativa (IAGen) -que recién la conocimos en noviembre del 2022- está impulsando cambios en actividades no solo repetitivas y de baja complejidad, sino que ya avanza sobre otras que tienen mayor complejidad, con lo que se espera que se amplíe rápidamente el impacto sobre algunas poco imaginadas en el corto plazo.
4. Frontera humano-tecnología
En la actualidad casi a mitad de las tareas son completadas por seres humanos exclusivamente, el 22% por tecnologías de manera exclusiva (máquinas, algoritmos, etc.) y un 30% por una combinación de ambas.
Para el 2030 se proyecta que disminuya a un tercio lo realizado solamente por personas, otro tercio por la tecnología en sus múltiples variantes por cuenta propia y el tercer tercio por ambas en conjunto.
Tal vez sea la evolución más importante que haya que prestar atención y posiblemente sea lo que marque nuestra agenda de los próximos años. No sería de extrañar que esto cambie más aceleradamente en el corto plazo.
5. Habilidades clave para el futuro del trabajo
Un dato es elocuente en el informe: el 39% de las habilidades actuales que poseen los trabajadores necesitarán transformarse o serán obsoletas para 2030. Cambiarán en pocos años las capacidades requeridas para cuatro de cada diez trabajadores, con lo que las estrategias de Upskilling (mejora de habilidades) y Reskilling (reciclaje profesional) seguirán siendo fundamentales, como asimismo la manera como se involucran los diferentes actores sociales en este desafío.
6. Habilidades con necesidades crecientes y decrecientes
El pensamiento analítico y el creativo, resiliencia, agilidad, colaboración, liderazgo, motivación y autoconciencia siguen ocupando un lugar clave y prioritario dentro de las capacidades más demandadas. Desde ya, las tecnologías emergentes deben estar siempre consideradas.
En esta dirección, una buena pregunta para hacerse es cuánto de todo lo que se requiere están ofreciendo las escuelas y universidades para las futuras generaciones de profesionales, así como la capacidad de “aprender a aprender”.
Asimismo, como era de esperarse, la destreza manual y precisión (fundamental para actividades repetitivas y físicas) están perdiendo relevancia en un mercado cada vez más automatizado, al igual que la resistencia física que está siendo desplazada por maquinaria inteligente.
Y un cambio disruptivo en el horizonte que puede volver a cambiar las reglas…
La futurista cuantitativa Amy Webb acaba de publicar un artículo en el que destaca que la IA es solo uno de los cambios tecnológicos de gran alcance que están en marcha. Otros dos—sensores avanzados y biotecnología—pueden ser menos visibles, pero son igual de importantes. Ella prevé que estas tecnologías podrían converger en un plazo no tan lejano.
A esta nueva realidad la denomina Living Intelligence (Inteligencia Viva -IV-) compuesta por sistemas que pueden percibir, aprender, adaptarse y evolucionar, todo ello posible gracias a la complementación de la IA, los sensores avanzados y la biotecnología.
La IV impulsaría un ciclo exponencial de innovación, impactando en diferentes industrias y creando mercados completamente nuevos, impensados actualmente. Es una nueva disrupción de la que poco se está hablando.
Sintetizando
La observación, por lo tanto -y como lo vienen afirmando diferentes referentes-, ya no debería ser que la IAGen quitará trabajos, sino que las personas que utilicen IAGen se lo quitarán a aquellos que no la utilicen.
El futuro del trabajo está lleno de oportunidades y desafíos. Aunque los avances tecnológicos y la transición verde están creando nuevos empleos, la velocidad del cambio también amenaza con ampliar las brechas de habilidades y desigualdad. Las empresas, los gobiernos y los trabajadores deben colaborar para desarrollar estrategias apropiadas que permitan una transición inclusiva y sostenible hacia el trabajo del futuro, que ya llegó.
Nota: este artículo NO ha sido generado por la IAGen, sino por IH (Inteligencia Humana)!
Publicado en Linkedin el 20 de enero de 2025 y en este espacio con expresa autorización del autor.
jueves, 9 de enero de 2025
2025 Workplace Trends: How Work Is Changing Heading into New Year
viernes, 27 de diciembre de 2024
NOTICIAS Y LECTORES: UNA EVOLUCIÓN CONVERGENTE
Hace par de meses, tomé una decisión que marcó el final de una era personal: cancelé la compra del diario en papel y me suscribí a su versión digital. Lo que parecía un simple cambio práctico —dejar de abrir la puerta cada mañana para recibir el diario a tenerlo al instante en todo momento en mi tablet— terminó siendo la chispa que me llevó a reflexionar sobre cómo algo aparentemente tan sencillo, me hizo cambiar un hábito profundamente arraigado y a vivenciar algo que ya sabía, no solo se transforman las empresas para adaptarse a la era digital; también nosotros, los usuarios, nos reinventamos en la manera en que consumimos el producto o servicio, en este caso concreto, la información.
Cuando tenía 9 o 10 años, los fines de semana en casa eran una suerte de competencia silenciosa. Mi padre, un lector voraz, solía quedarse con el diario antes de que yo pudiera siquiera rozarlo. Esto me llevó a diseñar un plan maestro: despertarme antes que él para disfrutar del suplemento deportivo de La Nación. Esa estrategia implicaba madrugones inusuales para un niño, pero el esfuerzo valía la pena por el placer de hojear esas páginas llenas de información fresca y relatos deportivos que alimentaban mi imaginación.
Hoy, varias décadas después, mi relación con el decano de los diarios argentinos ha cambiado tanto como el propio diario. Lo que alguna vez fue un producto exclusivamente de papel ahora incluye una versión digital, un canal de cable La Nación +, el grupo de afinidad Club La Nación, la Fundación La Nación y la reciente La Nación Música en FM. Mis hábitos de lectura también han evolucionado: soy un lector digital del periódico que consume noticias en una tablet.
Lo interesante en este proceso de evolución es que, desde el lanzamiento de las versiones digitales de La Nación en 1995, Clarín en 1996, Facebook en 2004, Twitter en 2006 y las alertas de otras redes sociales y aplicaciones, conocemos las noticias antes de que aparezcan en los diarios de papel. Es cierto que abundan las noticias falsas, especialmente en las redes sociales, pero también es verdad que muchas son precisas y se publican inmediatamente porque no tienen que pasar por los procesos internos de validación de los medios.
Hábito, formato y paradigma.
Esta transformación no es solo un cambio de formato; es también un cambio de hábito. Antes, el diario era un ritual matutino que acompañaba el desayuno, una práctica que comenzó con mi padre y continuó con mi esposa, aunque en este caso no hay competencia, cada uno cuenta con su propio dispositivo e intercambiamos comentarios sobre distintos temas. También es cierto que este clásico ritual ha sido sustituido por una continua suerte de zapping informativo, donde las noticias saltan de la pantalla de la Tablet, del teléfono o del reloj inteligente.
Sin embargo, la lectura digital no solo cambia cómo accedemos a la información, sino también cómo interactuamos con ella. Conocemos las opiniones de otros lectores en tiempo real e incluso compartimos nuestras propias reflexiones en foros y comentarios. A pesar de estas innovaciones, hay algo profundamente nostálgico al recordar aquellos días en los que una página mal cortada o una mancha de tinta formaban parte de la experiencia de lectura.
También existen implicancias económicas. La suscripción a la versión impresa representa un desembolso considerablemente mayor debido a los costos de impresión y distribución. En cambio, la versión digital ofrece acceso a un precio más accesible y con servicios adicionales, como el club de afinidad. No obstante, este ahorro viene con desafíos: adaptarse a leer en pantalla, afrontar distracciones provenientes de otras aplicaciones y aprender a disfrutar la información en un formato completamente distinto.
El futuro: entre lo inmersivo y lo disruptivo.
El impacto de esta evolución afecta a usuarios, como a las organizaciones. Los diarios tradicionales han tenido que reinventarse para mantenerse relevantes, enfrentándose a una audiencia que busca inmediatez, personalización y experiencias innovadoras. Esta transición al ámbito digital es una aventura que exige creatividad y constante adaptación.
¿Cómo evolucionará este escenario? Es difícil preverlo, los cambios son exponenciales. Diarios que nacen digitales no escapan a la necesidad de transformase continuamente. Tal vez en el futuro tengamos diarios personalizados que empleen inteligencia artificial para generar titulares únicos basados en nuestros intereses, migrando de grandes a audiencias a numerosas comunidades de interés específico. Quizás el concepto de “diario” se transforme por completo, dando lugar a experiencias inmersivas como realidad virtual que nos “transporten” a los hechos, o dispositivos holográficos que proyecten resúmenes informativos. Incluso podríamos imaginar asistentes de voz que narren las noticias ajustándose a nuestro estado de ánimo o dispositivos inteligentes que sugieran contenido según nuestro contexto emocional.
Lo cierto es que la tecnología seguirá desafiando nuestra forma de consumir información, moldeando hábitos de lectura y redefiniendo nuestras expectativas como usuarios. Más allá de los avances técnicos, esta aventura hacia lo digital es también una invitación a reflexionar sobre cómo interactuamos con el conocimiento, cómo construimos conexiones con los demás y en última instancia, cómo redescubrimos nuestra relación con el tiempo y la información en una era marcada por la inmediatez. En síntesis, no es solo una cuestión de tecnología; es una cuestión de cómo reinventamos nuestras formas de conectar con el mundo y sobre todo con nosotros mismos.
Aunque mi padre nunca llegó a vivir esta transformación, estoy convencido de que hubiera encontrado fascinante la posibilidad de adaptar las letras al tamaño perfecto con un simple movimiento manual en la pantalla. Imagino su asombro al tener un universo de información a su alcance en cuestión de segundos, aunque probablemente hubiera mantenido su ritual de lectura con la misma calma y profundidad de siempre, recordándonos que, en el fondo, lo esencial de la lectura siempre trasciende el formato.
lunes, 23 de diciembre de 2024
viernes, 20 de diciembre de 2024
TRANSFORMAR VIDAS, HACER NEGOCIOS: LA INCLUSIÓN LABORAL COMO MOTOR PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO.
Por Naylyn Zannino, Directora Fundadora de Red Cuarto Impacto. DEIB & Sustainability Sr Consultant en CEBALLOS SERRA I Gestión Humana
Cada empresa que existe en el mundo genera ganancias y transforma vidas: las de quienes trabajan allí y las de quienes consumen sus productos y servicios. La cuestión clave es: ¿qué tipo de transformación o impacto están dispuestas a generar en función de esa rentabilidad? ¿Cuánto tiempo es sostenible un modelo que no tenga en cuenta ese impacto?
En este escenario, la inclusión laboral de grupos vulnerados no solo es un acto de justicia social, sino una decisión inteligente que puede redefinir el éxito empresarial. La necesidad de repensar los procesos de contratación como oportunidades para derribar barreras y construir un futuro más equitativo es cada vez más urgente.
En una era marcada por la revolución tecnológica y la inteligencia artificial (IA), integrar la diversidad en el lugar de trabajo se ha convertido en una ventaja estratégica. Este artículo explora cómo la diversidad y la equidad en el empleo no solo generan un impacto social positivo, sino que también fomentan la innovación, mejoran la competitividad empresarial y contribuyen al crecimiento sostenible.
Aunque el "Business Case" de la diversidad pueda sonar trillado, sigue siendo una ventaja competitiva real.
Detrás de cada persona hay una historia única que puede convertirse en una fuente inagotable de ideas. Empresas como Google y Salesforce han demostrado que incluir equipos diversos conduce a soluciones más creativas y efectivas. Por ejemplo, al integrar voces distintas en sus proyectos de IA, lograron productos más inclusivos que conectaron con una audiencia global. Esta diversidad no es solo una mejora ética; también se traduce en resultados tangibles: Salesforce incrementó sus ingresos relacionados con nuevos proyectos en un 38% y Google aumentó la satisfacción del cliente en un 30% al diversificar sus equipos de desarrollo.
El potencial transformador de la diversidad
Imagina el impacto de dar oportunidades reales a personas que han sido tradicionalmente marginadas. Por ejemplo, las personas con discapacidad suelen demostrar una resiliencia y dedicación excepcionales debido a su experiencia enfrentando desafíos cotidianos. Empresas como Accenture han implementado programas de inclusión que generaron un aumento del 30% en productividad. Asimismo, sectores históricamente dominados por varones, como tecnología y finanzas, han mejorado sus resultados financieros al incluir mujeres, generando ideas de productos y servicios más completas y disminuyendo la rotación de personal.
Un ejemplo notable es el caso de Intel, que logró un aumento del 23% en eficiencia operativa tras implementar políticas de diversidad. Este tipo de resultados no son anecdóticos, sino una evidencia del impacto positivo de integrar diversidad en las operaciones.
Tecnología e IA como facilitadores de la inclusión
Las nuevas tecnologías están rompiendo barreras históricas de acceso. Herramientas como LinkedIn Recruiter utilizan IA para identificar una mayor diversidad de candidaturas, mientras que plataformas de capacitación virtual como Coursera están llevando habilidades competitivas a comunidades tradicionalmente excluidas. Por ejemplo, en Microsoft, el uso de tecnologías accesibles ha permitido que personas con discapacidad trabajen en el desarrollo de soluciones innovadoras que benefician a millones de usuarios.
¿Quién puede pensar en la mejor solución para un problema que aquella persona que lo vivencia? Esta premisa subraya que el verdadero éxito empresarial reside en escuchar distintas voces, reconocer sesgos y construir nuevas soluciones.
El Prof. C.K. Prahalad ya proponía diseñar soluciones enfocadas en las personas de la base de la pirámide económica, con acceso y disponibilidad en mente. Aunque su visión antecede los conceptos modernos de sostenibilidad, era evidente que debíamos abandonar el paradigma voraz para adoptar uno más equilibrado. Hoy, ese equilibrio se ha convertido en una necesidad ineludible para empresas que buscan trascender.
En números: ¿Por qué la inclusión laboral es buena para los negocios?
Las empresas inclusivas no sólo transforman vidas; también mejoran su rentabilidad. Un estudio de McKinsey titulado "Diversity Wins: How Inclusion Matters" revela que las organizaciones con mayor diversidad étnica y de género tienen un 35% más de probabilidades de superar a sus competidores en desempeño financiero. Además, marcas como Unilever han ganado la fidelidad de los consumidores al demostrar su compromiso con la inclusión, traduciéndose en mayores ingresos (hasta un 20% en ciertas líneas de negocio) y mejoras en reputación.
La inclusión laboral de grupos vulnerados es más que una obligación moral; es una oportunidad para construir empresas más fuertes, innovadoras y sostenibles. Cada historia de inclusión es un testimonio del poder de transformar vidas mientras se genera valor económico. La diversidad no es una moda pasajera, sino nuestra realidad cotidiana. Por eso, no debemos dar por saldado el debate ni bajar la guardia. La deuda sigue pendiente y seguirá moldeando el futuro de los negocios.
Hoy, más que nunca, es tiempo de renovar el compromiso, estudiar los casos de éxito e implementar estrategias que conviertan el futuro, nuestro futuro, en una alternativa posible.